El protocolo de Irlanda vuelve a amenazar el acuerdo entre la UE y Reino Unido por Gibraltar
Consecuencias del Brexit
La negociación del Peñón, a punto de culminar, quedaría suspendida si se desencadena una "guerra comercial" entre Bruselas y Londres
Boris Johnson quiere romper el pacto que evita una frontera interior en la isla y la UE lo considera "inaceptable"
Justo cuando parecía que el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Reino Unido sobre Gibraltar estaba a punto de caramelo, una vieja amenaza reaparece a miles de kilómetros para poner en peligro la negociación. Si el control de fronteras en el Peñón se había convertido en el último escollo para pactar la futura relación de los gibraltareños con la vecina Europa, la otra frontera terrestre de los británicos con la UE, la que separa Irlanda del Norte (Reino Unido) de la independiente República de Irlanda, amaga con romper la buena sintonía que había tras el Brexit. Y llevarse por delante el acuerdo sobre la Roca.
El problema surge cuando el Gobierno de Boris Johnson decide de suspender de forma unilateral el protocolo de Irlanda del Norte que él mismo firmó con la UE en 2020 pero que ahora considera insatisfactorio y contrario al acuerdo del Viernes Santo, alcanzado en 1998 para poner fin al conflicto de las dos irlandas. La intención de los británicos no ha gustado nada en Bruselas, que lo califica de "inaceptable" y podría iniciar procedimientos de infracción contra Reino Unido, así como suspender su acuerdo comercial. Con él, quedaría cuando menos en suspenso la negociación sobre Gibraltar.
Este mismo miércoles, tras reunirse con la ministra de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, y con el ministro para Europa, James Cleverly, el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, reiteró su positividad ante la opción de que la negociación llegue a buen puerto pese a todo. "Todos seguimos siendo muy optimistas en cuanto a la posibilidad de alcanzar un acuerdo seguro entre el Reino Unido y la UE en relación con Gibraltar en beneficio de todas las partes, en particular del pueblo de Gibraltar y de la región circundante. El tenor positivo de la actual ronda de negociaciones de esta semana confirma mi propia opinión a este respecto”, destacó.
En octubre de 2021, el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, defendió que la entonces en desarrollo negociación entre la Unión Europea y el Reino Unido para salvar el protocolo norirlandés "no debería" interferir en las conversaciones entre Londres y Bruselas sobre la situación de Gibraltar tras el Brexit.
El protocolo establece que Irlanda del Norte sigue vinculada al mercado único comunitario para bienes, por lo que las mercancías que cruzan entre el resto del Reino Unido y ese territorio deben pasar controles aduaneros en los puertos de la región, de manera que se asegure que la frontera entre las dos irlandas sigue siendo invisible, lo que se considera clave para el proceso de paz y las economías de la isla. Sin embargo, la nueva carga burocrática ha provocado escasez de productos y tensiones políticas en Irlanda del Norte, sobre todo, en la comunidad unionista. Para resolver algunos de los problemas derivados de la implementación del protocolo y asegurar su total aplicación, la Comisión Europea y el Reino Unido llevan meses negociando posibles soluciones, sin lograr un acuerdo definitivo.
El gobierno de Boris Johnson está preparando una legislación para revocar sus compromisos de Brexit. Incluso lo ha puesto en manos de sus asesores legales, que ya han dado el visto a la marcha atrás, según The Times.
Eso significaría efectivamente volver al escenario de No deal que amenazó con provocar una crisis económica sin precedentes En los años previos a la salida de Reino Unido del bloque comunitario.
En cualquier caso define un escenario complicado para el Campo de Gibraltar y el Peñón, puesto que supone un repentino deterioro de las relaciones entre Bruselas y Londres y el fantasma de una guerra comercial, justo cuando habían cooperado para dar una respuesta a la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Según explican los medios británicos, Reino Unido aún tiene que hacer movimientos legislativos formales, y cualquier represalia de la UE necesitaría el respaldo final de los 27 estados miembros. Incluso llegados a ese punto, habría un período de enfriamiento antes de que se establezcan nuevas cuotas, aranceles y otras barreras. La agencia de noticias Bloomberg ha sido la primera en alertar de que, además de congelar el acceso privilegiado que tienen las empresas de Reino Unido al mercado único de la UE, el proceso también detendría las conversaciones sobre el estatus de Gibraltar.
En las últimas horas, la ministra británica de Exteriores advirtió a la Unión Europea (UE) de que su Gobierno "no tendrá más remedio que actuar" si no muestra "la flexibilidad necesaria" para mejorar el protocolo irlandés, que en su opinión está socavando la estabilidad en la provincia.
Truss hizo la advertencia en una conversación telefónica con el vicepresidente comunitario, Maroš Šefcovic, después de que este le confirmara "que no puede ampliar su mandato negociador, ni hacer nuevas propuestas para reducir el nivel de fricción comercial" provocado por ese acuerdo, según un comunicado del Gobierno de Londres.
En la conversación Truss subrayó que "la prioridad del Reino Unido es proteger la paz y la estabilidad en Irlanda del Norte" y mantuvo que el Protocolo "se ha convertido en el mayor obstáculo para la constitución de un Ejecutivo" en Belfast.
Tras la victoria el pasado jueves en las elecciones autonómicas del republicano Sinn Féin, el Partido Unionista del Úlster (DUP), segunda fuerza política, se ha negado a formar un gobierno de poder compartido hasta que se elimine el protocolo, que ve como una amenaza a la integridad territorial del Reino Unido.
La ministra de Exteriores también dijo a Šefcovic que los controles comerciales impuestos hasta ahora "están causando una interrupción inaceptable en el comercio" dentro del territorio británico, que discrimina a los norirlandeses.
Truss defendió ante el Comisario europeo de Relaciones Interinstitucionales las propuestas hechas por Londres para facilitar las operaciones y le dijo que la Comisión Europea tiene "la responsabilidad de mostrar más pragmatismo y garantizar que el Protocolo cumpla con sus objetivos originales", de acuerdo con la nota.
La ministra lamentó que el representante comunitario no pueda modificar los términos de la negociación y le avisó de que, "si la UE no muestra la flexibilidad necesaria para ayudar a resolver los problemas", el Gobierno británico, como "responsable", "no tendrá más remedio que actuar".
Bruselas
Mientras tanto, Šefcovic, no ocultó que se barajan otras medidas punitivas. "Estoy convencido de que solo las soluciones conjuntas funcionarán. La acción unilateral, que de hecho deja de aplicar un acuerdo internacional como el protocolo, simplemente no es aceptable", declaró Šefcovic en un comunicado en el que añadió que ese paso "socavaría la confianza entre la UE y el Reino Unido y comprometería nuestro objetivo final", en referencia a la protección del acuerdo de paz del Viernes Santo "en todas sus dimensiones, al tiempo que se garantiza la seguridad jurídica y la previsibilidad para las personas y las empresas de Irlanda del Norte".
"Tal acción unilateral también socavará las condiciones que son esenciales para que Irlanda del Norte continúe teniendo acceso al mercado único de bienes de la UE", constató. "Sigue siendo motivo de gran preocupación que el gobierno del Reino Unido tenga la intención de emprender el camino de la acción unilateral", lamentó el vicepresidente de la CE.
"En febrero, propusimos al Gobierno del Reino Unido un calendario ambicioso de debates intensivos sobre las cuestiones prácticas pendientes planteadas por la población y las empresas de Irlanda del Norte. Hemos dejado claro que todavía hay potencial por explorar en nuestras propuestas. Aún estamos esperando la respuesta del lado del Reino Unido", dijo Šefcovic quien subrayó que el Reino Unido y la UE son "socios que se enfrentan a los mismos desafíos globales en los que defender el Estado de derecho y cumplir con las obligaciones internacionales es una necesidad". "Trabajar codo con codo de manera constructiva es de suma importancia", sentenció.
Amenaza de rebelión interna
Destacados miembros del Partido Conservador han advertido al primer ministro británico, Boris Johnson, que puede enfrentarse a una rebelión en el Parlamento si decide tramitar una ley para suspender de formar unilateral el Protocolo para Irlanda del Norte que acordó con la Unión Europea (UE). "Hay muchos colegas que no apoyarán esto. No podemos ir por ahí rompiendo los acuerdos internacionales que no nos gustan", afirmó un ex alto cargo conservador al diario The Times, que no revela su identidad. Otro tory pronosticó que incluso si la Cámara de los Comunes (Baja) aprobara una legislación de esa naturaleza, el texto acabaría "triturado" en la de los Lores (Alta), que en los últimos años ha ejercido de contrapeso para frenar algunas de las propuestas más drásticas en el marco del Brexit. Theresa May, la primera ministra que comenzó a negociar con Bruselas la salida británica del bloque comunitario, ha criticado la posibilidad de que Londres incumpla una parte crucial del acuerdo al que llegaron ambos lados del Canal de la Mancha. May alertó sobre "aquello que un movimiento como ese diría sobre el Reino Unido y su voluntad de cumplir los tratados"
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