Las rutas de los menores migrantes no acompañados

Inmigración

Para llegar a España, los menores que llegan solos, sin ninguna compañía, utilizan las mismas rutas migratorias que las personas adultas. La duración de estos viajes puede llegar a meses e incluso años.

Las rutas de los menores migrantes no acompañados
Las rutas de los menores migrantes no acompañados / Dpto. De Infografía
Raquel Montenegro, Cristina G. Rivera

26 de agosto 2018 - 06:00

Los migrantes que entran en España por la zona sur lo hacen por tres vías fundamentales: por la costa, cruzando los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla, o saltando las vallas de estas ciudades autónomas. Pero para utilizar un modo u otro, hay que llegar antes a Marruecos. El camino de los migrantes hasta las ciudades del norte de este país suele discurrir a través de tres rutas diferenciadas. Los menores que llegan a España no acompañados recurren a estas mismas rutas, recogidas en el informe Los más solos de Save the Children.

Ruta Costera del Mediterráneo Occidental: la ruta a través de Senegal y Mauritania

El itinerario une Dakar, en Senegal, con Nouadhibo, en Mauritania, para seguir a través de la frontera a Bir Gandouz, Laayoune en Marruecos, desde donde los niños migrantes se dirigen hacia las principales ciudades marroquíes, en las que confluyen los demás flujos migratorios que vienen desde Argelia. Aunque esta ruta es mayoritariamente recorrida por nacionales senegaleses, también es usada por las personas de origen nigeriano o marfileño. No es actualmente la ruta más concurrida, sobre todo debido a los severos y repetidos controles fronterizos que desalientan a cualquier migrante que no esté en posesión de un documento de identidad que le permita pasar.

Ruta Costera del Mediterráneo Occidental a través de Senegal y Mauritania. Fuente: Save the Children.
Ruta Costera del Mediterráneo Occidental a través de Senegal y Mauritania. Fuente: Save the Children. / Cristina G. Rivera

Ruta del Mediterráneo Occidental: el viaje transahariano

Este viaje es más peligroso y más largo y se efectúa en varias etapas, por lo que puede durar entre un mes y varios años. Hay dos rutas principales: una que pasa por la ciudad de Agadez en Níger y que es recorrida principalmente por migrantes anglófonos, que gozan de la libertad de movilidad que les reconoce la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (ECOWAS), y otra que recorren mayoritariamente los nacionales de países francófonos, y pasa por Mali, por la ciudad de Gao. Las personas que conforman los flujos migratorios que transitan por ambas rutas se cruzan otra vez en Tamanrasset, Ghardaia, Argel u Orán en Argelia y desde estos puntos intentan llegar a Oujda, ciudad fronteriza marroquí.

El viaje hasta Oujda desde cualquiera de las dos ciudades de partida se estima que cuesta entre 600 y 1000 euros para los hombres, precio que se reduce para las mujeres y para los niños y niñas que viajan solos.

Ruta transahariana. Fuente: Save the Children.
Ruta transahariana. Fuente: Save the Children. / Cristina G. Rivera

Ruta de los menores sirios

En vez de arriesgar sus vidas cruzando el mar entre Turquía y Grecia o entre Libia e Italia, algunas familias y/o niños y niñas que llegan solos a España huyendo del conflicto en Siria optan por un viaje menos peligroso. Durante los primeros años de conflicto, los refugiados y refugiadas sirios huían hasta Turquía, Líbano o los Estados del Golfo, desde donde viajaban en avión hasta Egipto, o directamente hasta Argelia, donde confluyen los demás flujos migratorios con destino España.

Sin embargo, ambos países del norte de África han modificado sus normas por el aumento de los flujos. Egipto en 2013 y más tarde Argelia, que desde marzo de 2015 ha introducido restricciones en los visados impidiendo a estos migrantes viajar al país o transitar por él. Desde entonces, los refugiados de Siria han utilizado la ruta que desde Mali y Mauritania les lleva a entrar a Argelia de manera irregular, obligándoles así a realizar la más peligrosa travesía del desierto del Sáhara.

En los últimos años, por esta ruta llegan también migrantes de China, India, Pakistán y Bangladesh. La mayoría se desplaza por vía aérea desde Asia a las capitales del África Occidental, a veces a través de los Estados del Golfo. Desde allí se sigue la ruta común del Sáhara a través de Níger y Argelia hacia Marruecos.

Ruta de los menores sirios. Fuente: Save the Children.
Ruta de los menores sirios. Fuente: Save the Children. / Cristina G. Rivera

Entrada en España por la costa

En 2017 la ruta más utilizada por los niños y niñas que viajan solos a España partía de las poblaciones cercanas a Moulay Bousselham, desde Kenitra hasta Larache, en la costa occidental marroquí, para llegar a la costa gaditana. Este trayecto es más largo, lo cual supone un mayor riesgo por el estado de las embarcaciones en las que se viaja y por las fluctuaciones que sufren las condiciones climáticas. Hasta el 15 de agosto, según datos de la Organización Internacional de las Migraciones, habían muerto o desaparecido en la ruta del Mediterráneo Occidental 311 personas.

Entrada en España por la costa. Fuente: Save the Children.
Entrada en España por la costa. Fuente: Save the Children. / Cristina G. Rivera

En 2017 fueron localizados 2.177 menores que llegaron solos a las costas, un 270.24 % más que en 2016, el 10 % sobre el total de las llegadas. Los menores que eligen esta vía de entrada son en su gran mayoría de sexo masculino (95,01% en 2016) y provienen sobre todo de Argelia, Marruecos y países subsaharianos como Costa de Marfil y Guinea Conakri.

Nacionalidad de los menores tutelados. Ministerio del Interior.
Nacionalidad de los menores tutelados. Ministerio del Interior. / Cristina G. Rivera

Entrada terrestre por Ceuta y Melilla

Cruce por puestos fronterizos

Otra de las estrategias que los niños y niñas que viajan solos adoptan para entrar a España es pasar por los puestos fronterizos hispano-marroquíes en las ciudades de Ceuta y Melilla. Debido a los estrictos controles que deben pasar a los dos lados de la frontera, los niños y niñas, principalmente los de origen subsahariano, se esconden a menudo dentro de los coches y los camiones que cruzan los puestos fronterizos de los dos enclaves, muchas veces bajo falsos dobles fondos. Lo denominan hacer risky, la modalidad más barata y arriesgada.

Salto de las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla

Finalmente, los niños y niñas nacionales de países subsaharianos también eligen participar de los intentos de salto colectivo de las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla para entrar a territorio español.

Desde el año 2015, el riesgo que corren de sufrir devoluciones en caliente y de ser entregados a las autoridades marroquíes sin garantías es aún mayor, debido a la adopción de una enmienda a la Ley de Seguridad Ciudadana que pretende legalizar la práctica de las devoluciones en caliente de migrantes. Estas operaciones, destaca Save the Children, “son contrarias a todas las normas y obligaciones nacionales, europeas e internacionales relacionadas con la protección de los derechos de las personas refugiadas, solicitantes de asilo y menores de edad”.

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