Más que una remontada (2-1)
real balompédica linense-CD el ejido 2012
La Balona se reivindica con una emotiva victoria sobre el CD El Ejido, el mejor equipo al que se ha enfrentado Los albinegros perdonan en el primer tiempo y voltean el 0-1 cuando peor jugaban
Los reproches se tornaron entusiastas y cariñosos aplausos en apenas quince días. Las lanzas dejan paso a las calculadoras, ésas que sólo salen de los cajones cuando toca adivinar el tamaño de los sueños. Nada nuevo, sólo la Balona y su entorno en estado puro. El equipo de La Línea derrotó ayer al CD Ejido 2012, el mejor equipo, de largo, al que se haya enfrentado en el presente curso. Una victoria de peso que le permite encadenar siete jornadas -siete que se dice muy pronto- sin doblar la rodilla. Los albinegros desperdiciaron por falta de pegada un primer tiempo en el que, practicando un fútbol valiente, fueron mejores. Después se vieron por detrás en el marcador nada más comenzar la segunda entrega y voltearon el resultado cuando peor lo hacían. Como si el desenlace hubiese estado preguionizado, en el tanto del triunfo, al filo del final, tuvieron mucho que ver las tretas del toricantano Álex Trujillo y la picardía de Stoichkov, que, como poco, se reconcilió consigo mismo. Con la gente no lo necesitaba. La afición le quiere demasiado para estar enfadada con él.
El manido tópico de que el fútbol no tiene memoria se aplica siempre en un contexto negativo. Pero no siempre tiene ese contenido. Hace apenas dos semanas Manolo Ruiz y sus pupilos abandonaron el césped del Municipal entre abucheos, silbidos y un mar de dudas. Ayer [el míster también] lo hicieron en medio de una cariñosa ovación, preñada mitad de alegría, mitad de reconocimiento. La Balona se sobrepuso a las ausencias y logró un triunfo de esos que no se sabe muy bien si son justos o injustos, pero que tienta la fibra sensible de su añeja hinchada, que valora mucho la implicación de los que portan la centenaria casaca blanquinegra. Y en eso, los suyos estuvieron intachables.
El partido deja lecturas positivas. Por encima de todos el significativo debut de Álex Trujillo. Pero no fue lo único. Carlos Selfa empezó a dar señales de que puede ser una pieza importante. Muy importante. Este equipo, con sus limitaciones, que las tiene, parece estar inmerso en un proceso de continua mejora cuya cota máxima está por llegar. Y ya empieza a mirar, así, con disimulo, como sin querer decirlo en voz alta, a la zona noble de la tabla. No es poco, cuando hace nada era un inquilino de las catacumbas de la tabla.
Los linenses salieron al campo con una empanada de cuidado. En los diez primeros minutos el CD El Ejido triangulaba a sus anchas y Alfonso incluso se permitió lanzar con peligro desde fuera del área cerca del poste, pero directamente fuera.
A partir de ahí la Balompédica ganó en intensidad. Alfonso y Carlos Selfa se asociaron y el campo se tumbó del lado de Manu García. Daba toda la sensación de que más tarde o más temprano llegaría el uno-cero, pero el tanto se resistía.
La ocasión más clara llegó en el 20'. Gato, activísimo, centró, Francis Ferrón atrajo a los centrales y dejó pasar y Maurí, con todo el marco a su disposición, no levantó el cuero y terminó estrellándolo en el portero visitante, que, eso sí, cubrió toda la portería en su estirada.
El único aviso ejidense de lo que quedaba de la primera mitad tuvo como protagonista, paradójicamente, al meta celeste. Un saque en largo desde el borde del área de Manu García se envenenó con el viento y por poco sorprende a Óscar Santiago, que esperaba adelantado. El guardarredes balono, dicho sea de paso, parece mejor portero por días.
La oportunidad foránea fue solo un espejismo. De ahí al final el asedio fue largo y los balonos estuvieron cerca de marcar en un cabezazo de Joe y en una acción acabada por Carlos Selfa. En ambos casos, el portero almeriense anduvo presto.
Tras el intermedio el partido cambió radicalmente. Los reajustes de El Ejido le permitieron tomar el mando y en algunos momentos jugar a sus anchas.
En el 51' Juampe perdió un balón en plena salida, Alfonso apenas encontró resistencia en Zamorano y mandó un centro perfecto que Samu Corral leyó mejor que nadie. Era el 0-1.
El gol descompuso al equipo de casa, incapaz de desdoblarse en ataque y El Ejido parecía estar esperando su momento para sentenciar a una Balona metida demasiado atrás. Timorata.
Sin embargo en el 66 Ocaña y Álex Bautista salieron a interceptar un pelotazo en largo, acabaron por chocar entre ellos y dejar el cuero en los pies de Gato, que avanzó unos metros y cruzó con frialdad para restablecer el empate.
No había sido más que una jugada puntual. Y la prueba es que dos minutos después un error de Álex Santelices originó que Samu Corral se encontrase solo delante del marco y estrellase el esférico en el larguero. Fue la jugada que pudo cambiar el rumbo del encuentro.
El Ejido, que jugaba con gusto, empezó a encontrar paulatinamente más resistencia y el partido parecía abocado al empate. Otra vez el último cambio del equipo de casa vino condicionado por una lesión, la de Álex Santelices, que le dio la alternativa a Álex Trujillo.
En el 87' un saque de esquina. Precisamente el debutante -soberbio, con un desparpajo, una personalidad impropia de su edad- se fue contra los rivales en un córner. Lo que sucedió en el área sólo lo saben los protagonistas. Lo cierto es que el central balono acabó rodando por el suelo, pero la rebullasca distrajo las marcas, Zamorano puso el balón en movimiento en el momento exacto y Stoichkov sacó a pasear ese espíritu de trilero de área que le hace diferente para desviar el esférico hacia la red.
Lo hizo en medio de una colosal explosión de júbilo de una hinchada que, por encima de todo, quería ver ganar a los suyos, pero nada comparable con la que experimentó el propio jugador sanroqueño, que se sabía en deuda con el club, con sus compañeros, con el cuerpo técnico... y consigo mismo.
Con el pitido final, la euforia. Los silbidos ya son cosa del pasado. El único ruido que se oye ahora es el que se produce al amontonar las palas que algunos sacaron a pasear para enterrar a este grupo. Paciencia, divino tesoro.
ÁRBITRO: José Manuel Fernández Fernández, de Castuera (Badajoz). . A la espera de que las imágenes revelen qué sucedió en la jugada previa al 2-1, su labor fue correcta.
TARJETAS: Amarillas a los locales Francis Ferrón (25'), Joe (54') y Álex Trujillo (89') y a los visitantes Fran Oller (25'), Samu (58') y Admonio (89'). Expuñó del banquillo al segundo entrenador del CD El Ejido, Alberto Santana (89').
GOLES: 0-1 (51') Samu Corral se adelanta a la defensa y aprovecha un centro de Alfonso. 1-1 (65') Gato rentabiliza un encontronazo entre Ocaña y Álex Bautista, avanza y marca de tiro cruzado. 1-2 (87') Stoichkov a la salida de un córner.
INCIDENCIAS: Encuentro de la undécima jornada de Liga en el grupo IV de la Segunda división B, disputado en el Municipal de La Línea, en horario matinal, ante unos 1.200 espectadores.
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