La bolsa mantiene los 8.000, pese a bajar un 4,11%

Madrid/La caída de las plazas asiáticas esta madrugada, la asistencia financiera a Ucrania y Hungría o las pérdidas y necesidad de capital de la banca europea alimentaron hoy la bajada de la bolsa española, que perdió el 4,11% y acabó en el ligeramente por encima de los 8.000 puntos, nuevo mínimo anual.

Así, el principal indicador del mercado español, el Íbex 35, en el que ningún valor subió, bajó 343,30 puntos, equivalentes al 4,11 por ciento, hasta 8.009,90 puntos, nuevo mínimo anual y nivel que no registraba desde finales de septiembre de 2004. En el año pierde el 47,24 por ciento. En Europa, con el euro a 1,254 dólares, Milán y París bajaron el 3,96 por ciento cada uno, mientras que el índice Euro Stoxx 50 bajó 1,72 por ciento; Londres, el 0,79 por ciento, y Fráncfort, el 0,22 por ciento.

La caída de los mercados asiáticos esta madrugada auguraban un mal comienzo de sesión. Después de que Wall Street bajara el 3,6 por ciento el viernes, Tokio perdió hoy el 6,3 por ciento y se situó en niveles de 1982, en tanto que Hong Kong bajó el 12,7 por ciento. La desaceleración económica y los problemas de algunas divisas en Asia -Corea del Sur bajaba tipos 0,75 por ciento, hasta el 4,25 por ciento- propiciaban las ventas al otro lado del mundo.

En España, la bolsa registraba después de la apertura pérdidas cercanas al 7 por ciento y bajaba hasta 7.700 puntos, nivel de agosto de 2004, después de que se conociera que el Fondo Monetario Internacional prestaría apoyo financiero a Ucrania y Hungría. En el sentimiento negativo de los inversores también pesaban las pérdidas de Deutsche Postbank por sus inversiones en Lehman Brothers; la ampliación de capital que planea SwedBank; la inyección de 3.500 millones del estado belga en el banco KBC o las necesidades de fondos que necesitarían algunas aseguradoras, como Aegon.

Aunque las pérdidas se reducían ligeramente, la bajada en octubre de la confianza empresarial germana (índice IFO) a niveles de 5 años atrás apuntalaba la caída, que ignoraba el descenso de dos décimas del dinero en circulación en la zona euro (M3) en septiembre, hasta el 8,6 por ciento, noticia que sugiere la posibilidad de una bajada de tipos. Antes de la apertura del mercado neoyorquino la bolsa superaba el nivel de 8.000 puntos. Aunque Wall Street abría con pérdidas superiores al 1 por ciento, el mercado español aminoraba el descenso y se aproximaba a 8.200 puntos.

La subida del 2,7 por ciento de las venta de viviendas nuevas en los Estados Unidos en septiembre y los buenos resultados de Verizón permitían que el mercado neoyorquino redujera sus pérdidas y, en alguno momentos, subiera. Aunque el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, dijo que podría bajar los tipos de interés el próximo mes, la cotización del euro, que había bajado de 1,24 dólares subía hacia 1,26, mientras que el precio del crudo Brent, que esta mañana descendió a 59 dólares por barril, subía a 62 al cierre. Las ganancias cercanas al 1 por ciento de Wall Street al cierre español conseguían que la bolsa española superar al final de la sesión el nivel de 8.800 puntos y acabar con la duodécima mayor bajada del año.

De los grandes valores, Iberdrola perdió el 6,79 por ciento, mientras que BBVA, que fue objeto de un informe negativo de un banco de inversión, el 4,51 por ciento; Telefónica, el 4,08 por ciento; Banco Santander, el 3,92 por ciento, y Repsol, el 3,38 por ciento. Abengoa registró la mayor caída del Ibex, el 9,18 por ciento, seguida de Técnicas Reunidas, que bajó el 9,08 por ciento, en tanto que Criteria perdió el 9,81 por ciento y acabaron con descensos comprendidos entre el 7 y el 8 por ciento Gamesa, Gas Natural; Acciona, y Red Eléctrica. Unión Fenosa repitió cotización, mientras que ACS, que amortizará el 5 por ciento de su capital, acabó con el menor descenso, el 0,77 por ciento.

En el mercado continuo el principal descenso correspondió a Inbesós, el 18,75 por ciento, mientras que Inmobiliaria Colonial comandó las ganancias con una subida del 13,33 por ciento. La rentabilidad de la deuda española a largo plazo se mantuvo en el 4,36 por ciento, en tanto que los inversores negociaron en el mercado continuo 4.120 millones de euros.