Reino Unido protesta a España por los controles en la Verja entre Gibraltar y La Línea

Las consecuencias del Brexit

La embajada británica se queja ante Exteriores de que sus ciudadanos no censados en la colonia estén obligados a justificar los motivos de su entrada en territorio Schengen

Vistas de La Línea y Gibraltar.
Vistas de La Línea y Gibraltar. / Erasmo Fenoy

Las presiones más o menos sutiles por parte de las autoridades británicas para que España relaje los controles a sus ciudadanos en la Verja que separa Gibraltar de La Línea de la Concepción son habituales, pero la demanda se ha puesto esta vez por escrito. La embajada de Reino Unido en Madrid ha dirigido una “nota verbal” de queja al Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación para “expresar su actual preocupación por las medidas adoptadas por España” en ese lugar estratégico, convertido en un punto caliente para las relaciones diplomáticas entre ambos países a consecuencia del Brexit.

"Desde el 13 de noviembre de 2023, España ha implementado unas medidas que afectan a los titulares de pasaporte británico residentes en Gibraltar sin carné rojo de Gibraltar”, indica el escrito remitido a Exteriores, fechado el pasado 1 de julio y al que ha tenido acceso esta redacción.

Ese “carné rojo” supone una excepción en la aplicación del Código Schengen de fronteras al tratarse de una suerte de salvoconducto que permite a sus titulares superar de forma ágil los controles policiales y aduaneros en la Verja. Tan solo lo poseen los ciudadanos censados en la colonia, pero el resto de “residentes” en el Peñón -como el millar de militares destinados en las bases de la Roca- carece de dicho privilegio de paso. Tampoco pueden pasar a España sin motivos acreditados los numerosos turistas llegados a bordo de cruceros o de aviones o los profesionales que trabajan de manera temporal en el Peñón.

La embajada indica que los afectados por los controles policiales españoles -los mismos que se aplican en el conjunto de la UE a los ciudadanos de terceros países- “ya no pueden cruzar la frontera para excursiones de un día porque los funcionarios españoles afirman que no tienen una razón válida para entrar”.

“Antes de noviembre de 2023, todos los residentes de Gibraltar podían cruzar la frontera para realizar excursiones de un día, lo cual reflejaba la estrecha relación entre las comunidades de Gibraltar y La Línea”, apunta el escrito, que alude, de paso, a los perjuicios que esta situación estaría provocando a “la economía local en La Línea”.

La Unión Europea y Reino Unido sí cuentan -desde noviembre de 2019- con un tratado internacional que regula sus relaciones tras el Brexit

Entre los casos que cita la embajada se encuentran niños que pretenden jugar encuentros deportivos, personas con citas médicas en España y quienes, sin carné rojo, pretenden hacer compras o comer en un restaurante.

“El Reino Unido entiende que corresponde a las autoridades españolas decidir quién puede entrar en España. Sin embargo, no creemos que las medidas actuales de España en la frontera entre Gibraltar y España, que a menudo son inconsistentes, sean una aplicación razonable de las partes pertinentes del Código de fronteras Schengen, que no excluye la entrada de visitantes durante un día”, remarca la embajada.

Los criterios de Schengen

Fuentes policiales españolas indican que el criterio seguido en la Verja es hacer un control muy laxo a los portadores del carné rojo pero que, en cambio, los protocolos fronterizos de Schengen se aplican sin distinción al resto de ciudadanos. No obstante, rechazan de forma tajante que los escolares o las personas con tratamientos médicos en España tengan problema alguno para entrar.

Desde el 1 de enero de 2021, los nacionales británicos que quieran entrar en España, como ocurre con cualquier ciudadano de un tercer país ajeno a la UE, deben tener su pasaporte en vigor y cumplir con los requisitos establecidos en el Código de Fronteras Schengen, entre los que está la necesidad de justificar tanto el objeto como las condiciones y tiempo de la estancia prevista, así como disponer de medios de subsistencia suficientes. Aunque exentos de visado, su estancia no puede superar los 90 días por periodo de 180, sea en una o en varias visitas.

Es cierto que los británicos que viajan desde cualquier punto de Reino Unido a Francia o Bélgica para disfrutar de una estancia corta no padecen esos controles, aunque hay que tener en cuenta que la Unión Europea y Reino Unido sí cuentan -desde noviembre de 2019- con un tratado internacional que regula sus relaciones tras el Brexit. Y ese acuerdo excluye de forma expresa todo lo referente a Gibraltar, cuyas condiciones deberán quedar especificadas en el acuerdo que permanece en fase de negociación entre la UE y Reino Unido desde octubre de 2021.

Los militares

La protesta de la embajada hace un punto y aparte en lo referente a los militares destinados en el Peñón, cuya salida hacia España es complicada salvo que cumplan con los requisitos citados y que la UE impone a los ciudadanos de terceros países. “Desde otoño de 2022, personal militar del Reino Unido fuera de servicio ha tenido problemas para cruzar la frontera entre Gibraltar y España. A estas personas se les ha marcado electrónicamente el pasaporte porque son militares británicos con base en Gibraltar, a pesar de viajar fuera de servicio. Esto también ha afectado a sus viajes al espacio Schengen a través de otros pasos fronterizos Schengen, siendo retenidas en las fronteras y sometidas a intensos interrogatorios”.

Ese marcaje electrónico de los pasaportes implica que los titulares de estos sean incluidos en un listado y que aparezca su profesión de militar en los controles fronterizos, lo que obliga a las autoridades de cada país al que se desplacen a preguntarles por los motivos de su visita.

“Recientemente”, apunta la nota de la embajada, “hubo un incidente en la frontera de un país miembro de la Unión Europea que involucró a un teniente coronel del ejército británico que viajaba en calidad de militar de la OTAN tras incidentes previos en otros dos estados miembros. A pesar de las garantías de España de que no existe práctica dirigida al personal militar y de que se han eliminado esos marcadores, las personas siguen experimentando problemas en la frontera, incluidos retrasos y denegaciones”.

La queja de Reino Unido concluye instando “amablemente a España a que se asegure de que se eliminan todas las alertas vinculadas al personal militar del Reino Unido en los sistemas español y Schengen, en consonancia con la estrecha cooperación del Reino Unido y España como aliados de la OTAN”.

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