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Los abogados que acusaron a un hombre de distribuir 141 imágenes de pornografía infantil en una única sesión de chat con otra persona aseguran ahora que envió cientos de fotografías a 30 usuarios diferentes, según adelantó el diario Gibraltar Chronicle en su edición de ayer.
M. K. debería haber conocido su sentencia el mes pasado tras declararse culpable de un solo cargo por distribuir material obsceno. Sin embargo, el juez Anthony Dudley ordenó a los abogados de la acusación que revisaran sus evidencias tras comprobar que éstas se basaban únicamente en una pequeña muestra del material requisado por la Policía gibraltareña.
Así, tras llevar a cabo la revisión solicitada por el juez, los letrados le comunicaron el lunes a Dudley que los detectives habían encontrado durante su investigación más de 4.500 imágenes que habían sido enviadas desde dos ordenadores a 30 personas. Entre estas fotografías hay imágenes consideradas de extrema gravedad en casos de pornografía infantil.
Tras conocer los nuevos argumentos de la acusación, el juez de la Corte Suprema expresó su satisfacción por haber cursado la citada orden. Ahora, la acusación y la defensa tendrán que revisar todo el material y acordar los hechos por los que M. K. será condenado.
Si finalmente no se produce un acuerdo entre las dos partes, cada una de ellas expondrá sus argumentos ante el juez, que lamentó que el caso esté sufriendo retrasos debido a que la acusación no incluyó todas las imágenes recabadas desde el primer momento.
Este grave caso se remonta al año 2006, cuando la Policía registró la vivienda del acusado y su puesto de trabajo en una compañía local de juegos por internet. Los forenses analizaron los ordenadores y encontraron más de 4.500 fotografías, aunque en primera instancia la acusación sólo incluyó 141 en sus pruebas.
Este proceso judicial ha puesto de manifiesto el vacío legal que existe en Gibraltar sobre la posesión de material de pornografía infantil, que no está considerada como un delito, por lo que M. K. no será juzgado por ello. En el Peñón, sólo la distribución de este material está considerada como delito.
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