Análisis
Santiago Carbó
Tras un buen año en lo macroeconómico, en 2025 hará falta mucho más
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado que "no va a haber ningún rescate de la banca española" y ha defendido la actuación del Ejecutivo en relación con Bankia como un ejercicio de transparencia que "lo que proporcionan es tranquilidad". En declaraciones a los periodistas tras la reunión del comité ejecutivo del PP, Rajoy ha descartado que la situación de Bankia haya influido en el repunte vivido por la prima de riesgo de España, aunque ha reconocido que con el riesgo país en máximos históricos "es muy difícil financiarse". El presidente ha asegurado que la alternativa a la inyección de dinero público en Bankia "era no hacer nada, dejarla quebrar", lo que hubiera afectado a todo el sector. Rajoy ha indicado que la ayuda pública que se inyectará en la entidad se recuperará cuando ésta sea vendida, una vez saneada y recapitalizada. "No es la primera vez que se mete dinero público en una entidad", ha dicho el presidente del Gobierno, quien ha añadido que el objetivo de nacionalizar Bankia era "garantizar los depósitos de los españoles, sanear la entidad, recapitalizarla y recuperar la confianza de los mercados".
La decisión de nacionalizar Bankia ha sido "difícil", ha dicho Rajoy, quien cree que, aunque "hubiera sido más cómodo mirar hacia otro lado", no se podía "no hacer nada". Además, ha indicado que la nacionalización de la entidad se ha adoptado en un proceso general de reforma del sistema financiero español en el que "se van a sacar" las viviendas que tienen las entidades en sus balances y venderlas a precio de mercado. En cuanto a la ayuda pública que ha pedido Bankia que asciende a más de 24.000 millones de euros, Rajoy ha manifestado que aunque las cifras "son las que han dado los nuevos gestores", el Estado tiene que evaluarlas, algo que hará con la ayuda de dos valoraciones independientes que se llevará a cabo en todo el sector financiero español. "Hay que esperar a la evaluación", ha dicho Rajoy, quien ha indicado que las cifras facilitadas por los gestores este fin de semana no son "un agujero ni pérdidas", sino una devaluación de los activos, de los que habrá créditos que no se puedan cobrar y otros que sí, aunque dentro de un tiempo.
"No vamos a dejar caer a ninguna comunidad autónoma"
Rajoy ha insistido en que el Gobierno no va a dejar "caer" a ninguna comunidad autónoma porque si no, ha dicho, "se cae el país". El jefe del Gobierno se comprometió a poner "pronto" en marcha un instrumento que resuelva la liquidez de las comunidades y garantice la sostenibilidad de la deuda autonómica. "No vamos a dejar caer a ninguna comunidad autónoma, igual que no pueden caer las entidades financieras. Es que si no, se cae el país", ha aseverado Rajoy. Ha señalado que el Gobierno "no sólo asume la responsabilidad por el propio Gobierno, sino por las comunidades, porque son España". "Yo me considero responsable también de lo que pase en las comunidades autónomas, gobierne quien gobierne", ha destacado.
Mariano Rajoy ha recordado las medidas adoptadas por el Ejecutivo para ayudar a las CCAA, como los anticipos a cuenta, la ampliación del plazo para devolver el dinero que deben al Estado, la línea del ICO para que puedan refinanciar su deuda o el plan para pagar las deudas con los proveedores, que podrían comenzar a cobrar esta semana. "Vamos a ayudar a todas las comunidades, con una única condición, la que asumieron en el Consejo: tirar todos del mismo carro, reducir el déficit y hacer un esfuerzo de control del gasto público", ha afirmado el presidente del Gobierno.
Reclama a Bruselas que "disipe cualquier duda sobre el euro"
El jefe del Ejecutivo ha hecho un llamamiento a la Unión Europea para que "disipe cualquier duda sobre el euro" y deje claro que es un "proyecto irreversible", razón por la que ha reclamado una mayor integración fiscal, monetaria y política. "Es necesaria una apuesta clara, contundente y enérgica", ha dicho el presidente en rueda de prensa tras la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP. Ha afirmado que España apoya con determinación la existencia del euro, porque es fundamental para el futuro del país y de Europa. En este sentido, ha defendido como uno de los principales retos a los que se enfrenta Europa la fijación de objetivos claros encaminados a conseguir la integración fiscal, monetaria y política, un debate que considera que ha de estar al mismo nivel que el planteado con la puesta en marcha de la moneda única. También ha reclamado a la UE que plantee reformas estructurales para avanzar hacia un verdadero mercado único que permita mejorar la competitividad económica y que apoye desde un ámbito común a los trabajadores y a las pymes de los diferentes estados miembros.
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