El contrabando que elude la Verja
Los contrabandistas encuentran resquicios en la recién reforzada valla fronteriza del Peñón mientras a 150 metros España se afana en frenar el paso de tabaco ilegal por la Aduana
Mientras las autoridades españolas se empeñan en frenar el contrabando de tabaco que intenta atravesar hacia La Línea a través de su Aduana -originando a menudo esperas para intentar salir de Gibraltar que pueden superar las tres horas tanto para los coches como para los peatones- a unos 150 metros los contrabandistas burlan sin dificultades estos controles a través de los resquicios que encuentran en la valla fronteriza.
Las autoridades gibraltareñas acaban de reforzar ese perímetro, pero sí lo que querían era impedir el paso de bultos han fracasado estrepitosamente, porque quedan huecos por los que se produce el paso de tabaco ilegal con total impunidad.
La película es casi siempre la misma. Un individuo llega con bolsas de deporte cargadas cartones. Al otro lado, en la Playa Chica linense, le esperan otras personas. El que está en Gibraltar arroja las mochilas, los otros las recogen y se las llevan. No hay más. El tabaco ya está en España.
Mientras, la Guardia Civil se afana por controlar el tráfico a gran escala en el puerto de Algeciras -según varios propietarios de quioscos que venden este tabaco ilegal el paso por el recinto portuario se ha visto frenado de forma considerable- y en la Aduana linense. Pero en realidad por este último lugar los cigarrilos que pasan son en pequeñas cantidades, porque los contrabandistas no se arriesgan ante la exahustiva vigilancia que se ejerce desde que se recrudeció el conflicto cuando el Gobierno del Peñón arrojó bloques de hormigón en la Bahía que impidieron a los pescadores de la comarca utilizar el caladero.
La lucha del contrabando por el mar también está dando frutos y dificulta la tarea de los contrabandistas. El propio conflicto ha provocado que los agentes de los dos lados de la Verja hayan intensificado la vigilancia y es extraña la semana que no aprehenden alguna embarcación cargada de cartones.
Así las cosas siempre queda la ya nombrada vaya fronteriza, donde la vigilancia es muchísimo menor y el esfuerzo desciende de forma proporcional.
Segun se desprende de una encuesta realizada por la consultora Millward Brown para la Mesa del Tabaco, cuyo objetivo era conocer la percepción de los ciudadanos en relación al comercio ilícito de tabaco, siete de cada diez andaluces creen que es fácil comprar cigarrillos ilegales y que el contrabando ha aumentado en su ciudad. Segun esta investigación, realizada entre finales de diciembre y principios de enero, mas del 65 por ciento de los consultados admite que esta mal visto fumar tabaco ilegal, pero justifica esta practica porque el precio es mas bajo.Entre los fumadores, la percepción sobre la evolución del comercio ilícito de tabaco es que este ha aumentado de forma significativa. Así, el 80 por ciento de los entrevistados afirma que es "muy fácil" o "bastante fácil" comprar cigarrillos ilegales; mientras que un 75 por ciento considera que el contrabando se ha incrementado en su ciudad.
Segun la Mesa del Tabaco, en 2013, la venta de cigarrillos en Andalucía se situó en 357,3 millones de cajetillas, lo que supone un descenso del 17 por ciento en relación al año anterior. Desde 2009, la comercialización en volumen de cigarrillos legales se ha reducido a la mitad, ante lo que la Mesa indica que "aunque no toda la caída se puede atribuir al comercio ilícito, éste ha sido un factor determinante".
Ante la magnitud del problema en Andalucía, el sector puso en marcha a finales del pasado año la campaña de sensibilización ciudadana 'Stop Contrabando de Tabaco', que con el lema 'A mi me importa' ha tratado de concienciar a la sociedad andaluza sobre que supone comprar tabaco de contrabando.
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