Gibraltar provoca colas en la Verja con el cierre sistemático del carril de motos, bicis y patinetes
Paso fronterizo
Los agentes del Peñón fuerzan a los vehículos de dos ruedas, incluso en horas punta, a pasar por la vía destinada a coches y furgonetas
Una llamada de Picardo a Marlaska acaba con las colas en la Verja para entrar en España desde Gibraltar
La asociación de trabajadores transfronterizos culpa a Gibraltar de las colas en la Verja
Los agentes de Gibraltar destinados a controlar el paso por la Verja mantienen desde hace casi cuatro meses la decisión de cerrar de forma intermitente el carril dedicado a vehículos de dos ruedas casi cada día, lo que genera retrasos en la entrada y la salida desde La Línea y afecta también al tráfico de coches.
A pesar de las protestas de las miles de personas que atraviesan la zona aduanera y se ven atrapados por el atasco a la hora de acceder o salir del Peñón, los agentes llanitos obligan a las motos a converger con los coches que circulan, incluso de dos en dos, por el mismo carril, lo que termina por colapsar el paso.
Esto ocurre a pesar de que, después de que se separa el tráfico de los vehículos de cuatro ruedas y de los de dos, las autoridades gibraltareñas dispusieron un agente de refuerzo para controlar la nueva vía y que no se viera afectado el resto del servicio.
El pasado mes de septiembre, Gibraltar se negó de entrada a activar un carril de acceso ágil para los vehículos de dos ruedas (bicicletas, motos y patinetes) tal y como había hecho la Policía Nacional. A finales de agosto, los responsables policiales anunciaron a sus homólogos gibraltareños que se iba a poner en marcha ese carril especial, utilizado preferentemente por los transfronterizos, con el fin de facilitar su paso al margen del resto de vehículos (coches, furgonetas y camiones) que habitualmente tardan más su tránsito. La intención era que, en Gibraltar, se hiciera lo propio para que ese flujo continuase sin interrupciones.
El problema afecta sobre todo a los trabajadores transfronterizos, la mayoría de ellos españoles, que se ven atrapados a menudo a la hora de entrar o salir del trabajo.
El problema inicial se solventó cuando Gibraltar accedió a habilitar el carril para motos y bicicletas, pero eso no ha impedido que a menudo, Gibraltar lo corte a ciertas horas del día y vuelvan a generarse colas.
Ya entonces, la Asociación Socio Cultural de Trabajadores Españoles en Gibraltar (Ascteg) pidió explicaciones al Gobierno del Peñón por los atascos.
La pasada semana, la Verja se taponó durante tres días consecutivos mientras la Comisión Europea (CE) y Reino Unido reanudaban en Londres las negociaciones para suprimirla. El sábado volvió a ocurrir, con extrañas consecuencias. Una llamada telefónica realizada por el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, al ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska, acabó con la cola.
El colapso de vehículos estuvo protagonizado, fundamentalmente, por conductores gibraltareños que querían abandonar prácticamente en masa la colonia británica para aprovechar el buen tiempo con el que ha amanecido en la zona del Estrecho. Este hecho, unido a los obligados controles policiales para poder salir, había generado el tapón de coches y la protesta en las redes sociales de muchas de las personas que iban a bordo de los vehículos.
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