Núria Vilanova, presidenta de CEAPI: “España es una oportunidad como camino entre Europa y América Latina”
Entrevista
Los 320 presidentes de las mayores empresas de Iberoamérica se reunirán en junio en Andalucía
Sergio Díaz-Granados, presidente de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y El Caribe: “El acuerdo UE-Mercosur puede ser un antídoto a los aranceles”

Sevilla/El Consejo Empresarial Alianza Por Iberoamérica ha elegido Sevilla para celebrar su próximo congreso. En los primeros días de junio el think tank que agrupa a 320 presidentes o consejeros delegados de algunas de la principales empresas de Iberoamérica analizarán los retos y oportunidades que enfrentan. La presidenta de Ceapi, Núria Vilanova (Vilanova i la Geltrú, 1965) aborda en esta entrevista algunos de éstos.
Pregunta.–En enero, cuando se anunció el congreso de Ceapi, usted dijo que veía la cita como un punto de inflexión. ¿Ese contexto ha cambiado con la política de Trump y las oportunidades que se abren de cara al acuerdo de la UE con Mercosur?
Respuesta.– Sí, creo que ahora lo es más todavía. Toda la política de Trump está demostrando que individualmente somos pequeños y no tenemos demasiada fuerza para negociar. Es una llamada de atención de que el poder en el mundo se está reconfigurando. Habrá que prestar mucha atención al tema de las monedas. Los llamados BRIC, están pensando que el mundo no puede depender del dólar y están buscando cuál es la moneda alternativa. Y entonces, en esa reconfiguración de poder en el mundo, corremos el riesgo de quedarnos en medio y ser poco relevantes. España es una oportunidad para Europa porque es el camino de Europa a América Latina y España es una oportunidad para América Latina porque es el camino de América Latina hacia Europa. Tenemos un reto histórico como país y una oportunidad de hacer más Iberoamérica que deberíamos aprovechar. Y, por supuesto, como comenta, es el momento de que, después de tantos años, se apruebe el acuerdo con Mercosur. No podemos condicionar un proyecto de esa importancia tan global a la oposición de los agricultores franceses.
P.–¿Qué ofrecerá la cita de junio a los 320 presidentes de las mayores empresas iberoamericanas?
R.–Nuestro primer mensaje es precisamente unir continentes y personas, porque Iberoamérica es eso, la oportunidad de crear un continente por decisión, no por geografía. Y hay muchas oportunidades de hacer cosas juntos, de que las empresas de América Latina sigan invirtiendo en España. Por ejemplo, México es el cuarto inversor en España, seguido por Brasil y Argentina, pero ya no hay país que no invierta en España. Un país como Honduras, que es una economía relativamente pequeña comparado con los otros, fue el primer inversor de América Latina en España hace dos años, porque hubo una sola operación, la adquisición de un banco que supuso una inversión muy importante. (El Banco Atlántida de Honduras compró un banco en España). Todos los países están invirtiendo en España y esto es una oportunidad para España y para América Latina, porque les da la posibilidad de globalizarse en una economía diferente de la de Estados Unidos, en la zona euro, que es una diversificación de moneda, con la seguridad jurídica de la Unión Europea y es un terreno cómodo porque España cada vez es más conocido.
P.–En una reciente entrevista, el presidente de uno de sus partners, CAF Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe...
R.–... Sergio Díaz-Granados...
P.–...enfatizaba que hay grandes oportunidades de inversión en América Latina en sectores como el de las infraestructuras.
R.–Totalmente. En Iberoamérica hay mucho por hacer todavía y la experiencia que España tiene es una oportunidad enorme. Experiencia en todo, en infraestructuras, que es el ámbito que financian los bancos para el desarrollo, pero creo que no somos conscientes de que tenemos dos grandes fortalezas. Una es la capacidad de crear marcas. Somos buenísimos creando marcas. ¿Qué hemos hecho con Zara, con Mango o con el ColaCao? Vivimos en un mundo en que al final lo que diferencia un producto de otro es la marca y la posibilidad de crear marca. Es lo que da valor. Las marcas viajan bien. Igual que hay productos que no viajan bien, las marcas viajan muy bien. Una marca asentada en un país tiene mayor potencial de triunfar fuera. Y la otra cosa que ha hecho España de forma increíble es crear equipos de talento. Tenemos unos equipos directivos en las empresas que son brutales y eso ha acumulado un nivel de experiencia que también viaja bien. Aunque no viajen las personas, sí lo hacen las metodologías. Todo el currículum que las empresas tienen en logros conseguidos, eso también es una oportunidad.
P.–El congreso abordará en su programa de tres días temas de importancia capital en el contexto actual como la ciberseguridad o el futuro que tiene la empresa familiar, una de las características comunes entre el tejido productivo iberoamericano a un lado y al otro del Atlántico ¿Qué otros temas tratarán?
R.–Claro, tanto aquí como allí el 90% del tejido empresarial es familiar, y ésta tiene hoy retos diferentes a los que tenía ante, como la inteligencia artificial. Dentro de la empresa familiar hay varios temas que son interesantes. Por ejemplo, el cambio que supone que la empresa se venda y que dé paso a un family office. Eso requiere nuevas normas. O que las empresas hasta ahora tenían como principal objetivo regular cómo los miembros de la familia trabajaran en la compañía. Para eso se hacían muchos protocolos y ahora los jóvenes no quieren trabajar en la empresa de la familia. Los sistemas de gobernanza, tener consejos adecuados para empresas mucho más globales, la influencia de la geoestrategia, que hoy es brutalmente importante. El tema de la seguridad con los ciberataques o la violencia que está creciendo.
R.–¿Habrá un panel para animar a crecer de la mano de socios iberoamericanos, no?
R.–Ahora estamos en un momento en que las cosas tienen que ir muy rápido. Abrir un país y tener una empresa pequeñita que crece un 5% cada año no tiene sentido, porque a lo mejor cuando crece ya el negocio ha dejado de serlo. Las alianzas son claves para ir lo suficientemente rápido. Este es un congreso donde los que vienen son socios o se pueden apuntar después de pasar una clasificación. Son realmente los que deciden en sus compañías, que son empresas grandes, que tienen buena reputación y eso crea un marco de confianza ideal para que se produzcan buenas alianzas.
P.–¿El contexto actual del que hablábamos al principio también puede ayudar a que empresarios que miraban hacia Norteamérica ahora miren más hacia Europa?
R.–Sí, sin duda, porque se necesita una diversificación y repito: el tema de la moneda euro es muy importante.
P.–¿En el sentido de que ve capacidad de que el euro acabe siendo una referencia mundial?
R.–No, yo creo que los BRICS no van a elegir entre dólar y euro, van a apostar por una alternativa diferente. No van a querer depender nunca más de una gran región como Estados Unidos o Europa.
P. –¿Una cibermoneda?
R.–No sé cuál será la decisión, pero, en todo caso, creo que el euro va a ser más importante porque la diversificación en moneda no puedes apostarlo todo al dólar, necesitas tener inversiones en euros.
P.–Han elegido Andalucía para celebrar el congreso, que es una región con mucha potencialidad en energía renovable. También la tiene Iberoamérica, pero está menos desarrollada, ¿no?
R.–Sí, tenemos definidos cinco sectores estratégicos para el desarrollo de Iberoamérica, donde además hay mucho potencial de colaboración. Uno, lo acaba de mencionar, es energía y agua. Ahí está el ejemplo de Cox, que adquirió la antigua Abengoa, y que son los líderes mundiales en agua. Y energía y agua pueden ser un multiplicador de la potencialidad de inversión o un cuello de botella que lo ahogue. España es un gran aliado, tanto por el conocimiento de energías renovables como agua. El otro es la minería. Y también lo es la agroindustria, en la región con más agua y mayor suelo cultivable del mundo.
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