La cordobesa AGR creará campos de ensayo en Andalucía y Portugal para estudiar el comportamiento de cada variedad de olivar

El primer campo de ensayo ya se ha plantado en Mérida con todas las variedades en seto de los programas de mejora genética más importantes del mundo

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Campo de ensayo de Don Tello, en Mérida (Badajoz).
Campo de ensayo de Don Tello, en Mérida (Badajoz). / AGR

Sevilla/La empresa cordobesa de servicios agrícolas especializados en el olivar y almendro, AGR by De Prado, creará distintos campos de ensayo en Andalucía y Portugal para estudiar el comportamiento de todas las variedades de olivar en seto de los programas de mejora genética más importantes del mundo, sumándose así al que ya tiene en funcionamiento desde el año pasado en la finca Don Tello, en Mérida (Badajoz).

El objetivo es estudiar, junto con el equipo de I+D del Grupo De Prado, el comportamiento de cada variedad y aprender las mejores técnicas de poda. En concreto, se está trabajando con arbequina, arbosana, lecciana, I-15, Sikititita 1, Sikitita 2, Coriana, Sultana y nuevos códigos en los que está trabajando la Universidad de Córdoba junto con el IFAPA.

AGR, explicó que, con este proyecto, “se intenta dar respuesta a cuestiones sobre las que todo el sector coincide que hay más dudas y donde no existe aún consenso como, por ejemplo, qué variedad recomendar según las condiciones edafoclimáticas y la dotación hídrica”.

También, en la próxima campaña se comenzarán los ensayos de poda, enfocados especialmente en la parte mecanizada, empezando a abordar la poda lateral con cuchillas selectivas que peinen los brotes tiernos y eliminen las ramas gruesas ampliando los trabajos actuales que se realizan mediante cortabajeras y topping con tractor, como servicio que se da al agricultor desde AGR.

Instalaciones en Don Tello.
Instalaciones en Don Tello. / AGR

De este modo, “queremos transmitir nuestro saber hacer y probar en nuestros campos de ensayo las distintas variedades en situaciones diferentes, ya sea en regadío como en secano, con la idea de sacar conclusiones después de cuatro cosechas”, ya que se trabajará durante dos ciclos de vecería para “poder entender mejor las variedades y mientras tanto, observar cómo crecen y cómo sería más recomendable su poda porque cada variedad requiere un manejo distinto”.

Por ello, los técnicos trabajarán, en estos ensayos, distintos tratamientos de menor a mayor mecanización hasta incluso alguna prueba 100% mecanizada con variedades muy compactas que lo permitan.

Para el equipo de AGR, estos trabajos de comprobación “son esenciales, especialmente teniendo en cuenta la gran falta de mano de obra existentes en el campo, por lo que parece que, poco a poco, habrá que ir apostando por la poda mecanizada”.

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