El más rápido del oeste

Fútbol l Tercera división

Copi, con 22 tantos en las veinticinco primeras jornadas, supera los números de Argimiro Márquez y Miguel Rodríguez, los dos últimos grandes goleadores de la Real Balompédica

El más rápido del oeste
El más rápido del oeste
Rubén Almagro / La Línea

15 de febrero 2011 - 05:02

Los dos goles que el pasado domingo le endosó al San Fernando Club Deportivo han terminado de aupar al algecireño Isaac Luis Chico Copi a los altares de la afición de la Balona, que no sólo le despidió, una vez más, con cariñosos aplausos al ser sustituido, sino que dejó oír en algunos momentos gritos de "piojoso, piojoso", un claro síntoma de que el de Pescadores es ya hijo adoptivo de esa hinchada.

Copi lleva anotados 22 goles en 25 partidos, se codea con los mejores realizadores de todas las divisiones tanto en números puros como en promedios y se ha unido definitivamente a los de jugadores que han pasado a la historia del club de La Línea por su condición de pistoleros como fueron los casos de Rufo, Xirau -que conquistó la condición de pichichi en Segunda división con la elástica de la Balona, en la que jugaba cedido por el Español de Barcelona- José Gallardo (Gallardo II), Paco Vales -que le puso firma a medio centenar de tantos en una misma campaña- Jesulín, Canario, Manolín, José Dorrego, Moscosio o, más recientemente, Argimiro Márquez y Miguel Rodríguez.

Los nombres de estos dos últimos están estrechamente vinculados a los de los dos primeros ascensos que la Real Balompédica consiguió a Segunda B. Argimiro Márquez acabaría retirándose en el club como consecuencia de aquel desgraciado accidente que se produjo antes de la primera jornada de la 1988-89, cuando la expedición caminaba con destino a Gandía. Márquez, un killer con una frialdad envidiable, desestimó varias ofertas para jugar en clubes de superior categoría.

El albaceteño desembarcó en La Línea en el verano de 1982 y junto a Paquito, Borrel, Garrido, Iñaki, Tinajero, Noly, Lorenzo… formó parte de aquella inolvidable plantilla que estableció un récord insalvable hasta hoy, ya que, de la mano de Quimet Carreras, se mantuvo invicta hasta la jornada trigésimo primera, cuando fue a dar con sus huesos en el viejo estadio San Fernando de Estepona (Málaga).

A estas alturas de competición, es decir, después de los veinticinco primeros compromisos, el de Ossa de Montiel, que paradójicamente había tenido un comienzo titubeante, acumulaba trece goles y eso había firmado cuatro en el Municipal ante El Palo en la octava jornada.

La cifra se disparó hasta los 25 en lo que restaba de competición regular y anotó tres más, todos ellos decisivos, en las eliminatorias que enfrentaron al equipo que ya por entonces dirigía Jaco Zafrani a Sabiñánigo y Éibar que llevaron a los albinegros a Segunda B.

Más reciente (temporada 1998-99) fue la llegada al Municipal del onubense Miguel Rodríguez, pieza fundamental del plantel confeccionado por Ángel Serrano y que dirigió hasta bien avanzada la competición el actual preparador albinegro, Rafa Escobar.

Miguel, al contrario que Márquez, tuvo un comienzo de campaña descollante y consiguió encaramarse a la primera plaza de la clasificación de anotadores de todas las categorías nacionales, lo que propició que fuese objeto de reportajes de la prensa especializada a nivel nacional.

El onubense, que como ahora le sucede a Copi era poco menos que un icono para su afición, sumaba, pese a todo, 'sólo' 19 dianas a estas alturas de Liga y en las trece jornadas restantes sólo anotaría una más, que sumaría la que anotó en Villafranca de Barros durante la liguilla por un puesto en Segunda B. Paradojas de la vida, Miguel acabó aquella temporada jugando a las órdenes de Argimiro Márquez, que llevó al equipo a Segunda B tras empatar a dos con el Hellín en La Línea.

stats