Ex magistrados del Supremo y ex fiscales se querellan contra Juan Carlos I
Alegan que el Ministerio Público informó al Emérito de que tenía una investigación abierta y que los delitos fiscales no han prescrito
Magistrados jubilados del Tribunal Supremo, fiscales anticorrupción retirados y varios intelectuales han presentado una querella conjunta contra Juan Carlos I ante la Sala de lo Penal del Supremo por cinco delitos fiscales contra la Hacienda Pública.
En la querella, que ha adelantado El País, señalan que esos cinco delitos fiscales que atribuyen al Rey emérito entre 2014 y 2018 no habrían prescrito, a la vez que inciden en que la Fiscalía informó al Rey Emérito de que se le había abierto una investigación por la existencia de infracciones tributarias.
Los querellantes solicitan la declaración de Juan Carlos I y que comparezcan como testigos personas físicas, como su familiar Álvaro de Orleans Borbón, Arturo Fasana y Dante Canónica, y representantes legales de las entidades societarias que aparecen en el texto.
"El Ministerio Fiscal cuando comunica a un investigado la apertura de unas diligencias de investigación en las que existen datos de actividades irregulares con relevancia tributaria, nunca puede tener un conocimiento pormenorizado de los datos que avalan una posible infracción tributaria porque se trata de una información de la que solo puede tener conocimiento la Agencia Tributaria una vez concluido el expediente sancionador que cierra el paso a la posibilidad de una regularización", se lee en el texto.
Así, entienden los querellantes "que los efectos de la regularización de la situación tributaria se han aplicado indebidamente" porque "no concurren los requisitos legales previstos para que pueda aplicarse la excusa absolutoria que lleva aparejada una regularización correcta".
No ha prescrito
La querella recuerda que al haber utilizado el emérito fundaciones (Zagatka y Lucum) con sedes en Liechtenstein y en Suiza, se entiende que se armó un entramado "para ocultar o dificultar la determinación de la cuantía defraudada", por lo que se está ante la modalidad agravada del delito que establece penas de 2 a 6 años de cárcel por cada delito y ubica la prescripción a los 10 años.
Los querellantes, cuya representación legal ostenta el ex magistrado y ahora abogado José Antonio Martín Pallín y el letrado Eduardo Ranz, hacen un repaso de las investigaciones realizadas por la Fiscalía Anticorrupción sobre el emérito que acabaron siendo elevadas a la Fiscalía del Supremo en noviembre de 2020.
Así, recuerdan que se indagó en el supuesto uso de tarjetas de crédito vinculadas a fondos del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause por parte del Rey emérito y alguno de sus nietos, en el supuesto cobro de comisiones ilegales en las obras del AVE a La Meca, en la disposición por Juan Carlos I de dinero del empresario mexicano, y en la existencia de sociedades en paraísos fiscales.
Los letrados recalcan que la Fiscalía notificó al Rey emérito en dos ocasiones en 2020 que estaba siendo investigado por posibles delitos contra la Hacienda Pública y que Juan Carlos I realizó acto seguido dos regularizaciones fiscales: una de 678.393,72 euros en diciembre de 2020 y otra de 4.395.901,96 euros en febrero de 2021 (incluyendo 871.851,24 euros de intereses de demora y recargos).
La querella se interpone, además de en nombre de Martín Pallín y de Ranz, por Carlos Jiménez Villarejo, José María Mena Álvarez, Javier Pérez Royo, Miguel Mora Díaz, Josep Ramoneda Molins, Blanca Rodríguez Ruiz, Joaquín Pablo Urías Martínez, Santiago Alba Rico, Pilar del Río Sánchez y Clemente Auger Liñán.
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