La sub-21 de España golea a Malta en Algeciras con póker de Samu Omorodion (6-0)

Algeciras/El futuro de la selección nacional de fútbol está garantizado. La sub-21 de España cumplió con creces en Algeciras con una goleada para despedir como invicta la fase de clasificación para el próximo Europeo de Eslovaquia 2025. Samu Omorodion puso el show y un saco de goles en el Nuevo Mirador, donde la lluvia y la hora del partido no facilitaron el ambiente esperado para una cita de este calado. Los que acudieron, eso sí, disfrutaron con la Rojita y con la posibilidad de ver en vivo a algunas de las grandes promesas españolas. En algunos casos hablamos ya de figuras que se codean al máximo nivel.

La Rojita destila talento y gol, dos pilares fundamentales que se sustentan en una forma de entender el fútbol, una filosofía que la selección inyecta desde que los mejores llegan siendo prácticamente unos enanos. Nadie va a descubrir hoy que España cuenta con los entrenadores idóneos en los banquillos, apasionados del balón como Luis de la Fuente o Santi Denia, tutores de campeones de Europa y de los Juegos Olímpicos.

Santi Denia refrescó por completo el once inicial con respecto al que venció a Kazajistán el pasado jueves en La Línea. El seleccionador apostó por Fraga en la portería; una línea de cuatro atrás con Carmona y Bueno en los laterales, y Rafa Marín y Huijsen como centrales; el debutante Marc Casadó agarró las manijas en la sala de máquinas junto a Javi Guerra; por delante, un tridente con Hugo Álvarez, Peque y Yeremay; y arriba el tanque de la Rojita, el goleador de moda en Portugal, Samu Omorodion.

La selección española, con sus colores habituales, salió a mandar desde el primer instante ante una Malta vestida de absoluto blanco y parapetada en su campo con una zaga de cinco y un centro del campo de cuatro jugadores. Lo que toda la vida se ha calificado como meter el autobús. Ante tanto talento no es reprochable.

La Rojita mandó el primer aviso a los cuatro minutos con un cabezazo de Yeremay que se fue por poquito, pero a la siguiente no perdonó con una perita en dulce dentro del área que el capitán Samu Omorodion transformó en el 1-0.

El equipo de Denia encontró una autopista por el costado izquierdo con constantes centros de Hugo Bueno mientras Malta trataba de sacudirse de una presión asfixiante. Los malteses pararon la avalancha y frenaron el ímpetu inicial de la Rojita, que bajó una marcha sin soltar el volante.

La lluvia, que había estado revoloteando sobre el Estrecho las horas previas, se sumó para hacer algo más pesado el ritmo. Esto animó a Malta a asomarse aunque solo fuera tímidamente al otro lado del campo. Al filo del minuto 30 empezaron a sonar cánticos de "España, España" desde las gradas para reactivar a los chicos de Santi Denia. Un disparo colocado pero blandito de Marc Casadó animó al público, que volvió a jalear en una nueva ocasión de Samu a renglón seguido.

Yeremay, uno de los futbolistas con más chispa sobre el verde, provocó la falta en la que a punto llegó el segundo gol con un remate desde la estrategia del zaguero Huijsen. El neerlandés nacionalizado tiene una planta tremenda. Se mascaba y cayó por medio de Samu Omorodion. Quién si no. El '9' de la Rojita cazó un centro desde la derecha para abrir hueco en el luminoso en el minuto 37. El show de Samu no había hecho más que empezar porque el delantero se cocinó él solito el 3-0 en el minuto 39 con una demostración de físico y olfato que le reafirman como uno de los goleadores más prometedores del mundo.

El público del Nuevo Mirador emitió un ¡uy! colectivo con el zapatazo de Javi Guerra que se estrelló en la cruceta. El valenciano chutó casi teledirigido. Pero el que tiene un radar infalible de gol es Samu Omorodion, que antes del descanso se dio el gustazo de meter el cuarto tanto de España y el cuarto en su cuenta personal. Póker para un chico al que le falta un cuarto de hora para dar el salto con el combinado de Luis de la Fuente.

El segundo tiempo arrancó con la selección española volcada en campo contrario y con el voraz Samu al acecho del quinto. Suya fue la primera oportunidad tras la reanudación.

La fiesta cambió de protagonista en el minuto 56 con una genialidad de Peque dentro del área. El atacante danzó ante los defensores de Malta y sacó un tiro cruzado que se coló tras tocar en un palo.

Santi Denia movió el banquillo con un doble cambio en ataque. Quería más madera el seleccionador. Raúl Moro y Roberto suplieron al goleador Samu y Yeremay. Acto seguido Malta gozó de su primera gran aproximación con un contragolpe que a Zammit se le hizo eterno y chutó fuera.

Tras el sustito, España volvió a lo suyo, a insistir en el área contraria, a demostrarle a su entrenador que nunca hay que levantar el pie del acelerador. Denia dio entrada a Pablo Torre y Javi López a falta de 20 minutos, más piernas frescas para encarar el tramo final.

El combinado español encontró el sexto tanto de la tarde. Roberto Fernández robó la cartera a los malteses y regateó al meta para rurbicar su gol de killer. Roberto conocía bien el Nuevo Mirador ya que la pasada temporada lo visitó con el Málaga en Primera Federación, antes de echar a volar a cotas más altas.

Casadó, que marcó los tiempos como ya hace en el Barcelona de Flick, se marchó ovacionado por el Nuevo Mirador en la quinta y última sustitución de Denia, relevado por Beñat Turrientes.

La campeona olímpica controló sin mayores apuros los compases finales y la Rojita ya puede poner la vista en el horizonte del próximo gran torneo, el Europeo de Eslovaquia 2025 al que llegarán como gran favorita.

Todo salió a pedir de boca en el Nuevo Mirador bajo la exquisita organización de la RFEF. Por poner una pega, una lástima que el día no acompañase y que más padres y madres no se animasen a traer a sus niños a ver un espectáculo que puede tardar años en repetirse. Quizás más.