BBVA espera que el periodo de aceptación de la opa sobre Banco Sabadell se inicie a finales de junio

Fuentes del proceso recuerdan que el Gobierno tiene potestad para extender los plazos

La entidad defiende los compromisos sociales que contempla en su propuesta

Sabadell lleva su beneficio a un récord de 1.827 millones y eleva el dividendo a 3.300 millones para frenar la opa

Edificio La Vela en la ciudad del BBVA en Madrid
Edificio La Vela en la ciudad del BBVA en Madrid / Europa Press/Ricardo Rubio
Agencias

18 de marzo 2025 - 14:22

Madrid/BBVA espera que el periodo de aceptación que la oferta pública de adquisición (OPA) sobre el Banco Sabadell se inicie a finales del segundo trimestre del año. "Esperamos la decisión de la autoridad de Competencia [CNMC] en las próximas semanas. Después de eso, el Gobierno puede elegir revisar el caso y después empezaría el periodo de aceptación", explica Onur Genç, consejero delegado de la entidad, en unas declaraciones a Bloomberg TV recogidas por Europa Press. Fuentes próximas al proceso han asegurado a la agenda EFE, sin embargo, que el Gobierno puede tardar "varios meses" en decidir qué condiciones impone al BBVA si quiere seguir adelante con su oferta de compra.

"Dependemos de las autoridades, pero en nuestra opinión el periodo de aceptación debería pasar en los últimos momentos del segundo trimestre", defiende Genç, que apunta a finales de junio. La CNMC está estudiando la operación en segunda fase y se espera que termine su revisión entre finales de marzo y principio de abril. Previsiblemente se aprobará con remedies, lo que implicará que el Ministerio de Economía tendrá que revisarla y decidir si la eleva o no al Consejo de Ministros. Para ello, el titular de esta cartera, Carlos Cuerpo, tiene un plazo de 15 días una vez reciba la resolución del regulador.

Si finalmente llega al Consejo de Ministros, el plazo máximo que tiene para dictar su decisión será de un mes desde la notificación de Economía de elevarla. Según el artículo 10 de la Ley de Defensa de la Competencia, el Consejo de Ministros puede valorar las concentraciones atendiendo a criterios de interés general distintos de la defensa de la competencia. Tras pronunciarse el Gobierno, será la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la que tenga que aprobar el folleto de la OPA. El supervisor ha decidido esperar a la última fase de este proceso para que los accionistas de Banco Sabadell cuenten con la mayor cantidad de información posible. Solo tras estos pasos se abriría el periodo de aceptación de la OPA, que tiene que estar abierta durante un mínimo de 15 días y un máximo de 70 días.

Fuentes del proceso han indicado a EFE, sin embargo, que la decisión gubernamental podría demorarse varios meses. Aunque la teoría señala a los plazos indicados, la gestión de esos tiempos y el cumplimiento del mismo dependen exclusivamente del Gobierno. Este podría demorarse meses como ocurre con Competencia para tomar una decisión sobre una cuestión que considera de gran relevancia para la economía del país y el acceso al crédito de las pymes. Entre otras cuestiones, podría extenderse si ve ve necesario solicitar la opinión de terceros antes de que el Consejo de Ministros tome una decisión. Por el momento, el Ejecutivo no ha trasladado en ningún caso que su intención sea alargar el proceso.

No parece probable que el responsable de Economía, dada su oposición desde el primer momento a la operación, que no lleve el asunto al Consejo de Ministros, lo que cerraría la vía administrativa y allanaría el camino al BBVA para que la CNMV apruebe el folleto y se inicie el proceso de canje. Por el contrario, se da por descontado que Cuerpo elevará la cuestión dentro de los plazos de la norma.

A partir de ese momento, el calendario puede saltar por los aires si el Consejo de Ministros decide que un mes no es suficiente para confirmar la resolución del regulador o autorizar la compra con nuevas condiciones. Más cuando la Ley de Defensa de la Competencia de 2007 deja claro que estas condiciones deberán estar debidamente motivadas en razones de interés general distintas de la defensa de la competencia, como la seguridad nacional, la protección del medioambiente o la promoción de la innovación, por ejemplo. A juicio del presidente del BBVA, Carlos Torres, hay poco margen para que el Ejecutivo imponga compromisos adicionales. Por el contrario, el consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno, confía en que haya condiciones que garanticen la competencia, algo que considera no está en manos de la CNMC y sí del Gobierno. "Es una obligación social, no política", argumentó recientemente, que se refería a compromisos de "bienestar social" como el equilibrio territorial para que todas las comunidad autónomas tengan acceso al crédito.

Compromisos sociales contemplados

Precisamente, el consejero delegado de BBVA se ha referido a los compromisos presentados para que el regulador apruebe la opa, con la inclusión de cuestiones planteadas por la CNMC y el Gobierno sobre créditos a pymes, inclusión financiera o cohesión territorial. "Con los compromisos que hemos presentado, hemos respondido plenamente a las preocupaciones que han planteado. Son soluciones realmente contundentes. Por tanto, sus principales preocupaciones se abordarían", ha comentado en su intervención en la Conferencia Financiera Europea organizada por Morgan Stanley en Londres (Reino Unido).

Entre otros asuntos, Genc aclara que en la lista de compromisos está la posibilidad de mantener, salvo deterioro del cliente, la financiación para pymes, una de las principales preocupaciones de las autoridades, así como mantener los precios en determinadas regiones y segmentos, de nuevo, especialmente en el de las pymes. "Básicamente, estamos ofreciendo algunas soluciones que no se han dado antes, que sepamos, que es garantizar el precio para esos segmentos en esas regiones" y no sobrepasar la media del país, aclara. También contempla el compromiso de no cerrar sucursales en zonas rurales ni de bajos recursos, ni de quitar oficinas si no hay otra a menos de 300 metros. "Con estas soluciones estamos convencidos de que la CNMC dará luz verde a la opa en las próximas semanas", añade. A partir de ahí, es el Gobierno el que debe dar avance al proceso para iniciar el proceso de aceptación por parte de los accionistas.

La operación

La intención del BBVA es dar a los accionistas de Sabadell un canje de una acción de nueva emisión de BBVA por 5,3456 de Sabadell y un pago en efectivo de 0,70 euros por acción correspondiente a los dividendos que el propio banco presidido por Carlos Torres quiere dar en total a sus accionistas a cuenta de sus resultados de 2024.

El CEO de BBVA estima que la operación logrará sinergias de ahorro de costes haya o no fusión, "la mayoría de las sinergias son principalmente en tecnología y pueden ser logradas en ambos escenarios". En concreto, el banco espera lograr unos ahorros de costes de 850 millones de euros con esta operación en un plazo de tres años. De esa cifra, 100 millones de euros se corresponderán con unos menores costes de financiación, mientras que 300 millones serán en ahorro de personal y otros 450 millones serán por ahorros administrativos y de tecnología.

En un primer momento, los costes de reestructuración calculados iban a ser de unos 1.450 millones de euros. Posteriormente, el banco reconoció un coste de 350 millones de euros por la amortización de gastos tecnológicos, a razón de unos 70 millones de euros anuales por un periodo de cinco años. De tal forma, la factura de la operación se elevaría a los 1.800 millones de euros.

Tras este periodo de aceptación, Genç afirma que BBVA poseerá "prácticamente" la mayoría de las acciones de Sabadell y que, de nuevo, volverá a intervenir el Ejecutivo, pero esta vez sobre la segunda parte de la operación: la fusión. "En ese momento, controlaríamos el consejo de administración, gestionando Sabadell como una entidad separada. El Gobierno decidirá si se lleva a cabo la fusión o no. Esa es la fase final", apunta.

BBVA mantiene prácticamente intacta la cifra de 850 millones de euros de sinergias que prevé conseguir con la operación. Los cálculos de la entidad señalan que 100 millones provendrían de costes de financiación, puesto que el rendimiento de BBVA es "mucho mejor" que el de Sabadell, mientras que el resto, 750 millones, estaría en su mayoría relacionado con tecnología.

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