Una ONG se hará cargo de la ayuda a domicilio en Gibraltar para la que trabajan casi 300 trabajadores transfronterizos españoles

La intervención de Community Care evita el colapso en los servicios de cuidados de casi 800 mayores y personas vulnerables a los que atendía LifeCom Care

Imagen de las manos  de un anciano.
Imagen de las manos de un anciano. / Efe

La institución benéfica Community Care lanzará una organización sin ánimo de lucro para dar continuidad al servicio de atención a alrededor de 800 personas vulnerables en Gibraltar, a los que seguirán ayudando los casi 300 trabajadores transfronterizos españoles que lo hacían para la empresa LifeCom Care.

Esta compañía dejará de prestar servicio a finales de abril tras mantener diferencias laborales y organizativas con sus empleados -que incluso habían convocado protestas y una huelga que fue luego aplazada- y haber recibido constantes quejas por parte de las familias de los usuarios. Esta presión llevó al Gobierno gibraltareño a "acordar" a finales de marzo la entrega del servicio tras un periodo de transición de 30 días.

Community Care Domiciliary Services Limited operará "con total independencia del Gobierno", según explica el Ejecutivo en una nota de prensa y se fundamentará "en la experiencia y los conocimientos de profesionales con experiencia previa en este sector" para "los mismos beneficiarios". Por lo tanto, el Gobierno confía en la capacidad de esta organización sin ánimo de lucro para "garantizar la continuidad de la atención al más alto nivel".

Según "los valores y principios" que han guiado la labor de Community Care, la ONG afirma que "el personal es fundamental para una atención de calidad", por lo que "trabajará de inmediato para acordar el mayor número posible de contratos temporales de 15 horas, de modo que quienes tienen la responsabilidad de cuidar a los más vulnerables de nuestra comunidad también reciban el trato digno y respetuoso que merecen".

La Ministra de Salud, Gemma Arias-Vásquez, ha estado "trabajando estrechamente" con el sindicato Unite the Union en este asunto. «Me complace que el Gobierno haya actuado con rapidez y decisión, junto con Community Care, para garantizar una transición fluida en la prestación de servicios de atención", afirma. "Quisiera agradecer a todos los que han contribuido a garantizar esta atención de la más alta calidad a los usuarios, reconociendo al mismo tiempo el valor de nuestros profesionales de la atención", continúa.

La ministra ha agradecido la colaboración durante todo este proceso a Unite the Unión "para garantizar que el personal reciba el apoyo necesario a medida que avanzamos" y a los fideicomisarios de Community Care por proponer esta asistencia al Gobierno, "teniendo en cuenta los intereses de los residentes mayores de Gibraltar".

El Gobierno anuncia además los planes de la Agencia de Cuidados (Care Agency) de ofrecer un programa de formación para la atención a mayores y personas vulnerables, con el fin de ofrecer oportunidades de formación a los gibraltareños que deseen dedicarse vocacionalmente a ello. "Esto permitirá a Community Care Domiciliary Services Limited contar con un nuevo grupo de profesionales para su futuro empleo", afirma.

Antecedentes

El pasado mes de junio, Lifecome Care Limited se hizo con la concesión de todos los servicios de atención domiciliaria y apoyo en el hogar para la Agencia de Atención del Gobierno de Gibraltar por 3,8 millones de libras (más de 4 millones y medio de euros). En aquel momento, el Ejecutivo garantizó que habría una transferencia sin problemas de los empleados de las entidades colaboradoras de la Agencia ADA, que llevaba el sevicio desde hacía más de veinte años, a la plantilla de LifeCome Care. Gemma Arias Vásquez, ministra de Sanidad, afirmó entonces que esa nueva concesión crearía un marco moderno que iba proporcionar una mejor continuidad de la atención y tarifas acordadas, lo que en última instancia beneficiaría a los usuarios del servicio, con los debidos estándares de transparencia. Ahora admite que "para el futuro se han aprendido lecciones".

La primera subrogación de los trabajadores se produjo en septiembre. Desde entonces, el servicio era un caos, con empleados que cobraban tarde y mal sus salarios y algunos que ni siquiera lo hacían, según explica a Europa Sur uno de los afectados, que afirma que el "descontrol organizativo" ha continuado y que sólo la profesionalidad de la plantilla ha impedido problemas mayores.

El GSD, partido en la oposición en el Peñón, se confesó en noviembre "profundamente alarmado por las preocupaciones urgentes y angustiantes de los usuarios de servicios y empleados atrapados en el caos actual que rodea los servicios de asistencia doméstica y atención doméstica de Gibraltar". "La situación continúa escalando hacia una interrupción de los servicios de atención crítica", advirtió el partido. "Esta inestabilidad entre los trabajadores de cuidado (que proporcionan un apoyo vital a algunos de los más vulnerables de nuestra comunidad) ha alimentado la ansiedad y la incertidumbre generalizada entre los usuarios de servicios y sus familias".

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