España guarda silencio ante la llegada de camiones a Gibraltar con piedras para nuevos rellenos en el mar
Soberanía sobre las aguas
Exteriores presentó en años pasados notas de protesta por considerar "inadmisibles" operaciones similares, conforme al derecho internacional y al Tratado de Utrecht
Verdemar afirma que Gibraltar transportará piedras desde Casares para rellenar el mar con una nueva escollera
Algeciras/El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación mantiene silencio, por el momento, ante la llegada a Gibraltar de camiones cargados de grandes piedras, destinadas a la construcción de una escollera para ganar espacio al mar mediante nuevos rellenos en la cara este del Peñón.
Según denunció el pasado domingo la organización Verdemar-Ecologistas en Acción, Gibraltar iba a iniciar este lunes la importación desde España de las piedras, en concreto, de canteras situadas en los municipios de Casares y Manilva (Málaga) para construir las citadas escolleras en una Zona de Especial Conservación del Estrecho Oriental. La advertencia de los ecologistas coincide con la presencia este lunes, en los accesos a la colonia británica, de varios camiones de considerables dimensiones destinados al transporte de material de construcción. Su carga estaba tapada con lonas.
Exteriores, a consultas de esta redacción, no ha hecho público pronunciamiento alguno respecto a estos rellenos, que se realizan sobre aguas que España considera bajo su soberanía y jurisdición. La quietud del Gobierno de Pedro Sánchez ante la ampliación de su territorio por parte de Gibraltar contrasta con la que hasta hace pocos años, y bajo la presidencia de Mariano Rajoy, había venido manteniendo el Ejecutivo.
En agosto de 2013 España pidió a Reino Unido mediante una nota verbal de protesta la paralización de otros rellenos
En agosto de 2013, por ejemplo, España pidió a Reino Unido mediante una nota verbal de protesta la paralización de otros rellenos, también en la cara este del Peñón. En esa nota, el Gobierno instaba a detener dichas operaciones por considerarlas "inadmisibles" conforme al derecho internacional e incompatibles con el Tratado de Utrecht.
El plan de las autoridades llanitas era -y es aún- construir dos espigones y un relleno a fin de levantar un ambicioso complejo de lujo con un hotel, 2.500 apartamentos, instalaciones comerciales y un puerto deportivo, el llamado Eastside Project, el mismo que ahora sigue en construcción.
Además de la siempre espinosa cuestión de la soberanía sobre las aguas, fuentes diplomáticas españolas mostraron entonces su temor a que Gibraltar estuviese también vulnerando la normativa comunitaria medioambiental.
Las operaciones conllevan un cambio en la configuración del espacio marítimo y terrestre incompatibles con el Tratado de Utrech, según indicó el Ejecutivo, que recordó que el Consejo de Ministros había aprobado meses antes, en noviembre de 2012, la declaración de Zona Especial de Conservación (ZEC) del área donde se están llevando a cabo las obras.
Uno de los problemas de esta zona es que en ella abunda la patella ferruginea, un gasterópodo considerado de los más amenazados del Mediterráneo occidental.
El transporte de las piedras hasta Gibraltar para la construcción del Eastside Project coincide con la reanudación de los contactos entre los gobiernos de España y Reino Unido para la firma de un acuerdo sobre Gibraltar que permita la incorporación de la Roca al espacio Schengen, con la desaparición de la Verja y el establecimiento de la libre circulación de personas, bienes, capitales y servicios entre la colonia y el resto del continente.
Si bien ese tratado deberá ser negociado y cerrado por la Comisión Europea -pendiente de constituirse tras las elecciones de junio pasado- la posición española es clave para que ese pacto sea posible, de ahí que desde Exteriores se trate de evitar todo roce con las autoridades llanitas y se orillen las diferencias de años pasados, especialmente en los aspectos referentes a la soberanía.
La historia continúa
El portavoz de Verdemar, Antonio Muñoz, mantiene que las piedras que están siendo llevadas ahora a Gibraltar servirán para rellenar una zona de mar con "casi 50.000 toneladas” de material y “transformar el frente litoral". Muñoz recuerda que "Gibraltar lleva años intentando traspasar especies protegidas como la patella ferruginea en esa zona".
Verdemar-Ecologistas en Acción investiga la procedencia de las piedras para el muro de contención, valorado en 100 millones de libras, por si los aportes de piedras, a razón “de casi 100 camiones diarios pudieran proceder de canteras ilegales”.
En julio de 2014, la Comisión Europea dictaminó, tras las quejas recibidas por parte del Gobierno español, que no le había sido posible identificar una violación de la normativa medioambiental en esos rellenos del Eastside.
Temas relacionados
4 Comentarios