Matsa compromete 55 millones de euros en garantías de restauración para su futura instalación de residuos mineros en Huelva
Minería
La compañía asegura la continuidad de sus operaciones en la provincia con una infraestructura clave para su modelo productivo

Huelva/Sandfire Matsa afrontará garantías de restauración superiores a 30 millones de euros para su futura instalación de gestión de residuos mineros, que serán depositadas ante la Junta de Andalucía. Esta cifra se suma a los 25 millones de euros que la compañía ya ha consignado anteriormente como garantías, lo que eleva el compromiso económico total por este concepto a más de 55 millones.
El volumen de estas garantías pone de manifiesto la magnitud del proyecto y la relevancia estratégica de esta infraestructura para la continuidad del modelo productivo de la empresa en la provincia de Huelva, donde la actividad minera representa uno de los principales motores socioeconómicos. La nueva Instalación de Gestión de Tailings (IGT), que cuenta con Autorización Ambiental Unificada (AAU) favorable y Permiso de Minas, ha sido concebida para sustituir al actual depósito de estériles construido en 2008, cuya vida útil finalizará en 2026, y representa una pieza fundamental en el plan de operaciones a medio y largo plazo de la compañía.
Este nuevo depósito ha sido diseñado de acuerdo con las normativas internacionales más exigentes en materia de gestión de residuos mineros. Su tramitación ha incluido un riguroso proceso de evaluación ambiental, consultas públicas y participación de comunidades locales, lo que ha derivado en la elección de una ubicación considerada óptima desde el punto de vista medioambiental, aunque más costosa desde el punto de vista económico. La futura instalación se localizará a más de 700 metros del núcleo urbano de Valdelamusa, sobre suelos rústicos de naturaleza común y sin afección a espacios protegidos. Tendrá una capacidad equivalente a la del actual depósito —muy inferior a la de otras instalaciones similares del país— y almacenará estériles espesados o en estado sólido, con un contenido sólido del 60 al 70%, transportados por tuberías desde las instalaciones de procesamiento. Este sistema está reconocido por la Comisión Europea como una de las mejores técnicas disponibles para la deposición de residuos mineros.
El diseño de la instalación favorece su integración en la topografía del entorno, con un impacto visual bajo, y contempla medidas de integración paisajística, como la creación de una pantalla vegetal. Además, el proyecto prevé actuaciones ambientales compensatorias, entre ellas la repoblación de 175 hectáreas de pino piñonero en monte público. También se contempla la ejecución de medidas de seguimiento y mantenimiento durante al menos 30 años una vez finalizada la vida útil de la infraestructura, lo que refuerza el enfoque a largo plazo del modelo de restauración ambiental. La futura instalación incluirá una permuta de caminos rurales consensuada con los vecinos de Valdelamusa y aprobada por unanimidad en el Pleno del Ayuntamiento de Cortegana. El nuevo camino, de uso agrario y recreativo, mantendrá la funcionalidad del trazado original y se integrará en el entorno para facilitar su uso por parte de la comunidad.
El desarrollo de esta infraestructura coincide con el décimo aniversario de la reapertura de la mina Sotiel y el pase a explotación de mina Magdalena, dos hitos que marcaron el inicio de la etapa moderna de Sandfire Matsa como operador minero en la Faja Pirítica Ibérica. Ambas minas, junto con la planta de procesamiento de mineral ubicada en Almonaster la Real, forman parte de un modelo productivo que ha alcanzado su madurez operativa y que actualmente se encuentra en fase de optimización y exploración para asegurar su viabilidad futura. Las actividades de la compañía, centradas en la extracción subterránea y el procesamiento de concentrados de cobre, zinc y plomo, han contribuido de forma significativa al desarrollo económico de los municipios donde se ubican, tanto por el empleo directo como por el impacto en la contratación de bienes y servicios locales, el pago de tributos y la inversión en iniciativas sociales.
Mina Sotiel, localizada en el término municipal de Calañas, recibió en 2014 la Autorización Ambiental Unificada favorable y fue reabierta en febrero de 2015 tras permanecer cerrada durante 14 años. Desde entonces, se han llevado a cabo trabajos de rehabilitación, apertura de nuevas galerías y mejora de accesos que han permitido su explotación con garantías de seguridad y sostenibilidad. Por su parte, Mina Magdalena, en el municipio de Almonaster la Real, fue descubierta por el equipo de geólogos de la compañía en 2013 y, tras obtener los permisos necesarios en 2014 y 2015, se construyó como una operación de referencia por sus altos estándares de seguridad y eficiencia tecnológica. Ambas operaciones se encuentran conectadas a la planta de procesamiento de mineral a través de una red interna que permite maximizar los recursos y reducir el impacto logístico.
El conjunto de estas infraestructuras, junto a los planes de exploración en curso, sitúa a Sandfire Matsa como uno de los principales actores del sector minero metálico en España. La compañía, integrada en el grupo internacional Sandfire Resources, opera con un enfoque de responsabilidad empresarial que incluye el cumplimiento normativo, la transparencia en la gestión y el compromiso ambiental como ejes estratégicos. Entre las acciones destacadas en este ámbito se encuentra la creación de una oficina de información virtual disponible para cualquier ciudadano interesado en el proyecto de la nueva instalación de residuos. Este canal está operativo 24 horas al día, siete días a la semana, y garantiza respuestas en un plazo inferior a 48 horas, con el objetivo de ofrecer información contrastada y facilitar la interlocución con la comunidad local.
La actividad de Sandfire Matsa se inscribe además en un contexto global de creciente demanda de metales como el cobre, esencial para la electrificación, las energías renovables y el desarrollo de infraestructuras tecnológicas. En este escenario, la empresa refuerza su posición como proveedor de recursos estratégicos para la transición energética y la economía descarbonizada, contribuyendo al mismo tiempo a la sostenibilidad económica de una de las regiones mineras más emblemáticas del sur de Europa. La propuesta de garantías de restauración por encima de los 55 millones de euros se convierte así no solo en una exigencia legal, sino en una señal de la voluntad de MATSA de compatibilizar su actividad con la protección del entorno, la estabilidad regulatoria y el desarrollo local a largo plazo.
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