Gibraltar examina la gestión de la pandemia y del Brexit de Picardo en unas elecciones inciertas
El socialdemócrata Azopardi se erige como alternativa para dar un giro radical a la política gibraltareña
Las listas de los dos principales partidos están repletas de caras nuevas
La polémica del caso MacGrail y del modelo de Andorra marcan la campaña
Keith Azopardi y el nuevo viejo estilo
Fabián Picardo, siempre en el ojo del huracán
Los electores gibraltareños someterán a examen el próximo 12 de octubre la gestión del Brexit y la pandemia del coronavirus realizada por el partido laborista (GSLP) que lidera el abogado gibraltareño Fabián Picardo desde hace 20 años. La alternativa a la coalición que esta formación forma con los liberales de Joseph García es el partido socialdemócrata (GSD) de otro abogado, Keith Azopardi, que confía en dar un giro radical a la política gibraltareña que le permita eludir una grave crisis social y la amenaza de un daño irreparable para la reputación del Peñón.
Tras la renuncia a presentarse a los comicios de Together Gibraltar, la formación que tuvo como diputada a Marlene Hassan-Nahon -hija de sir Joshua Hassan-, la cita en las urnas queda en una lucha de las dos formaciones más potentes de los últimos años, con el permiso de un tercer abogado, el conocido Robert Vasquez, quien ha decidido intentarlo como independiente.
Según un sondeo publicado el lunes 18 de este mes por la GBC (Gibraltar Broadcasting Corporation) existe en el Peñón una numerosa mayoría de indecisos entre los 1.100 ciudadanos de la colonia que han participado en la encuesta. Los que sí tienen decidido su voto se dividen, con porcentajes muy ajustados, entre los que piensan votar el cambio que propugna el GSD (23,72%) y los que apuestan por la continuidad de la alianza entre socialistas y liberales (21,64%). La encuesta se realizó antes de que Together Gibraltar renunciara a presentarse y el 2,98% dijo que lo votaría. Un 8% prevé votar en blanco en los comicios que coincidirán con el Día de la Hispanidad en España, mientras que otro 12,26% prefirió no contestar. Asimismo, más de un 78% se mostró totalmente o muy seguros de que acudirán a votar.
Aunque el GSD tiene una ligera ventaja, a la pregunta de quién pensaba que sería el mejor ministro principal para los próximos cuatro años, el 55% de quienes respondieron a la pregunta se declaró favorable a Picardo frente al 23% para Azopardi.
El GSLP/Liberal presenta una lista renovada al 50% respecto a los anteriores comicios. Cinco candidatos repiten: el propio Picardo, Joe Bossano, Joseph García, el profesor John Cortés y Vijay Daryanani, todos ellos ministros interinos que defienden sus escaños. A ellos se unen los recién llegados Gemma Arias-Vasquez, Leslie Bruzon, Nigel Feetham, Pat Orfila y el exalcalde Christian Santos. No siguen figuras importantes de los últimos mandatos como los ministros Albert Isola, Samantha Sacramento ni Paul Balban, además de Gilbert Licudi, que ya renunció a sus responsabilidades ministeriales hace meses aunque se ha mantenido como diputado hasta la convocatoria electoral. Además se produjo la renuncia de última hora del liberal Steven Linares, que ha pasado 23 años en el Parlamento.
El GSD se presenta liderado por Keith Azopardi y con seis caras nuevas con respecto a esta legislatura que acaba ahora. A los veteranos Damon Bossino, Roy Clinton y Edwin Reyes se unen como novedades Joelle Ladislaus, Giovanni Origo, Youssef El Hana, Craig Sacarello, Atrish Sanchez y Daniella Tilbury, que fueron elegidos por la Ejecutiva para formar parte de la lista electoral del partido. El Hana ha sofocado una polémica que amenazaba con enturbiar las elecciones al disculparse ante la comunidad judía del Peñón por unas antiguas publicaciones en sus redes sociales contra Israel con "un lenguaje ofensivo", a los que muchas personas han catalogado de comentarios antisemitas.
Las elecciones parecen haber pausado una enorme tormenta política de final incierto como parte de la mayor crisis policial de su historia. En el centro de esta polémica está la investigación pública sobre la controvertida jubilación anticipada de su comisario de policía, Ian MacGrail, quien presuntamente fue sometido a "presiones inapropiadas" para que dejara una investigación relacionada con un contrato de seguridad. Este caso ha supuesto un continuo foco de tensión para el Gobierno de Gibraltar ya que, detrás de la jubilación anticipada y poco justificada del excomisario, se dilucida la existencia de presiones del Ejecutivo de Picardo y sospechas sobre la actuación en el más alto nivel de la administración local que esta niega en rotundidad.
Aunque ha sido motivo de insinuaciones y reproches, la principal arma arrojadiza no ha sido hasta ahora el caso MacGrail. Lo que más ha agitado en las últimas semanas la política gibraltareña ha sido una vieja idea que el entonces ministro principal Peter Caruana promocionó como posible solución para el conflicto de Gibraltar en 2002, el llamado modelo de Andorra, que Picardo ha utilizado para justificar la ausencia de Azopardi del proceso del Brexit. La polémica la encendió el ministro principal de cuando publicó el pasado 20 de julio un tuit en el que, sobre una fotografía del líder de la oposición se leía Vote GSD, get Andorra (Vota GSD, consigue Andorra). El propio Picardo explicaba que ese era el motivo por el que no invitaría a Azopardi a participar de la negociación posterior al Brexit, tal y como su rival político demanda desde hace tiempo. "Por eso no me sentaré al lado del señor Azopardi en la negociación de la UE. Por eso, el señor Azopardi nunca debería representar a Gibraltar en ninguna negociación con España o la UE. Su opinión de que Andorra no supone una soberanía conjunta envía una señal equivocada a España, la UE y el Reino Unido", dijo Picardo. Azopardi, Caruana y el GSD hace años que reunicaron a esta opción.
El GSLP ha promulgado además una reforma de la Constitución que, si gana las elecciones, buscará "cambios" para acercarse "a la descolonización efectiva y la retirada de Gibraltar de la lista de territorios no autónomos de la ONU".
Estas elecciones gibraltareñas, y el proceso de elección de un nuevo Gobierno en España todavía no concluido, mantienen en pausa las negociaciones entre la Comisión Europea y Reino Unido para determinar la relación del Peñón con la Unión Europea tras su salida de la misma.
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