Santi Vila achaca la declaración de independencia a la "presión de las redes sociales"
Juicio del 'Procés'
El exconsejero de Empresa de la Generalitat, que dimitió la víspera de la DUI, considera que "ni un alumno de primero de Derecho" habría asumido la Ley de Transitoriedad
Madrid/El exconsejero de Empresa Santi Vila ha asegurado que el 25 de octubre se acostó convencido de que se rechazaba la vía unilateral, pero que ante "el clima de tensión" del día siguiente, el Govern "no supo gestionar esto emocionalmente" y acabó cediendo "a la presión de las redes sociales" para proclamar la DUI. Vila, acusado de un delito de malversación y otro de desobediencia por el que la Fiscalía pide siete años de prisión, se ha referido así en la sexta sesión del juicio del "procés" que se celebra en el Tribunal Supremo.
El exconseller ha explicado que a mitad de octubre "se inició una aproximación con interlocutores políticos, religiosos y del mundo de la empresa, que de buena fe, sin ningún interés espurio, querían evitar el despropósito, que esto acabara mal".
Ha querido dejar claro que lo llevó a cabo "por orden de Puigdemont" y "con pleno conocimiento de algunos miembros del gobierno y dirigentes de mi partido, porque había mucho más moderado y centrista en los dos gobiernos que lo que a veces se relata". Y que estaban, ha dicho, "muy, muy comprometidos en intentar buscar la manera de encauzar lo que parecía un conflicto institucional impropio de nuestros tiempos modernos".
Y así fue, según ha dicho, que se acostó el 25 de octubre "con esa sensación de paz interior" de que lo habían conseguido y de que "no vamos a tomar ninguna decisión unilateral". Vila estaba convencido de que "no se iba a hacer ningún tipo de declaración que, aunque fuera sólo formal o política, pudiera resultar ofensiva o inflamatoria". Pensaba que se iban a elecciones.
"Creemos que lo hemos conseguido, no sólo yo, muchos dirigentes del gobierno y también por parte del gobierno de España", ha añadido Vila en relación a aquel 25 de octubre, una noche que "me acompañará toda la vida porque me acabó costando la carrera política".
Porque al día siguiente "el clima exterior era tan fuerte" que "la cosa se torció" al conocerse ese acuerdo, al que se había llegado sin publicidad, discretamente. Fue entonces cuando llamó a Puigdemont. "Le dije, yo que me he dado la mano con altos responsables del PP, del PSOE, que he dado mi palabra de que cumpliríamos... Somos aprendices de mago ante la presión de las redes sociales y si no somos capaces de gestionar emocionalmente esto, yo sintiéndolo mucho me voy y dimito", ha manifestado.
Durante el interrogatorio, Vila ha afirmado también que el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy "mantuvo siempre vías de diálogo abiertas", pero ni desde un lado ni desde el otro supieron crear "las condiciones de confianza para que eso precipitara algún tipo de negociación".
Vila ha planteado planteado además que él, como cientos de miles de ciudadanos, concebía la apuesta independentista como un reto para "sacar del inmovilismo al presidente del Gobierno". "A pesar de que mantuvo siempre vías de diálogo abiertas, no supo ni nosotros supimos, crear las condiciones de confianza adecuadas para que eso precipitara algún tipo de negociación", ha lamentado.
Según el exconsejero, él mantuvo la convicción de que el 1-O no se llevaría a cabo, pero sí que se celebró. "Fue muy desgraciado, muy triste, creo que es una herida que nos acompañará toda la vida haber visto las cargas policiales, señoras por los suelos. Todos podríamos haber sido más responsables".
Respecto a la Ley de Transitoriedad que el Parlament aprobó el 7 de septiembre de 2017 ha considerado que era "innecesaria y además muy disparatada", por lo que "ni un alumno de primero de Derecho la habría asumido".
En respuesta al fiscal Fidel Cadena, Vila ha recordado que él mismo "reprobó públicamente" esa norma, que establecía el procedimiento para la desconexión jurídica con España y debía entrar en vigor una vez declarada la independencia. "Fue un acto de absoluta soberanía y unilateralidad", ha admitido Santi Vila.
Pese a esas decisiones unilaterales, el exconsejero de Empresa, que dimitió la víspera de que el Parlament aprobara la resolución sobre la DUI, ha explicado que decidió seguir en el Govern hasta casi el último momento porque "tenía la sensación honesta de que era útil al presidente de la Generalitat, al Gobierno y al conjunto de los catalanes".
Según Santi Vila, su propia permanencia en el Gobierno "era valorada en Madrid", donde, ha revelado, muchas personas le decían "si estás en el Govern seguro que hay esperanza, seguro que hay muchos que estáis conjurados para que esto no acabe mal".
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