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Un golpe a la seguridad

Las Ramblas no tenía jardineras para evitar el paso de vehículos a pesar de la recomendación policial

Bolardos en la Puerta del Sol
DPA

18 de agosto 2017 - 13:06

Si algo demostraron los ataques islamistas perpetrados los últimos años en toda Europa es que la seguridad absoluta no existe. Pero el atentado del jueves en Barcelona plantea la pregunta de si uno de los puntos más turísticos de España contaba con todas las medidas de protección necesarias.

Las miradas apuntan a un elemento de prevención en concreto: barreras de contención. Las Ramblas de Barcelona, donde se produjo el atropello masivo, carecían de bolardos de hormigón o maceteros que impidieran el acceso de vehículos a zonas peatonales, pese a ser una de las calles más emblemáticas y transitadas de Barcelona.

Numerosas ciudades de Europa y de España colocaron refuerzos de ese tipo en zonas muy transitadas tras otros atropellos masivos como los de Niza, Berlín o Estocolmo. La Policía Nacional lo había recomendado incluso a Barcelona en diciembre, pero la ciudad evitó dar ese paso en Las Ramblas. "Era una propuesta como muchas otras y estaba en estudio", explicaron ayer fuentes de la Consejería de Interior del Gobierno catalán. "No se descarta ni se confirma su aplicación. Se está analizando, como muchas otras propuestas".

El responsable de Interior de la Generalitat, Joaquim Forn, resaltó que es "imposible" colocar bolardos en cada punto de la ciudad que pueda considerarse un objetivo para los terroristas. Su instalación casi impediría la circulación en la ciudad y no evitaría ataques en otros puntos, argumentó.

Otros puntos turísticos de la ciudad, como la Sagrada Familia, cuentan con dispositivos de seguridad especiales.

Las Ramblas, un bulevar de 1,2 kilómetros salpicado de restaurantes y teatros y recorrido por miles de turistas cada día, suele contar con una fuerte presencia policial. Quiosqueros aseguraban ayer que habían reclamado también la colocación de barreras de hormigón al Ayuntamiento de Barcelona, aunque sin éxito.

El debate sobre la seguridad en Barcelona promete prolongarse los próximos días: gran reclamo turístico de España y símbolo de apertura y libertad, Barcelona era también un objetivo islamista por ser uno de los "puntos calientes" del yihadismo en España. Según datos del Ministerio del Interior recogidos ayer por el diario El País, Cataluña fue este año la comunidad autónoma de España donde se produjeron más operaciones antiterroristas, con 14 detenidos y diez operaciones policiales, datos que representan además un aumento en comparación con el año anterior. Se considera que los otros dos puntos sensibles para la amenaza yihadista son Ceuta y Melilla, los enclaves de España en el norte de África.

Tras el atropello masivo en Barcelona y otro intento de atentado frustrado horas más tarde en la localidad de Cambrils, a unos 100 kilómetros, España revisa su estrategia antiterrorista más allá de esos puntos. El Gobierno se reunirá hoy para analizar si eleva el nivel de alerta terrorista en España, situado en el punto 4 de 5 en junio de 2015. Desde entonces han sido detenidos más de 180 presuntos yihadistas.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aludió el jueves a esas detenciones. "La labor abnegada de estos hombres y mujeres durante tantos años ha conseguido protegernos durante mucho tiempo", dijo en Barcelona. Pero la protección total, como volvió a demostrar el atentado, es imposible.

El Ayuntamiento de Barcelona pasa a Interior la pelota de los bolardos

El primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, recordó ayer que "las medidas de seguridad antiterrorista las determinan los responsables de Interior", y el Ayuntamiento colabora y aplica estas instrucciones, también si se trata de colocar bolardos. "Para dejar las cosas claras. Jamás el Ayuntamiento de Barcelona se ha negado a poner bolardos. Siempre que se le ha requerido, lo ha hecho", aseveró en diversos apuntes en Twitter recogidos por Europa Press. Pisarello lo dijo ante las críticas que apuntan que el atentado se habría evitado si se hubieran colocado bolardos, y añadió: "Reiteramos nuestro agradecimiento y plena confianza en la profesionalidad de Mossos y el resto de cuerpos de seguridad". Varias ciudades de Cataluña instalaron ayer bolardos de hormigón. Según el diario La Vanguardia, esta medida preventiva ya la han tomado en las localidades de Calafell, Reus y Calella, que tienen una gran afluencia turística en verano. Otras ciudades, como Madrid, Soria y Zamora, también han recurrido a colocar bolardos y maceteros en las principales calles peatonales para reforzar la seguridad, concretamente en las calles de acceso al Colado y en la entrada de la calle Santa Clara, respectivamente. En Palma han recurrido a las barreras de hormigón.

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