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Carmen Pérez
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Las instalaciones de Grupo Gallo en El Carpio han recibido el reconocimiento del Gobierno andaluz como zona cardioprotegida pues estel complejo industrial se ha incorporado al programa ‘Zona Cardioasegurada 061’ que impulsa la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, en colaboración con Cordis Group.
El programa tiene la finalidad de distinguir y reconocer a aquellas instituciones, organizaciones y empresas que han formado a profesionales y han ubicado desfibriladores en sus instalaciones de forma voluntaria.
El complejo industrial de Grupo Gallo en El Carpio cuenta con dos equipos DEA (Desfibriladores Externos Automáticos), instalados en la planta de elaboración de pasta y en la semolería y ha desarrollado un plan formativo para que el personal designado pueda hace uso correcto de los dispositivos en caso de emergencia. Así mismo, Grupo Gallo también ha previsto el plan de mantenimiento necesario que requieren ambos equipos de acuerdo con las indicaciones técnicas y de fabricante.
Con la instalación de estos dos nuevos equipos, Grupo Gallo cuenta con desfibriladores en todos sus centros de producción y de trabajo: un total de 7 equipos DEA distribuidos en las plantas barcelonesas de Esparreguera (1), Granollers (1) y Ta-Tung (2), además del equipo operativo en la sede corporativa, ubicada en Sant Cugat del Vallès (1).
Durante el evento celebrado el pasado viernes en Córdoba, la responsable de Recursos Humanos de la planta de El Carpio, Consuelo González, recibió el certificado de Zona Cardioasegurada. “Para Grupo Gallo la seguridad, la salud y el bienestar de todas las personas colaboradoras es una prioridad y un pilar esencial para garantizar un ambiente laboral próspero y sostenible”, señaló González tras recibir el reconocimiento.
“Integrar medidas de cardio protección en nuestras plantas agrega mucho valor en la preparación ante emergencias al dotarnos de una herramienta (DEA) que salva vidas a diario. Con ello se evidencia el compromiso de Grupo Gallo con la salud y el bienestar, reforzándose también así su responsabilidad social corporativa”, concluyó.
La certificación de ‘Zona cardioasegurada’ se concede a aquellas instituciones que lo solicitan y que cumplen con una serie de requisitos, entre los que se cuenta disponer de un número determinado de desfibriladores externos automatizados en las instalaciones, que deben estar operativos y una ubicación adecuada, de forma que se posibilite que al menos el 75% de los usuarios de las instalaciones pueda aplicar la desfibrilación en un tiempo no superior a tres minutos.
Asimismo, se observa que la institución solicitante tenga un plan de formación para el personal ofrecido por instituciones pertenecientes al Consejo Español de Reanimación Cardiopulmonar.
Otro requisito es que la institución u organización cuente con un adecuado plan de mantenimiento de los DEA instalados, conforme a sus especificaciones técnicas y recomendaciones de los fabricantes.
Además, se considera una condición imprescindible que la empresa o institución tenga establecido un protocolo de activación interno para desplazar y utilizar el DEA mientras que se activa y llegan los servicios de emergencias sanitarias.
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