¿Por qué y cómo se prohibió celebrar elecciones en Andalucía en verano por el calor?
La ley electoral sostiene que la época estival es un "obstáculo" que puede impedir "el ejercicio del derecho del poder político"
Las elecciones autonómicas de 1990 debían haber caído entre el 23 de julio y el 23 de agosto, y se le dio poder al presidente Rodríguez de la Borbolla para adelantarlas al sábado 23 de junio
Pedro Sánchez convoca las elecciones en la canícula
Sí, es cierto, en Andalucía no se pueden celebrar elecciones autonómicas entre el 1 de julio y el 31 de agosto. La época estival y el calor aconsejaron a los legisladores a incluir esta restricción para favorecer la participación, pero sobre todo para "eliminar de forma definitiva los obstáculos que (...) pueden impedir el ejercicio del derecho de participación política". El entrecomillado forma parte del preámbulo de la Ley Electoral de Andalucía, modificada en 1994 para ello.
España celebra elecciones generales el 23 de julio próximo. Tal día así, pero de 2022, la temperatura máxima en Sevilla superó los 42 grados; en Córdoba, los 43 grados, buena parte del valle del Guadalquivir se encontraba, por tanto, en alerta por el calor. Julio de 2021 fue más agradable, pero la temperatura media histórica en Andalucía supera los 37 grados.
Andalucía celebró sus primeras elecciones autonómicas el 23 de mayo de 1982, pero el presidente de la Junta no estaba autorizado por aquel entonces a adelantar los comicios y disolver el Parlamento. Las elecciones, según el primer Estatuto, se celebrarían entre los 30 y 60 días posteriores a la extinción de un mandato de cuatro años. De ese modo, las de 1986 fueron el 23 de junio, y las de 1990 tendrían que celebrarse entre el 23 de julio y el 23 de agosto. En plena canícula, sin aires ni ventiladores en los colegios y con parte de la población andaluza de vacaciones.
¿Qué hacer? En 1990 el presidente era el socialista José Rodríguez de la Borbolla, no iba a ser el candidato de su partido, porque lo sería Manuel Chaves, pero conscientes del problema, los parlamentarios cambiaron la Ley del Gobierno andaluz de 1983 para autorizarle a un anticipo sí así lo estimaba, "bajo su exclusiva responsabilidad", y previa deliberación del Consejo de Gobierno. Y así fue, por mayoría plena de la Cámara, Borbolla tuvo el poder de un pequeño adelanto, justo para evitar el calor: se celebraron el sábado 23 de junio de 1990.
En la primera legislatura de Manuel Chaves este cambio se hizo permanente mediante otra modificación legal acometida en 1994. Primero, se autoriza al presidente a adelantar las elecciones y disolver las Cámaras. Esta potestad ya está consagrada en la redacción del segundo Estatuto de Autonomía. , Y segundo, se modifica la Ley Electoral de Andalucía, y en su artículo 14.2 se prohíbe la celebración en los meses de julio y agosto. En su preámbulo se explica el porqué: para garantizar el ejercicio del derecho al voto ante los obstáculos que supone la época estival.
Cuando el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, criticó que Pedro Sánchez hubiese escogido julio para las elecciones, se le afeó que el líder gallego también convocó comicios el 12 de julio de 2020. La causa fue otra, él convocó para el 5 de abril, pero en marzo hubo de suspender el proceso por la epidemia de Covid, y se retrasaron hasta que los técnicos recomendaron celebrarlo en un valle de contagios. Así también lo hizo el presidente del Gobierno vasco, cuyas elecciones coincidieron en el mismo día.
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