El Eurogrupo acuerda la solución a la deuda griega
El plan ascenderá a 159.000 millones de euros, de los que 50.000 serán aportados por la banca privada. El país heleno podrá devolver lo que debe hasta en 30 años con un menor interés.
El segundo programa de rescate para Grecia ascenderá a unos 159.000 millones de euros y la participación del sector privado será de unos 50.000 millones, según anunció la canciller alemana, Angela Merkel. En esa participación privada, unos 12.600 millones procederán de la recompra de bonos griegos por parte de las entidades participantes, y el resto (37.000 millones) serán una "contribución neta".
Esta participación privada debe ser "totalmente voluntaria", insistió el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, en una conferencia de prensa. Los líderes de la zona euro acordaron también una reducción de los tipos de interés y plazos de vencimiento más largos, con la participación privada, para mejorar la sostenibilidad de la deuda griega.
El objetivo del plan es frenar el contagio de la crisis de deuda helena a España e Italia. Para ello, se prevé además flexibilizar el fondo de rescate de 750.000 millones de euros, permitiendo que dé créditos preventivos y recapitalice los bancos de países con problemas, aunque no hayan sido rescatados. También podrá comprar deuda en el mercado secundario. "Hemos creado un sólido cortafuegos y mejores brigadas de bomberos", ha celebrado el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
En concreto, los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona ampliarán al máximo posible los plazos de devolución de los préstamos procedentes del fondo de rescate, la Facilidad Europea de Estabilización Financiera (FEEF), desde los actuales siete años y medio a 15 años (con posibilidad de hasta 30 años y un período de gracia de diez años). Además, se reducirán los tipos de interés de los créditos de este instrumento hasta aproximadamente el 3,5%.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha explicado que si las agencias de rating califican este plan de "impago", los países de la eurozona garantizarán temporalmente los bonos griegos para que el Banco Central Europeo (BCE) siga inyectando liquidez en el sistema financiero heleno. Por su parte, Trichet ha dado a entender que en estas condiciones seguirá aceptando los bonos griegos. "Lo que vamos a hacer por Grecia, no lo haremos por ningún otro país de la eurozona", ha dicho Sarkozy, para dejar claro que la reestructuración de la deuda no se extenderá a Portugal e Irlanda. "Para estos dos países excluimos totalmente la participación del sector privado", ha insistido. No obstante, Lisboa y Dublín sí se beneficiarán de la reducción de los tipos y la ampliación de los plazos de los préstamos de la UE.
Por su parte, presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha mostrado convencido de que el acuerdo para un segundo rescate de Grecia permitirá relajar la tensión y generar confianza y tranquilidad. Zapatero ha expuesto esa opinión en la rueda de prensa que ha ofrecido al término de la cumbre de la eurozona y en la que ha subrayado que la reunión a la que se enfrentaban los jefes de Estado y de Gobierno de los países que comparten el euro era decisiva. "Se ha logrado un acuerdo fuerte, concreto, preciso, que debe transmitir confianza y credibilidad y, ante todo, permitir a los países de la zona euro tener expectativas para la recuperación económica", ha añadido.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, aseguró que estas medidas "aseguran la sostenibilidad de la deuda griega" a largo plazo.
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