Lagarde quiere un FMI más plural y con más voz para los mercados emergentes
En su primera intervención como directora del FMI, la francesa invita a la clase política griega a "inspirarse en las valientes decisiones que se han tomado en Irlanda y Portugal".
La nueva directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, dijo, en su primera rueda de prensa, que intentará que el organismo sea más plural, con mayor diversidad de género, de culturas y hasta académica, y que potenciará la voz de los emergentes.
La ex ministra francesa de Finanzas será la primera mujer que dirija el FMI, pero, pese al avance que esto representa, su nombramiento fue polémico porque supone que el organismo se mantiene en manos europeas. En base a un pacto de caballeros el FMI lo dirige un europeo y el Banco Mundial un estadounidense, pero los emergentes reclamaban un cambio de esa política que les dé un mayor papel, de aquí que Lagarde insistiera en que: "La diversidad y el valor de la diversidad encabezan mi lista de prioridades".
Lagarde asume el puesto tras la dimisión del también francés Dominique Strauss-Kahn, acusado de intento de violación, y en medio de una creciente presión para aplacar las críticas de que el Fondo es un organismo dominado por hombres en el que prima el pensamiento único.
Insistió en que cuando habla de diversidad se refiere a "derribar barreras" para invitar a todo tipo de voces y "aprovechar" las "ventajas" de distintos puntos de vista.
La ex ministra francesa, que dijo al canal de televisión France 24 haber hablado recientemente con Strauss-Kahn sobre temas exclusivamente profesionales relacionados con la sucesión, alabó la labor de su antecesor en varias ocasiones.
Mencionó que el FMI necesita tener una visión "integral" que no tenga en cuenta tan solo "criterios tradicionales estándar" a la hora de evaluar las economías y que incluya parámetros como el empleo u otros asuntos sociales. Indicó, en ese sentido, que fue precisamente su antecesor el que "abrió ese camino" de variables no tradicionales.
Aseguró que sus principales preocupaciones como nueva directora gerente del FMI son los problemas de deuda soberana en Europa y el enorme flujo de capitales hacia los emergentes. "Los asuntos urgentes a los que tenemos que prestar atención tienen que ver con la deuda soberana" afirmó y añadió que como es bien sabido el problema se centra sobre todo en Europa y más concretamente en Grecia.
El segundo asunto que más le preocupa, según explicó, es el masivo desembarco de flujos de capital hacia los mercados emergentes, que están creando presiones inflacionarias en distintos países.
Con respecto a Grecia anunció que el viernes 8 de julio se reunirá el Consejo de la institución para estudiar la nueva ronda de ayuda al país. El pasado fin de semana los países de la zona euro liberaron un paquete de ayuda de 12.000 millones de euros para asistir de forma inmediata a Grecia, de los que unos 3.300 millones deberán ser autorizados por el FMI, posiblemente el viernes.
Lagarde se refirió también a las desavenencias políticas que hay en Grecia e instó a la clase política a "inspirarse en las valientes decisiones que se han tomado en Irlanda y Portugal". "A veces hay que dejar de lado intereses individuales, por el bien del país, como ha ocurrido en Irlanda y Portugal", apuntó.
Evitó en todo momento valoraciones sobre el proceso judicial al que se enfrenta Strauss-Kahn, aunque insistió en que en ese como en cualquier otro caso es importante la presunción de inocencia. Lagarde indicó, por otra parte, que la economía global sigue recuperándose pero destacó que es un proceso "desigual" con un ritmo mucho más rápido en los países emergentes que en los avanzados. Subrayó, por lo demás, que el empleo es "crítico" para que haya una buena "química social".
Insistió, por lo demás, en la necesidad de "seguir mejorando la legitimidad del Fondo", y dijo que se asegurará de completar la reforma que da más voz y peso a los emergentes en el organismo. Aseguró que asume las riendas del FMI con una mente abierta y capacidad de gestión y aseguró que su objetivo es convertirse en "una buena directora de orquesta".
"Me fiaré del consejo de los que conocen bien su área", continuó la ex ministra, que trabajó más de dos décadas en EEUU como abogada del bufete Baker & McKenzie, del que se convirtió en presidenta en 1999, la primera mujer designada para ese puesto.
"Sin querer sonar demasiado poética (me gustaría decir que) no todos los directores de orquesta saben tocar el piano, el violín o el violoncelo", indicó Lagarde. "Intentaré ser una buena directora de orquesta", insistió y añadió que será imparcial y no favorecerá a ningún país o región.
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