Picardo advierte que el paso de los trabajadores por la Verja puede endurecerse si no hay acuerdo con la UE

Fabián Picardo advierte que el trasiego de los trabajadores transfronterizos por la Verja podría verse dificultado en caso de que la UE y Reino Unido no lleguen a un acuerdo para la integración de la colonia en el espacio Schengen. Así lo manifiesta el ministro principal de Gibraltar en una entrevista publicada por el Gibraltar Chronicle, en la que también muestra su deseo de que los empresarios llanitos puedan tener acceso a un mercado de “520 millones de personas en la Unión Europea”. Eso sí, advierte: “Gibraltar nunca tendrá los mismos tipos impositivos [sobre bienes] que España”.

“El Gobierno de Gibraltar y el Gobierno del Reino Unido han trabajado mucho en las normas de tráfico fronterizo local y en el potencial que eso podría funcionar”, afirma Picardo, quien se confiesa “ambicioso” para conseguir la desaparición de los controles en la Verja: “Que me condenen si no voy a seguir esforzándome al máximo para traer la mejor solución posible a la mesa”, asevera.

No obstante, admite que “la realidad es que es posible que no logremos firmar un tratado y que tampoco logremos llegar a un acuerdo sobre el tráfico fronterizo local. La gente de Gibraltar debe comprender que la alternativa a un tratado es la plena aplicación del código fronterizo Schengen, con todas las enormes dificultades que eso implicaría, y que lo hagamos de forma recíproca”.

“En otras palabras”, añade a renglón seguido: “Si el código de fronteras Schengen se aplica a Gibraltar y a los cruces de Gibraltar a España, el Gobierno de Gibraltar aplicará las mismas reglas a los cruces de España a Gibraltar. Lo haremos más con tristeza que con ira, pero no nos quedará otra alternativa que hacerlo. […] Si estas conversaciones fracasan, el dolor podría convertirse en ira con bastante rapidez. Aquellos que no quieren un tratado también pueden querer que se desarrolle muy rápidamente un sabor muy amargo”.

“Reacción alérgica” ante la Policía Nacional

También reitera Picardo su rechazo a la presencia de la Policía Nacional en el aeropuerto y el puerto de Gibraltar, pese a que ambos puntos, en caso de acuerdo, serían entradas al espacio Schengen y a que España es el país responsable de garantizar la seguridad de las fronteras europeas.

El jefe del Ejecutivo de la Roca asevera que su oposición a la presencia policial española “es producto de 60 años de lo que podría llamar casi abuso, en el sentido de maltrato. Hace 60 años que el gibraltareño no ve lo mejor de España”.

“Hemos visto a las fuerzas del orden españolas en Gibraltar como el instrumento del intento español de no reconocer nuestras aguas y nuestro territorio y, por lo tanto, tenemos lo que podría llamar una reacción alérgica comprensible a la presencia de fuerzas del orden españolas desempeñando funciones ejecutivas en Gibraltar, porque nos haría sentir como si hubiéramos sucumbido a la cuestión de aceptar de alguna manera que nuestro territorio no comienza y terminar donde nos hemos propuesto. Y esa es una cuestión que España necesita entender cuidadosamente”, reflexiona.

La UE, un mercado abierto

“La mayoría de las cosas son más caras en Gibraltar que en España. Y esto es lo que no se ha entendido en Sevilla, en Madrid o en Bruselas: que en realidad el 99% de todas las categorías de bienes son más caros en Gibraltar que en España. Pero si tenemos acceso para poder vender al por menor en el mercado único, es posible que podamos volvernos más atractivos a medida que nuestros comerciantes puedan importar para vender a un mayor número de personas”, señala el ministro principal ante las posibilidades comerciales que se abrirían para el Peñón si en la Verja dejase de haber controles.

“El acuerdo que estamos analizando es un acuerdo que permitirá a nuestros comerciantes de bienes vender al por menor a 520 millones de personas en la Unión Europea. Vale la pena ser preciso para comprender dónde está el punto óptimo”, expresa.

Ese panorama, desde la perspectiva llanita, sería posible gracias a su baja fiscalidad. Y así lo manifiesta Picardo: “Algo puedo garantizar: Gibraltar nunca tendrá los mismos tipos impositivos [sobre bienes] que España. El argumento que tenemos en este momento es: ¿Dónde acepta la UE que exista un tipo para el impuesto sobre las transacciones que no vaya a poner en peligro de ninguna manera el mercado único? Cualquiera que quiera que este acuerdo genere prosperidad compartida debe comprender que Gibraltar, como catalizador de esa prosperidad compartida, debe tener un buen desempeño”.