“En las redes sociales siento que puedo ser más yo mismo”

Alejandro Zwartendijk. Creador de contenido, bailarín y actor

Desfile de primavera/verano 2024 de Herès para hombre durante la Semana de la Moda de París.
Desfile de primavera/verano 2024 de Hermès para hombre durante la Semana de la Moda de París. / @kkh_photography
Arantxa Cala

30 de julio 2024 - 06:59

Alejandro Zwartendijk nació hace 23 años en Jerez de la Frontera, donde se crio hasta los 14. Comenzó a bailar de niño y con 10 se inició en la Escuela de Música y Danza Belén Fernández de Jerez. Estudió en Holanda un bachillerato de las artes y a los 17 inició su carrera profesional en el Dutch National Ballet. Ahora mismo está tomando clases de Arte Dramático y desarrollando también su faceta como director creativo. Tiene un hermano más pequeño, Lucas. Sus padres, de origen holandés, están afincados en su tierra natal. Le gustan los perros, el cine, viajar, conocer otras culturas, estar con la familia y con los amigos. 

–De bailarín profesional a creador digital en redes sociales. ¿Cómo fue el salto?

–Bueno, a los 14 años dejamos Jerez, que es donde nací y viví hasta esa edad, y nos mudamos, junto a mi familia, a los Países Bajos para seguir mi carrera de ballet. Tres años después comencé de forma profesional en la Dutch National Ballet Academy. Fui creciendo en la compañía, pero llegó el Covid. En abril de 2021, durante la segunda ola, por aburrimiento y durante unos días de vacaciones, hice mi primer sketch de comedia en TikTok, un vídeo inspirado en una serie en inglés, que acumuló un millón de visitas en dos días. Al principio, sólo miraba la red, luego ya empecé a crear contenido. La gente empezó a pedirme más y en una semana gané 100.000 seguidores. Pero eso pasó en unos días de vacaciones y como aún no podíamos hacer muchas funciones, lo podía compaginar con el ballet. 

–Y fue subiendo...

–Sí. En agosto de 2021 comencé con una manager, un mundo que no conocía muy bien. En ballet estaba bien, tenía mi salario, pero un poco más no estaba mal (ríe). Ya en 2022 cambió todo: empecé a trabajar con más marcas, viajaba cada vez más, iba a eventos, pero con los ensayos y las actuaciones no tenía tanto tiempo para ello. Empecé a plantearme un cambio, qué quería hacer realmente. Entré en una situación de estrés y ansiedad porque quería abarcarlo todo, también estar con mi familia y amigos. Tuve que parar y elegir. Lo que más me costaba era comunicarles la decisión a mis padres, porque nos habíamos mudado todos juntos a Holanda por el ballet. Habíamos sacrificado bastante y me daba muchísimo miedo decirles que quería parar de bailar. Con redes tenía muchas opciones de hacer cosas diferentes en el mundo creativo. Escribir guiones, grabarlos, editarlos, la actuación, la moda...

–¿Qué le dijeron?

–Mis padres lo entendieron, me apoyaron, aunque al principio se lo tuve que explicar todo muy bien, lo que se ganaba, los viajes... Pero fue una charla muy buena. Sentí un fuerte respaldo.  

"Tener una meta está muy bien, pero he aprendido que todo puede cambiar más rápido de lo que crees”

–Hace ya dos años de ese salto. ¿Cómo se siente con la decisión que tomó?

–Sí, dos años ya. He ido creciendo mucho en calidad de contenidos y en seguidores. Trabajo con marcas con las que nunca imaginé trabajar, viajo a muchos países... Luego ya cambié de manager también en 2023, el año de mayores cambios profesionales y personales en mi vida hasta ahora. En el Festival de Cannes trabajé con BMW y eso varió mi forma de trabajar y las marcas que empezaron a llamarme: Hermès, Louis Vuitton, Dior... Ya iba entendiendo muy bien cómo funcionaba todo, aunque tuve que pedirle muchos consejos a mi padre porque él es autónomo y sabe cómo va esto, ya que durante un tiempo yo era mi propio manager, hasta septiembre de 2023. En 2024 ya he hecho 17 viajes y estoy conociendo a muchísima gente. 

–¿Qué ha pasado con la danza?

–Desde que paré en 2022 no tenía ganas de bailar. No podía volver a ese mundo hasta que no estuviera preparado. Sólo bailaría si era para disfrutar. En marzo de 2023 grabé una película en Londres en la que tenía un papel de un fantasma que era bailarín. Así que ahí bailé de nuevo. Me lo pasé muy bien. De vez en cuando publico vídeos bailando y tienen muy buenas reacciones. Ahora lo hago para mí, para disfrutar. 

–En este mundo digital, ¿cómo mantiene los pies en la tierra?

–Me encanta hablar de ello. Y eso es algo que tengo desde niño. Cuando me fui de Jerez, las compañeras de ballet me hicieron un librito y me pedían que no cambiara nunca. Lo releo a menudo. Porque a veces, en ballet, uno puede caer en la arrogancia... Sin embargo, en las redes sociales siento que puedo ser más yo mismo. Me gusta además conocer a gente de diferentes ámbitos profesionales, me enriquece mucho. Todo esto te mantiene en el suelo, aunque es verdad que en el mundo de las redes ganas fama muy rápido, pero tengo la suerte de tener a mi alrededor a familia y amigos que me tiran para abajo y a los que les estoy muy agradecido. Siempre he tenido también mucho cuidado con lo que digo en las redes porque se mira todo. Lo último que quiero es generar nada malo. 

–¿Qué retos tiene de futuro?

–Digamos que soy nuevo en este mundo y tener una meta está muy bien, pero he aprendido que todo puede cambiar más rápido de lo que crees. Ahora estoy haciendo también audiciones para series y películas. Mi meta más grande es triunfar como actor en Inglaterra o en España, me expreso mejor en inglés y en español que son idiomas más románticos que el holandés (ríe). Soy un poco como mis padres, que nos gusta cambiar. He tenido mi vida en España, luego en Holanda y ahora viajando. Mi nueva etapa será siendo actor, eso es lo que me veo haciendo en varios años. 

–Consejos para los que empiezan en el mundo de las redes sociales. 

–Ser humilde, buena persona con todos y medir lo que pasa a nuestro alrededor.  

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