Comienzan los trabajos de reparación del 'Tireless' en el Peñón
Durante su última misión el submarino perdió placas que absorben el sonido de la zona de proa
Los trabajos de reparación del submarino de propulsión nuclear HMS Tireless, que llegó el pasado domingo a la base naval de Gibraltar, comenzaron ayer en la zona de south mole. Durante los próximos días este viejo conocido de la comarca será sometido a arreglos en la zona de proa, aunque no reviste gravedad ni está vinculada al reactor, sino que se trata de la reposición de placas de cerámica -son antieco y absorben el sonido- que se han desprendido durante su última misión, en aguas del océano Índico en la búsqueda del avión de Malaysia Airlines desaparecido el pasado 8 de marzo.
La vuelta del Tireless al Peñón, que ya visitó la base naval el pasado mes de enero en parada técnica, supone la cuarta escala de un submarino en Gibraltar en lo que va de año.
El HMS Tireless ya estuvo en el Peñón en el año 2000 para ser objeto de reparaciones, hecho que provocó numerosas protestas sociales en toda la comarca durante ese año. Sin embargo, en aquella ocasión la reparación tenía que ver con daños en el reactor -desde entonces no se han vuelto a hacer este tipo de arreglos en la colonia británica-, mientras que esta visita está relacionada con un problema menor que minimizarían los potenciales riesgos.
El Tireless generó una gran polémica en todo el Campo de Gibraltar entre los años 2000 y 2001, en los que permaneció en la base gibraltareña para que se reparase el sistema primario de su reactor nuclear, lo que provocó el rechazó masivo de la población campogibraltareña por el riesgo potencial que representaba.
Tras varias manifestaciones, a principios de 2001 Algeciras registró la protesta más multitudinaria. Unas 60.000 personas de toda Andalucía protestaron exigiendo la marcha del buque. Encabezó la manifestación el entonces presidente de la Junta, Manuel Chaves. Antes de la marcha del submarino en mayo de 2001, se realizaron otras dos movilizaciones: encierros en el Ayuntamiento de Algeciras y una huelga de hambre. Su estancia en esa época también creó tensiones diplomáticas entre Gran Bretaña y España, que fueron de nuevo en aumento tras la siguiente visita a la Roca, en 2004. El Ministerio de Defensa británico indicó que su escala en Gibraltar se debía a "razones técnicas", pero coincidió con las celebraciones de los 300 años de dominio británico sobre el Peñón. Desde su primer contratiempo, el Tireless sufrió una pérdida de refrigerante, chocó con un iceberg y fue testigo de una explosión a bordo que provocó que murieran dos miembros de la tripulación. De hecho, el submarino tenía que haberse dado de baja en 2013 para ser reemplazado por uno de los nuevos submarinos de la clase Astute, pero sigue navegando.
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