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Unicaja se convierte en el quinto banco español tras la absorción de Liberbank

El presidente ejecutivo de la nueva entidad, Manuel Azuaga, resalta el “hito histórico” de una operación que apoyará “la recuperación económica del país”

Las juntas de accionistas de Unicaja y Liberbank aprueban la absorción

Unicaja aprueba las cuentas de 2020 y reparte 16,9 millones de dividendos

La junta de accionistas de Unicaja Banco. / M. H.
Jorge Pedrosa

01 de abril 2021 - 07:02

Málaga/Pendientes de las autorizaciones administrativas, Unicaja es desde ayer el quinto banco más importante de España. Unos activos de casi 109.000 millones de euros y 4,5 millones de clientes. Unos números que le aúpan a una posición dominante en seis comunidades autónomas sin renunciar a sus raíces andaluzas porque la entidad seguirá operando desde su sede central en Málaga. El final, por el momento, de un proceso de concentración que inició hace ahora tres décadas y que culmina con éxito.

Las juntas de accionistas de Unicaja y Liberbank aprobaron ayer la fusión, acordaron la composición del nuevo consejo de administración con 15 miembros, que regirá la financiera, y el reparto de dividendos entre sus accionistas.

"La relevancia en el panorama nacional es compatible con la vinculación territorial", Manuel Azuaga

Manuel Azuaga, presidente ejecutivo de la nueva Unicaja Banco durante los dos próximos años, calificó la operación como histórica y señaló que supone un "hito crucial y trascendental” que permitirá una “mejor percepción” de los inversores y servirá de apoyo “para la recuperación económica del país”, aseguró. Defendió que el quinto banco de España nace con la intención de mejorar la rentabilidad y optimizar la oferta y recordó que los valores que le identifican son la cercanía a los clientes. En ese sentido, el directivo enfatizó que es compatible alcanzar un posicionamiento de relevancia en el panorama financiero nacional con el mantenimiento de la vinculación territorial, en referencia a sus lazos históricos con Málaga y Andalucía.

El presidente de Unicaja defendió que el plan que ahora afrontan encaja con una mejora en la sostenibilidad del modelo de negocio y de “gestión de riesgos” y recordó cómo la fortaleza de la entidad le ha permitido superar las crisis que se han sucedido desde 2011, primero por la recesión económica y ahora a causa de la pandemia, de hay que realizara un canto “a la prudencia” que siempre ha estado presente en la historia de Unicaja.

Azuaga aseguró que las medidas que pueden afectar a la plantilla del banco con motivo de la fusión se analizarán “con rigor y seriedad”, dando cumplimiento a la normativa y con el mayor acuerdo posible entre partes.

Por su parte, el consejero delegado de Liberbank, Manuel Menéndez, aseguró que los empleados serán “actores esenciales” en este proceso de creación de un banco mejor, aunque advirtió de que los esfuerzos “no han terminado”. Valoró que la sinergia de la operación ascenderá a 192 millones anuales, sobre todo a partir de 2023 y destacó que el capital será “el más elevado entre las entidades cotizadas españolas”.

Además, entiende que el proceso es favorable “para todos los grupos de interés; para los accionistas, por el impacto positivo en el beneficio por acción y, para los clientes, puesto que se mejorará la oferta, accesibilidad y la inclusión financiera, con una amplia presencia territorial y una mayor capacidad para afrontar la evolución tecnológica y de los servicios de banca digital”. Por su parte, Pedro Rivero, presidente de Liberbank, destacó que la fusión cumple con una visión estratégica.

El futuro consejo quedará integrado por 15 miembros y estará comandado por el actual presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, quien mantendrá sus funciones ejecutivas durante el periodo de transición de dos años. El actual consejero delegado de Liberbank ostentará el mismo cargo, también con funciones ejecutivas. El resto del órgano de dirección está integrado por Juan Fraile Cantón (Unicaja Banco), Petra Mateos-Aparicio Morales (Unicaja Banco), Manuel Muela Martín-Buitrago (Unicaja Banco), Teresa Sáez Ponte (Unicaja Banco), Felipe Fernández Fernández (Liberbank), Ernesto Luis Tinajero Flores (Liberbank) y David Vaamonde Juanatey (Liberbank) como consejeros dominicales; es decir, nombrados por los patronatos de las fundaciones bancarias. Y como independientes: María Luisa Arjonilla López (Unicaja Banco), Ana Bolado Valle (Unicaja Banco), Manuel Conthe Gutiérrez (Unicaja Banco), Manuel González Cid (Unicaja Banco), Jorge Delclaux Bravo (Liberbank) y María Luisa Garaña Corces (Liberbank). Un 40% de independientes y un tercio de mujeres, en este caso como marcan las recomendaciones del Código de Buen Gobierno de las Sociedades Cotizadas.

La absorción de Liberbank por parte de Unicaja Banco cristaliza con el tipo de canje que se estableció en el proyecto común de fusión aprobado el pasado mes de diciembre. Los actuales accionistas de Unicaja Banco contarán con el 59,5% del capital, y los procedentes de Liberbank, el 40,5%. En virtud de esta operación, los accionistas de esta última entidad recibirán títulos ordinarias de nueva emisión de la primera, en la proporción de 1 acción de Unicaja Banco por cada 2,7705 acciones de Liberbank. La entidad comienza su singladura con una presencia en el 80% del territorio nacional. Será banco de referencia de referencia en Andalucía, Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cantabria y Asturias, según informó Unicaja.

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