Un tifo polémico y premonitorio y un goleador nato

Madrid/Tres goles en una semifinal de la Champions y ante el eterno rival de la ciudad. Tres gritos más para reivindicarse, tres tantos más en la cuenta de Cristiano Ronaldo tras los cinco que logró hace unas semanas en los cuartos de final ante el Bayern de Múnich. A sus 32 años, el cuatro veces Balón de Oro llega pletórico al tramo final de la temporada.
Con el hat-trick de ayer el portugués alcanzó los 103 tantos en la Champions. Trece de esos goles fueron en las semifinales, donde el récord hasta el momento eran los 11 de Di Stéfano allá por los años 50 y 60. Además, luso es el máximo goleador entre cuartos, semifinales y final con 34 goles, doblando la cifra del argentino Lionel Messi.
Ahora, sólo una remontada que sería histórica del Atlético dentro de una semana apartaría al Real Madrid y a Cristiano Ronaldo de la final de Cardiff del 3 de junio. Levantar un 3-0 parece complicado y será una muesca más del conjunto blanco en sus duelos contra los rojiblancos en la Liga de Campeones en los últimos años, en los que se impusieron en los cuartos de final de hace dos temporadas y en las finales de 2016 y 2014.
A ello precisamente evocó la grada del Santiago Bernabéu, que se coloreó de azul y morado antes del inicio de un encuentro en el que los visitantes tuvieron que ver desde el campo el tifo más polémico de los que se han mostrado en los últimos tiempos en el estadio blanco. El fondo sur desplegó un mural enorme con un mensaje dedicado a los aficionados del cuadro rojiblanco: "Decidme qué se siente: Milán-Lisboa", evocando las dos finales que ganó el Real Madrid al Atlético en ambas ciudades europeas en 2016 y en 2014.
Los 4.000 hinchas colchoneros, presentes en el fondo norte del estadio, cantaron "siempre robando" para contestar a los aficionados locales, que inmediatamente se arrancaron con un "reyes de Europa" que resonó en todo el recinto.
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