Picardo advierte que en caso de 'no acuerdo' post-Brexit sobre Gibraltar "caerá el martillo" en la Verja

"No siempre vamos a entrar y salir de la Unión Europea mostrando nuestros carnets de identidad y nuestros pasaportes", recalca el ministro principal

Picardo defiende que España sacará a Gibraltar de la lista de paraísos fiscales antes de cerrar el tratado

El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo
El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo

El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, aseguró este jueves, durante una intervención en el Parlamento de la Roca, que si Reino Unido y la Unión Europea no llegan a un acuerdo post-Brexit en lo que se refiere a su territorio “caerá el martillo” en la Verja, en una clara alusión a se llevarán a cabo exhaustivos controles en el acceso a la colonia británica, con el consiguiente perjuicio, especialmente tanto para los gibraltareños que residen en uno y otro lado del paso fronterizo como para los miles de trabajadores españoles, la mayoría de La Línea, que desempeñan allí sus funciones y que se verían obligados a someterse a los mismos a diario.

“El martillo del Brexit "caerá" en la frontera si los negociadores no logran acordar un tratado para las relaciones de Gibraltar con la UE tras el Brexit, dijo el jueves el ministro principal, Fabian Picardo, en el Parlamento”, sostiene una información hecha pública por el Gibraltar Chronicle

El ministro principal matizó en esa intervención que la consecuencia de “un no acuerdo” no es que se prolongue en el tiempo la situación actual “sino más bien la plena aplicación de los controles de Schengen en la frontera con España”, lo que ralentizaría el paso por la frontera.

Picardo respondía así a una pregunta de Keith Azopardi, líder de la oposición, que había solicitado información actualizada sobre el progreso de las negociaciones del tratado.

El jefe del gobierno gibraltareño replicó, como ha hecho a lo largo de todo este proceso, que no podía facilitar ningún detalle para proteger "la discreción de la negociación", al tiempo que añadió que esto era "enormemente frustrante" para quienes participaban directamente en las conversaciones. Picardo sostuvo que sería más fácil para los negociadores si pudieran explicar los detalles de las conversaciones y por qué se había tomado o no cada decisión.

Picardo explicó que no hay decisiones fáciles en esta compleja negociación, y añadió que nunca se trataba de elegir entre "magníficas opciones".

El ministro principal subrayó también que cualquier tratado debía sopesarse con la alternativa de no llegar a ningún acuerdo, no con la situación actual en la que se encuentra Gibraltar. "Lo que vemos hoy en la frontera no es la alternativa a un tratado", dijo. "Y no siempre vamos a poder entrar y salir de la Unión Europea simplemente mostrando nuestros carnés de identidad y nuestros pasaportes".

"Si no tenemos un tratado, caerá el martillo. Habrá el código fronterizo Schengen en plena aplicación", aseveró con firmeza. "Eso que ha hecho de vez en cuando la persona a la que hemos llamado el funcionario canalla antes de ser suspendido durante cinco meses sin sueldo se convertiría en la norma", deslizó en referencia al jefe policial de la Verja que ha sido objeto incluso de sanciones por sus decisiones.

La medida de cualquier tratado, añadió Picardo, "tiene que ser contra el caos que hemos visto".

"Esto no es algo que nos guardemos para nosotros porque no queramos compartirlo con la comunidad", defendió. "No queremos que nada de esto sea secreto. De hecho, no se puede tener un tratado secreto. Una vez que tienes un tratado, un acuerdo, tiene que ser público".

"Así que solo se trata de garantizar que ayudamos al proceso para llegar a ese tratado final no negociando en público y no diciendo cosas que puedan ser vistas por una u otra parte como incendiarias para sus puntos de vista o intereses potenciales, tanto en Bruselas como en el Reino Unido, en España o en Gibraltar".

"No es nuestra zona de confort. Queremos que la gente sepa exactamente lo que hemos discutido, exactamente lo que es probable que podamos acordar, y ver exactamente qué es lo que se acuerda, si se acuerda, o exactamente por qué no hemos sido capaces de acordar si no somos capaces de acordar", detalló. "Pero tenemos que respetar esto que llamamos la discreción de la negociación para poder finalizar la negociación".

"Ese es el dificilísimo trabajo que estamos haciendo a puerta cerrada, manteniendo informados a nuestros colegas, trabajando muy duro para garantizar que todas las decisiones sean difíciles pero se tomen adecuadamente", concluyó.

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