Las Claves
Pilar Cernuda
La corrupción acecha a La Moncloa
El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha emplazado este martes al PSOE y al PP a presentar una proposición de ley antes de que acabe esta legislatura para aprobar una reforma de la Constitución que recoja la limitación del déficit, en línea con lo que están planteando otros países de la UE.
Así lo ha anunciado Zapatero durante su intervención ante el pleno extraordinario del Congreso en defensa del decreto-ley con nuevas medidas para reducir el déficit público, que tiene que ser convalidado o derogado por la Cámara.
La idea es establecer una regla para garantizar la estabilidad presupuestaria en el medio y largo plazo, en relación tanto con el déficit estructural como con la deuda, que debe vincular a todas las administraciones públicas. Para ello, Zapatero ha explicado que ya ha consultado con el líder del PP, Mariano Rajoy, y con el candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Zapatero se ha mostrado convencido de que, al tratarse de una reforma constitucional, lo mejor es hacerlo con todo el consenso posible desde el "principio mismo del procedimiento" y, para ello, ha apostado por que los dos principales grupos del Congreso pacten una proposición de ley de reforma constitucional que pueda ser aprobada antes de que concluya la legislatura.
Según ha subrayado, el gobierno que salga de las urnas el próximo 20 de marzo debe seguir transitando por la senda del control del déficit, porque esa es una decisión estratégica de calado, estructural y no coyuntural, y "muy mayoritariamente asumida por la sociedad española y sus representantes".
Por eso, a su entender, el país debería estar en condiciones de trasladarla a la Constitución como están haciendo o planteándose otras grandes economías europeas. El sentido de la iniciativa implica reforzar el compromiso con las necesidades del proceso de consolidación definitiva de la unión económica y monetaria, y significa también "un paso relevante para fortalecer la confianza en la estabilidad a medio y largo plazo en la economía española", ha agregado.
Rajoy acepta la reforma
Por si parte, el líder del PP, Mariano Rajoy, ha aceptado la propuesta del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para "acordar conjuntamente la reforma". El dirigente popular ha asegurado que la disposición de su grupo a esta reforma está en coherencia con propuestas anteriores promovidas por los populares, en las que se apostaba por consensos políticos para que la Carta Magna recogiera principios de estabilidad presupuestaria.
Ha señalado que su posición era favorable, como lo era hace un año, y ha recordado que también el 30 de marzo de 2011, en sede parlamentaria, hizo un afirmación en parecidos términos.
Por ello, Rajoy ha preguntado a Zapatero si con el apoyo del PP tendrá suficiente, al tiempo que ha recordado que él mismo fue objeto de descalificaciones "en toda regla" por apoyar esta reforma. Rajoy ha avanzado que, incluso, "en tono despectivo" se le dijo que la Constitución era una ley que se cambia fácilmente "y en un plis plas acaba con la crisis".
El líder del PP también ha interrogado al presidente y le ha dicho que si "quien hizo las descalificaciones y las chanzas y demostró alardes de conocimiento económico ha cambiado de opinión y hoy dice lo contrario que hace un año". Rajoy ha desvelado que esa persona -"importante y con voto decisivo"- es el actual candidato socialista a la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Una reforma para antes de que acabe la legislatura
El presidente del Congreso, José Bono, ha dicho que la modificación de la Constitución podría hacerse antes de que finalice la presente legislatura. En declaraciones a los medios en los pasillos del Congreso, Bono ha explicado que la propuesta del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a la que el PP ha dado su conformidad, consiste en una modificación de la Constitución, y "en términos reglamentarios, cumpliendo determinados plazos y prescripciones", podría modificarse esta legislatura.
A la pregunta de si esto se acerca al Gobierno de concentración que él mismo había pedido este verano, Bono ha dicho que "esto es una glosa que nada tiene que ver la modificación constitucional". Al parecer y según fuentes del Gobierno, la modificación se aprobaría como Proposición de Ley a menos que un 10 por ciento de la Cámara solicite un referéndum.
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