Gibraltar ya dispone de una nueva prisión de máxima seguridad
Windmill Hill, el nuevo centro penitenciario del Peñón, que lleva tres semanas en funcionamiento, cuenta con uno de los diseños más avanzados de todo el Reino Unido en este tipo de construcciones
El nuevo centro penitenciario de Windmill Hill, situado en Lathbury Barracks, es una prisión equipada con los más modernos sistemas de seguridad y con unas instalaciones que son lo último en diseño en los edificios de este tipo del Reino Unido.
Esta nueva cárcel lleva en funcionamiento tres semanas, tiempo suficiente para que tanto los funcionarios como los reclusos hayan notado las grandes mejoras en seguridad y servicios que tiene este recinto en comparación con la antigua prisión, situada en el castillo morisco.
El director de Windmill Hill, Richard Aguilera, expresó su satisfacción con las instalaciones de la nueva prisión: "Las murallas de la antigua cárcel estaban llenas de humedades y algunas celdas no tenían sanitarios en su interior, sin embargo ahora todos los reclusos tienen ducha y servicio en el interior de sus habitáculos".
Para Aguilera, lo más destacable de este nuevo edificio, además de lo novedoso de su diseño, es que Windmill Hill se ha hecho a conciencia para ser una prisión. "Este edificio se ha hecho para que se utilice como presidio, sin embargo el castillo servía como tal aunque no contaba con las infraestructuras más apropiadas para funcionar como cárcel", declaró el director de la prisión.
Pero para poder acceder a mejoras en los servicios, los reclusos están sometidos a un programa de privilegios, el cual consiste en ir facilitando la vida en prisión a los internos con buena conducta, llegando incluso a poder disponer de una televisión en el interior de su celda.
La ley inglesa obliga a que las prisiones estén alejadas de los núcleos urbanos, normativa que incumplía la antigua cárcel ya que cerca del castillo había viviendas y calles transitadas por la población del Peñón.
El hecho de que la antigua prisión estuviera en el castillo morisco suponía, además, un problema para la seguridad debido a que los vehículos que trasladan a los reclusos al centro penitenciario no podían acceder al recinto, teniendo que producirse parte del recorrido escoltando a pie a los internos. Sin embargo en Windmill Hill los furgones pueden penetrar hasta el interior de la prisión, reduciendo así el riesgo de que los presos escapen en sus traslados.
En la actualidad hay 50 internos en Windmill Hill, la mayoría son ciudadanos británicos aunque también hay argelinos, subsaharianos y españoles. En las nuevas instalaciones penitenciarias hay reclusos varones, mujeres y adolescentes, por lo que el trabajo de los funcionarios en cuestión de vigilancia es constante para evitar que se produzcan enfrentamientos entre los reclusos del mismo o distinto sexo en el interior de las instalaciones.
Las instalaciones penitenciarias están formadas por tres edificios conectados por pasillos y corredores, por esta razón el Gobierno del Peñón ha empleado a 16 funcionarios más en esta prisión para escoltar a los reclusos por todas las instalaciones.
Una de las novedades más destacables de la nueva prisión es que cuenta con un sistema informático que permitirá que los reclusos en prisión preventiva sean juzgados por vídeoconferencia. Windmill Hill tendrá una sala preparada para emitir la imagen del preso a los tribunales, facilitando que se puedan celebrar los juicios sin necesidad de que el recluso este físicamente presente.
Los internos reciben formación profesional a través de talleres en los que se les enseña los tres oficios de la construcción. Carpintería, pintura y albañilería, son las disciplinas en las que se les instruye para que puedan reinsertarse en la sociedad.
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