Picardo asegura ante las Naciones Unidas que "la pelota está en el tejado de España" para cerrar un acuerdo sobre Gibraltar
El ministro principal niega la validez jurídica de las resoluciones de la ONU que respaldan la reclamación española sobre el Peñón
Apela a la afinidad socialista de los gobiernos de Gibraltar, España y Reino Unido para alcanzar un acuerdo con la Unión Europea "lo antes posible"
La polémica por la cesión de la soberanía de Chagos obliga al Gobierno de Reino Unido a defender la de Gibraltar
Gibraltar/El ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, en su intervención este lunes ante la Cuarta Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, especializada en la política especial y la descolonización, se ha mostrado tajante en la posición del Peñón, en pleno proceso de diálogo entre la UE y Reino Unido: Gibraltar no renunciará a su soberanía y el futuro de la colonia será decidido únicamente por sus habitantes. Picardo ha negado validez jurídica a las resoluciones de la ONU que respaldan la reclamación española sobre Gibraltar. Además, ha instado a España a aceptar "soluciones pragmáticas y equilibradas" para finalizar las negociaciones tras el Brexit, pensando "en el interés superior de todos los habitantes de Gibraltar y de la región" y respetando "los sistemas y la seguridad del espacio Schengen y la integridad del Mercado Único".
En su intervención dirigida al Comité Especial de Descolonización -creado en 1961 por la Asamblea General como órgano subsidiario-, el ministro principal ha afirmado que la soberanía del territorio "no es negociable" y que cualquier solución para el futuro del Peñón deberá respetar el "derecho a la autodeterminación" de los gibraltareños. En este sentido, ha señalado que "la pelota está en el tejado de España", en referencia a la necesidad de que las autoridades españolas acepten las propuestas de Reino Unido para alcanzar un acuerdo para la integración de Gibraltar en el espacio Schengen.
Picardo ha destacado que las resoluciones de la ONU a las que España recurre para reivindicar su soberanía sobre Gibraltar, aprobadas hace más de medio siglo, "carecen de validez jurídica". Ha afirmado que esos acuerdos "no tienen ningún peso legal" ni representan principios de derecho internacional aplicables en la actualidad. En cambio, ha subrayado la importancia de la Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General, que reconoce explícitamente el derecho a la autodeterminación de los territorios no autónomos, como es el caso de Gibraltar. Esta resolución, según Picardo, es la única con fuerza legal y la que debe guiar cualquier proceso de descolonización y ha puesto como ejemplo el caso del archipiélago de Chagos.
Resoluciones franquistas en la ONU
Durante su discurso el ministro principal ha sido especialmente crítico con el uso que España sigue haciendo de resoluciones que, según sus palabras, fueron impulsadas por el régimen franquista en la década de 1960. Ha recordado que en el momento de su adopción, Gibraltar era la "única democracia representativa en la Península Ibérica", mientras que España estaba bajo una dictadura. Además, ha apuntado que dichas resoluciones no solo tenían un peso político limitado en su tiempo, sino que también recibieron una "significativa oposición" por parte de muchos Estados miembros de la ONU.
Picardo también se ha referido al actual estado de las negociaciones entre Gibraltar, el Reino Unido, la Unión Europea y España para definir las futuras relaciones del Peñón con la UE tras el Brexit. En este contexto, ha recordado que el 96% de los gibraltareños votaron a favor de permanecer en la Unión Europea en el referéndum de 2016. Ha insistido en que Gibraltar busca mantener una "relación positiva y fluida" con la UE, especialmente para abordar los problemas de movilidad en la frontera y garantizar soluciones que beneficien tanto a los ciudadanos gibraltareños como a los del Campo de Gibraltar.
"El mes pasado asistí, junto con el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, a la tercera reunión en Bruselas con el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, así como con el ministro de Asuntos Exteriores español José Manuel Albares. Una reunión de políticos socialistas con la oportunidad de demostrar cómo podemos resolver los problemas de la gente, no agravarlos", ha explicado.
El ministro principal ha señalado que, hasta el momento, se han propuesto "soluciones equilibradas y neutrales" en términos de soberanía para los elementos más difíciles de las negociaciones. Sin embargo, ha dejado claro que ahora es el turno de España para decidir si acepta estas propuestas. Picardo ha enfatizado que cualquier acuerdo debe respetar la soberanía, jurisdicción y control de Gibraltar, y no socavar en modo alguno el "derecho de autodeterminación del pueblo gibraltareño".
A pesar de la complejidad de las cuestiones técnicas en juego, Picardo ha expresado su confianza en que se logrará un "resultado positivo" si ambas partes siguen centradas en encontrar "soluciones pragmáticas". "Pero ahora corresponde a las autoridades españolas, como parte del equipo negociador de la UE, decidir si quieren aceptar estas soluciones imaginativas y equilibradas que nos ayudarán a todos a alcanzar los acuerdos definitivos que deseamos. Nuestra oferta es justa y equilibrada", ha zanjado.
Discurso completo de Fabián Picardo ante la Cuarta Comisión de la Asamblea General de la ONU
Señora Presidenta:
Todos los años oímos al representante español decir lo mismo.
Hablan de resoluciones de la Asamblea General, aprobadas hace más de medio siglo, que, según ellos, respaldan su reivindicación de soberanía sobre nuestra patria.
Así que hoy quiero, una vez más, dejar clara la postura del Gobierno y del pueblo de Gibraltar:
España cedió la soberanía sobre Gibraltar, a perpetuidad, en 1713.
Ninguna resolución de la Asamblea General puede cambiar este hecho.
Tampoco puede restringir nuestro derecho inalienable a la autodeterminación.
De hecho, hoy iré más lejos.
Le diré que las resoluciones de la Asamblea General en las que se basa España no tienen ningún valor jurídico.
No tienen valor legal.
No son declaratorias de ningún principio de Derecho internacional.
No hay nada en esas resoluciones que prevalezca sobre la resolución que realmente importa.
Se trata de la Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General que, explícitamente, “declaró” la existencia del derecho de autodeterminación.
Este es precisamente el derecho que sustenta el histórico acuerdo alcanzado la semana pasada entre el Reino Unido y Mauricio, que completa la descolonización de éste.
Restablece su integridad territorial y permite el regreso al archipiélago de Chagos de sus habitantes exiliados.
ESA es la Resolución que debe preocuparles.
Y esa es una Resolución de fuerza legal en la que podemos confiar y confiamos.
Así pues, quienes representan al Reino de España en este foro no deberían perder el tiempo haciendo repetidas e inútiles referencias a Resoluciones que carecen de valor jurídico.
Sin duda, es vergonzoso para el actual Gobierno socialista y progresista de la España moderna el apoyarse en Resoluciones obtenidas aquí por quienes, incluso ellos, califican como el Gobierno fascista de la España de la década de 1960.
Recuerdo al Comité que en 1969 se votó la última resolución, cuando España era aún una dictadura y Gibraltar la única democracia representativa en la Península Ibérica.
Además de carecer de valor jurídico, esa resolución tenía un peso político limitado, incluso hace 50 años, porque casi la mitad de los miembros de la ONU de entonces votaron en contra, se abstuvieron o no votaron.
Así pues, desde el punto de vista del Derecho internacional y de la política, confiar en esas resoluciones es erróneo e inútil.
Porque Gibraltar no puede descolonizarse legalmente mediante la adhesión a esas resoluciones rancias y sin valor jurídico y mucho menos integrarse en España.
De hecho, tal hecho no equivaldría a una descolonización, sino a la recolonización de Gibraltar por una potencia colonial diferente.
Así que, por favor, entiendan una cosa:
El único factor determinante de nuestro futuro será la expresión de la libre voluntad del Pueblo de Gibraltar, ejercida exclusivamente de conformidad con nuestro derecho de autodeterminación.
Porque ese es el único principio aplicable del derecho internacional que es relevante para la descolonización de Gibraltar.
El principio del consentimiento.
El principio de la elección democrática del pueblo de un Territorio No Autónomo que determina por sí mismo el futuro de dicho territorio: el principio fundamental de la AUTODETERMINACIÓN, que es la luz que guía a las Naciones Unidas en asuntos relacionados con la descolonización de los pueblos.
Señora Presidenta, hemos estado trabajando para hacer efectiva la voluntad del Pueblo de Gibraltar no sólo en las Naciones Unidas, sino también en las negociaciones, junto con el Reino Unido, con la Unión Europea para acordar una nueva relación con la UE.
El 96% de los gibraltareños votó a favor de permanecer en la UE en el referéndum de 2016.
Nosotros queremos una relación sólida, positiva y fluida con la UE que aporte soluciones pragmáticas a los problemas de fluidez en la frontera para nuestros ciudadanos.
El mes pasado asistí, junto con el Ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, a la tercera reunión en Bruselas con el Vicepresidente de la Comisión Europea, Maroš Šefcovic, así como con una delegación del Ministerio de Asuntos Exteriores español encabezada por el Ministro Albares.
Una reunión de políticos socialistas con la oportunidad de demostrar cómo podemos resolver los problemas de la gente, no agravarlos.
Estamos trabajando bien juntos para crear, tanto en Gibraltar como en la zona de España que nos rodea, conocida como el Campo de Gibraltar, una zona de “prosperidad compartida” que aporte beneficios económicos mutuos.
Pero lo que quizá sea aún más importante es que las soluciones que proponemos también ayudarán a resolver los problemas cotidianos que tienen los habitantes de Gibraltar y la región circundante cuando quieren ver a miembros de sus familias, practicar deporte o asistir a escuelas en una u otra jurisdicción.
Cuestiones que los políticos llevan décadas complicando.
Debemos evitar agravar y perpetuar esos fracasos.
Por supuesto, conseguirlo es un proceso complejo.
Pero es un objetivo que confiamos en poder resolver positivamente si seguimos centrados en dejar de lado la soberanía y nos concentramos en las soluciones prácticas.
Gibraltar desea que se acuerde un Tratado entre el Reino Unido y la UE lo antes posible.
Para lograrlo, hemos estado proponiendo soluciones equilibradas, imaginativas y neutrales desde el punto de vista de la soberanía para los elementos más difíciles de la negociación en todo momento.
Pero ahora corresponde a las autoridades españolas, como parte del equipo negociador de la UE, decidir si quieren aceptar estas soluciones imaginativas y equilibradas que nos ayudarán a todos a alcanzar los acuerdos definitivos que deseamos.
Nuestra oferta es justa y equilibrada.
Se ha diseñado pensando en el interés superior de todos los habitantes de Gibraltar y de la región.
Respeta totalmente los sistemas y la seguridad del espacio Schengen y la integridad del Mercado Único.
Por lo tanto, la pelota está ahora en el tejado de España.
Porque cualquier solución debe respetar también la posición de mi pueblo sobre la soberanía, la jurisdicción y el control.
Y no debe socavar en modo alguno nuestro derecho de autodeterminación.
Sin embargo, respetar esos parámetros no significa que tengamos que renunciar a encontrar soluciones pragmáticas.
Somos conscientes de la complejidad de algunas cuestiones técnicas.
Pero seguimos trabajando para lograr un resultado positivo.
En un momento en que los conflictos causan estragos en el mundo, podemos demostrar que las personas serias, el trabajo duro y una diplomacia valiente pueden romper décadas de intransigencia y siglos de desconfianza.
Pero no se puede transigir en el compromiso de retirar a Gibraltar de la lista de Territorios No Autónomos de acuerdo con los deseos de los gibraltareños y sin otras consideraciones ajenas en juego.
Porque esa es la única doctrina que se aplica o importa. Ese es el único camino a seguir.
Esa es la única solución que aceptará el pueblo de Gibraltar.
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