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Pedro Sánchez anuncia un pacto sobre Gibraltar a expensas de la cumbre europea

Camino del Brexit

España votará a favor del acuerdo de salida tras obtener el compromiso aún por concretar de que se respetará su competencia exclusiva respecto a las relaciones futuras Peñón

Theresa May y Jean Claude-Juncker, hoy en Bruselas. / Efe

El Gobierno español votará este domingo a favor del acuerdo entre la UE y el Reino Unido sobre el Brexit en una cumbre extraordinaria que estuvo a punto de suspenderse. Lo hará después de que este sábado recibiera el compromiso de los presidentes de la Comisión y el Consejo Europeo, Jean-Claude Juncker y Donald Tusk, de que se añadirán unas notas a las actas de la cumbre en las que se recogerá “que no sólo se deberá contar con el acuerdo de España, sino que los acuerdos que afecten a Gibraltar deberán ser acuerdos separados a los que se concluyan con Reino Unido por parte de la UE”.

No obstante, queda por ver la forma en la que los documentos que se aprobarán recogen las exigencias de España y el alcance legal de estos compromisos respecto a la competencia exclusiva de España respecto a la relación con Gibraltar.

A pesar de que de momento no se ha modificado el Tratado de Retirada de Reino Unido de la UE ni la declaración política que establecerá el marco de la relación futura entre la UE y los británicos, que era lo que inicialmente pedía España, su presidente, Pedro Sánchez, presentó la solución finalmente alcanzada como un éxito histórico tras unas “difíciles, pero fructíferas negociaciones”.

Fruto de estos compromisos se incluirán, dijo, dos “notas a las actas” del Consejo europeo de hoy, en el que los 27 respaldarán el acuerdo de divorcio negociado con Reino Unido y la declaración que marca las orientaciones para negociar la relación futura.

En principio estas dos notas recogerán con claridad, por un lado, la interpretación del artículo 184 que dice que no hay una obligación sobre el alcance geográfico de los futuros acuerdos y, por otro, que ningún pacto futuro negociado con los británicos tendrá efecto en suelo de Gibraltar si no lo aprueba España.

El objetivo de los negociadores era resolver las dudas de España el pasado viernes, pero los contactos tuvieron que continuar a lo largo de la noche pasada y durante la mañana del sábado por la falta de soluciones.

Finalmente, una llamada telefónica entre Sánchez y el presidente Tusk en torno a las 14:00 de ayer desbloqueó la situación. También Juncker habló telefónicamente con Sánchez, conversación tras la cual escribió en su cuenta de Twitter que la “solidaridad, determinación y diálogo son los medios para encontrar soluciones en la Unión Europea”.

Triple blindaje

Es lo que llamó el presidente llamó “un triple blindaje histórico”. Primero se produjo un escrito conjunto del Consejo Europeo y la Comisión Europea en el marco del acuerdo de retirada que descartan que el artículo 184 (el artículo en discordia entre Londres y Madrid) sea aplicable al contenido de la relación en el ámbito territorial. Ese artículo señala que el Reino Unido y la UE deberán negociar los términos de su relación futura, pero no precisaba que para todo lo referido a Gibraltar se tenía que contar con España. Como el artículo estaba incluido en un Tratado, el de Salida, que sí se aplica a Gibraltar, España temía tener problemas en el futuro con su capacidad de veto sobre todo lo referido al Peñón. En segundo lugar, el Gobierno británico reconoció por escrito esta cuestión. Y en tercer lugar, el Consejo Europeo y la Comisión Europea reforzaron la posición de España, “como nunca había estado, de cara a las negociaciones futuras”, explicó Sánchez, que añadió: “Porque vamos a tener que hablar de la co-soberanía y de otras muchas cosas con el Reino Unido”.

Para convencer a España, los presidentes de la Comisión y el Consejo Europeo, Jean-Claude Juncker y Donald Tusk, garantizaron en una carta remitida al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que los acuerdos independientes sobre Gibraltar a los que puedan llegar la UE y el Reino Unido tras el Brexit requerirán la “conformidad previa” de España.

Juncker y Tusk clarificaron su postura compartida sobre el artículo 184 del Brexit en la jornada previa a la cumbre en la que se debatirá el acuerdo definitivo y subrayan su “solidaridad” con España en este asunto. Los líderes europeos reconocen que España ha estado desde 1986 en el centro del proyecto europeo y ha mostrado una gran solidaridad con esta causa y sus prioridades comunes. Por ello, prosiguen, entienden la sensibilidad de la actual situación y subrayan su solidaridad con el Reino de España en esta materia.

El texto recoge que el único objetivo del Artículo 184 del acuerdo es crear el mejor compromiso para que la UE y el Reino Unido negocien acuerdos que regulen su relación futura. Y añade que este punto no impone ninguna obligación o presunción de que tales acuerdos tengan la misma base territorial que el recogido en el Artículo 3 del acuerdo de separación.

En este punto, en lo tocante al alcance territorial de los futuros acuerdos UE-Reino Unido, Juncker y Tusk exponen que está claro que, después del Brexit, Gibraltar no estará incluida en el ámbito territorial de los acuerdos que deberán ser ultimados entre la Unión y el Reino Unido. Sin embargo, añaden, esto no excluye la posibilidad de tener acuerdos independientes entre ambas partes con respecto a Gibraltar, sin prejuicio de las competencias de la Unión y con total respeto a la integridad territorial de los estados miembros, que “requerirán del acuerdo previo del Reino de España”.

Por la parte británica, el Gobierno de Theresa May, a través de su embajador ante la Unión Europea, Tim Barrow, remitió una carta al Consejo europeo para dejar por escrito que el Tratado de Retirada de la UE “no impone ninguna obligación” de que la relación futura que deben aún negociar Londres y Bruselas se vaya a aplicar en Gibraltar.

La misiva, que no menciona expresamente a Gibraltar ni a España, “deja claro que Reino Unido negociará los acuerdos futuros en nombre de todos los territorios para los que es responsable de sus relaciones externas”.

Para el Gobierno español era imperativo que se modificara tanto el artículo 184 del Tratado de Retirada como la redacción de la declaración política sobre el futuro de las relaciones entre la UE y Reino Unido. El objetivo era introducir la “claridad jurídica” necesaria en cuanto a que ningún acuerdo futuro se aplicará en el territorio de Gibraltar sin el consentimiento previo de España.

Sin embargo, ni el bloque europeo ni el Gobierno de May veían margen posible para reabrir el acuerdo de divorcio –único texto con valor jurídico–, ni la declaración política, según diversas fuentes consultadas, por lo que se optó por negociar varias declaraciones paralelas en las que, aunque no son legalmente vinculantes, los 27 y Londres avalan la interpretación legal que hace España.

“La primera ministra ha sido absolutamente clara sobre que respaldamos la soberanía británica para Gibraltar y que lograremos un acuerdo sobre el futuro que funcione para el conjunto de la familia de Reino Unido”, declaró un portavoz del Gobierno británico.

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