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No en mi nombre, ni en el de España: no a la amnistía, no a la autodeterminación

Declaración de diplomáticos jubilados

El acuerdo de los partidos de izquierda con los independentistas catalanes ha llevado a 61 diplomáticos jubilados a firmar una declaración de protesta

Exteriores prepara el cese de Benosa como jefe de la oficina de Gibraltar tras criticar la amnistía

Pedro Sánchez y Carles Puigdemont. / Efe
Redacción

09 de noviembre 2023 - 12:25

Los pronunciamientos en contra de la amnistía a los condenados por el proceso independentista se han extendido a la carrera diplomática. A las reflexiones realizadas en ese sentido por el director de la oficina de Asuntos de Gibraltar, Javier Benosa, se unen ahora sesenta y un diplomáticos jubilados, que han suscrito una declaración en la que se oponen a la concesión de la amnistía a los responsables del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y de la llamada declaración unilateral de independencia de Cataluña:

No en mi nombre, ni en el de España: no a la amnistía, no a la autodeterminación

"Los diplomáticos jubilados abajo firmantes queremos expresar nuestra profunda preocupación e indignación por los acontecimientos que están ocurriendo últimamente en nuestro país por culpa de una persona que, con tal de continuar en el poder, está pactando con los enemigos de la Nación y se muestra dispuesto a hacerles inimaginables concesiones a costa de España y de los españoles, por más que las envuelva en el eufemístico ropaje de un “cambio de opinión”.

Antes de las últimas elecciones generales, Sánchez afirmó que “el independentismo lo que pide es la amnistía, algo que desde luego este Gobierno no va a aceptar ya que no entra dentro de la Constitución española. No han tenido la amnistía y no van a tener un referéndum de autodeterminación”. En el el Informe justificativo de la concesión de indultos a los políticos catalanes condenados por el Tribunal Supremo, el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, argumento que, “a diferencia de la amnistía -claramente inconstitucional-que se reclama en algunos sectores del independentismo, el indulto no hace desaparecer el delito”, y dicho informe fue aprobado por el Consejo de Ministros. El PSOE no solo no incluyó en su programa electoral la concesión de una amnistía a los responsables del procès, sino que la excluyó expresamente en sus declaraciones durante la campaña electoral. No entraba, en sus planes concederla, pero -como ha reconocido Sánchez- “las elecciones del 23 de julio cambiaron las cosas”.

¿Y en qué consistía ese cambio? Pues en que, para continuar al frente del Gobierno, Sánchez necesitaba sin más remedio los 7 votos de JxC, partido liderado por Carles Puigdemont. Según ha admitido el presidente en funciones, la concesión de la amnistía era una “condición” para que pudiera haber un Gobierno de progreso, y el coraje se manifestaba haciendo realidad el refrán “hacer de la necesidad virtud” . En consecuencia, afirmó con cinismo que, “en el nombre de España, en el interés de España y en la defensa de la convivencia entre españoles”, defendía la amnistía en Cataluña para su normalización política. ¿Cómo podía hablar en nombre de España cuando no había sometido esa propuesta a la consideración de los españoles en las elecciones? ¿En qué beneficia al interés de España y a la convivencia entre españoles el perdón y el olvido de los delitos comidos por unos delincuentes que, no solo no se han arrepentido de sus fechorías, sino que se han jactado de que los volverán a cometer?

Sánchez también dijo en su día que Puigdemont era un prófugo al que él traería a España para que rindiera cuentas ante la justicia. Efectivamente lo va a traer, pero no como un delincuente abocado a ser juzgado por sus delitos, sino en olor de multitud como un antiguo -y futuro- presidente de la Generalitat, un estadista que permitirá con los votos de su partido la formación de nuevo Gobierno progresista.

Sánchez mantiene ahora que la celebración del referéndum ilegal del 1-O, las leyes de desconexión que abolían la Constitución y la declaración unilateral de independencia no fueron delitos, sino” crisis políticas” que nunca debieron ser judicializadas, y que -con la concesión de la amnistía- volvería a la política lo que nunca debería haber salido de ella. Las consecuencias de este increíble giro copernicano son extremadamente graves, ya que – si la actuación de los sediciosos catalanes fue legítima, al limitarse a ejercer su sacrosantos derecho a votar- cabría deducir que el Rey Felipe VI habría ultrapasado sus funciones y errado al pronunciar su transcendental discurso del 3 de octubre 2017 -en el que culpó a las autoridades catalanas su ilegal alzamiento contra el Estado de Derecho-, los jueces del Tribunal Supremo habrían prevaricado al juzgar y condenar injustamente y a sabiendas a unos patriotas, y el Gobierno y las fuerzas de seguridad que intervinieron legítimamente para restaurar el orden constitucional violado abusaron de su poder y deberían pedir humildemente perdón a los golpistas por sus injustificables excesos.

Como diplomáticos, nos preocupa el alto grado de desprestigio al que el Gobierno ha situado a España con su disparatada política exterior, que la han convertido en el hazmerreír de Europa. Según Tarradellas, lo único que no podía hacer un político era el ridículo, y Sánchez lo está haciendo con creces. Nuestros colegas que dedicaron sus mejores esfuerzos para contrarrestar el falso relato de la agitprop independentista y a explicar a las Cancillerías el golpe de Estado dado desde el poder por las autoridades catalanas -y que consiguieron que ni un solo Estado reconociera a la República Catalana- ven ahora que toda su labor fue en vano, porque los golpistas actuaron al parecer correctamente y Puigdemont no es ya un prófugo, sino un político honorable que trabaja incansablemente por el interés de España.

En un Gobierno serio -sea de izquierdas o de derechas- lo importante es que gobierne con coherencia, aunque en el presente caso no se trate de una cuestión de izquierdas o de derechas, sino de dignidad nacional. Un presidente de Gobierno responsable no puede someterse al chantaje de los enemigos de España y aliarse con quienes pretenden destruirla. ¿Qué pensarán los jueces del TJUE de un Estado cuyo Gobierno ha solicitado la extradición de un prófugo al que ha acusado de sedición y de malversación, y ahora ve que desautoriza a sus jueces y se postra ante el reclamado para mendigarle los votos de su partido?

La Asociación Profesional de la Magistratura ha expresado su más firme rechazo a una futura Ley de Amnistía que -más allá de permitir a Sánchez obtener los votos necesarios para su investidura- tiene como objetivo anular el Poder Judicial, el último dique de contención frente a los abusos de poder, la arbitrariedad y la desigualdad ante la ley, para privilegiar a unos pocos miembros de la clase política. Una ley que los exonerara de las responsabilidades penales ya declaradas por los tribunales o aún por enjuiciar, sin realizar modificaciones legales previas ni entrar en un nuevo proceso constituyente, “es inaceptable e inasumible en una democracia plena”, porque quebraría el principio de separación de poderes, y deslegitimaría a un Estado que dejaría de ser de Derecho al condenar sus Tribunales por delitos políticos. La amnistía prevista es inconstitucional, injusta e inmoral ¡No todo vale! Y aún no se ha ultimado el pacto con JxC, en cuya tramitación Puigdemont humilla cada día más a España. Cuando el prófugo levante su veto a la investidura de Sánchez, será muy superior la factura que pase al Estado.

En estos momentos tan graves, hacemos al Gobierno un llamamiento para que recupere la racionalidad, abandone las amistades peligrosas con los enemigos de España -que no son imprescindibles para la formación de un Gobierno- y trate de llegar a acuerdos de Estado con el principal partido de la oposición, como sucede en los países democráticos de nuestro entorno”.

Madrid, 8 de noviembre de 2023

Listado de signatarios de la Declaración

1.-Albart, Álvaro

2.-Alba, César

3.-Ansoain, Ramón

4.-Arias, Inocencio

5.-Barañano, José Ramón

6.-Benavides, José Ignacio

7.-Bordallo, José Antonio

8.-Buitrón, Alberto

9.-Cacho, Manuel

10.-Cámara, Manuel de la

11.-Camuñas, Ignacio

12.-Carvajal, José de

13.-Cerro Eduardo

14.-Cervera, José Manuel

15.-Cosano, Antonio

16.-Díaz Valcárcel, Carlos

17.-Elorza, Javier

18.-Fernández-Mazarambroz, Miguel Ángel

19.-Fernández-Pita, Rafael

20.-Figa, María Jesús

21.-Flores Juan Luis

22.-Fuentes, Jorge

23.-Fuertes, Miguel

24-García Bañón, José

25.-González Cebrián, Juan

26.-Jiménez Ugarte, Javier

27.-Jover, Rafael

28.-López Álvarez, Fidel

29.-López Jacoiste, Viuda, María Fernanda Ortiz

30.-López Jorrín, José Ángel

31.-Lorenzo, Manuel

32.-Martel, Erik

33.-Mendívil, Rafael

34.-Miguel, Ramón de

35.-Mora-Figueroa, Santiago

36.-Nagore, Javier

37-Núñez Montesinos, Julio

38.-Ortiz Díaz de Tortosa, Gonzalo

39.-Ortiz Ramos, Alfonso

40.-Peña, José Luis de la

41.-Pérez Martínez, Arturo

42.- Pérez Villanueva, Joaquín

43.-Perinat, Luis Guillermo

44.-Pico de Coaña, Yago

45.- Prat, Juan

46.-Quesada, Eduardo de

47.-Remacha, José Ramón

48.-Rupérez, Javier

49.-Sánchez de Boado, Carlos

50.-Sánchez Jara ,Antonio

51.-Segovia, Luis Fernando de

52.-Stampa, Leopoldo

53-Tapia, José Luis

54.-Urtasun, Juan José

55.-Villavieja, Manuel

56.-Viñal, Antonio

57.-Villavieja, Manuel

58.-Viqueira Francisco José

59.-Ybáñez, Eloy

60.-Yturriaga, José Antonio de

61.-Zaldívar, Pablo

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