La reorganización de la Guardia Civil (LIV)

La Guardia Civil en San Roque (CCLXX)

En 1965 había una casa-cuartel de la Guardia Civil en Guadalquitón, en el término municipal de San Roque

Todavía permanecen sus ruinas junto a un viejo pozo de agua

rsonal de la Guardia Civil destinado en la casa-cuartel de Guadalquitón (San Roque) en 1965.
Personal de la Guardia Civil destinado en la casa-cuartel de Guadalquitón (San Roque) en 1965.

San Roque/En el año 1965 se encontraba establecida una casa-cuartel de la Guardia Civil en Guadalquitón, sita en el término municipal de San Roque. Actualmente desaparecida como tal, permanecen todavía las ruinas de la misma junto a un viejo pozo de agua y queda como mudo testigo de una antigua época que se remonta a los tiempos del antiguo Cuerpo de Carabineros del Reino.

En dicho año pertenecía, junto al puesto de Carboneras, que se ha referido en el artículo anterior, a la Línea (sección) de Carboneras, que mandaba entonces el teniente Agustín Rodríguez Borges. Su encuadramiento correspondía en esa época a la 1ª Compañía (Guadiaro), cuyo jefe era el capitán José Ferrer Gil. Todo ello estaba integrado a su vez en la 337ª Comandancia de la Guardia Civil (Algeciras), cuyo jefe era el teniente coronel Juan Antonio Fajardo Quero, también mencionado anteriormente.

Según el álbum, tan referido en el relato que se viene publicando en Europa Sur, de estos antiguos acuartelamientos de la Benemérita campogibraltareña, que le fue entregado como recuerdo tras su ascenso al general de brigada Buenaventura Cano Portal, anterior coronel jefe del 37º Tercio de la Guardia Civil (Málaga), la fuerza del mentado Puesto de Guadalquitón estaba entonces mandada por el cabo Juan Contreras Pueyo.

El resto de componentes de dicha unidad estaba formado por los guardias civiles de 2ª clase llamados Pedro Rayo Valenzuela, Juan Domínguez León, Pedro Castrejón Romero, Diego Castañeda Montero, José Mangas Prieto, Rafael Manchón González, Antonio Fernández-González González, Ramón Jiménez Iglesias, José Mora Domínguez, Antonio Cumplido Masero, Francisco Ruiz Iborra, José Rodríguez Salas y José Ríos Rocha.

En el “Escalafón General del Cuerpo de Carabineros”, editado en 1936 antes del inicio de la guerra civil, y elaborado por el brigada Eusebio Fernández Chimeno, con la colaboración de suboficiales, clases y carabineros destinados en la Secretaría de la Inspección General de dicho Cuerpo, se especificaba que dicho puesto se encontraba encuadrado en la 10ª Comandancia de Carabineros (Algeciras).

 Casa-cuartel de la Guardia Civil de Guadalquitón (San Roque) en 1965.
 Casa-cuartel de la Guardia Civil de Guadalquitón (San Roque) en 1965.

El puesto de Guadalquitón dependía entonces, junto al puesto de Carboneras, de la 1ª Sección de Carboneras, que a su vez pertenecía a la 1ª Compañía de Atunara, perteneciente a La Línea de la Concepción, encuadrada en la mentada comandancia campogibraltareña.

La plantilla de este puesto estaba constituida entonces por un sargento, un cabo, un carabinero de 1ª clase y once carabineros de 2ª clase, que, dado lo reducido del espacio de dicho acuartelamiento, la mayoría sería de estado soltero o tendrían su esposa e hijos en poblaciones cercanas. De hecho, el mentado escalafón de 1936 hacía constar que el alojamiento “era insuficiente para toda la fuerza”.

La fuerza allí destinada tenía encomendada la vigilancia de la costa, para evitar principalmente el alijo de contrabando procedente de la cercana colonia británica de Gibraltar. Concretamente tenía una demarcación principal constituida por un espacio longitudinal de 2,800 kilómetros frente a la mar, comprendidos por levante hasta la margen derecha del río Guadiaro, y por poniente hasta el Cachón de Carboneras.

Según se especificaba en el mentado escalafón, dicha demarcación se encontraba encuadrada entre los puestos de Carabineros de Torreguadiaro, por levante, y el de Carboneras, por poniente. Se trataba de un distrito situado en despoblado y su terreno tenía poca producción agrícola, si bien había posibilidad de caza (menor, debía entenderse) y pesca. Los caminos existentes eran realmente veredas y la estación de ferrocarril más cercana era la existente en San Roque, mientras que el correo se recibía y enviaba por la oficina de La Línea de la Concepción.

Tal y como ocurrió en otros casos referidos anteriormente, este acuartelamiento de Guadalquitón, inicialmente de Carabineros, no se había inscrito en el “Registro de la Propiedad de San Roque”. Al reconvertirse en un puesto de la Guardia Civil, en aplicación de la ley de 15 de marzo de 1940, se tardó veinticinco años en hacerlo.

Concretamente se realizó tras la presentación del oficio correspondiente, que estaba fechado el 25 de febrero de 1966 y firmado en Madrid por el teniente general algecireño Ángel Ramírez de Cartagena Marcaida, como director general de la Guardia Civil.

Según se hizo constar entonces, dicho edificio, de una sola planta, se encontraba enclavado “dentro del que fue Cortijo de Guadalquitón, a unos 100 metros de la Costa del Mar Mediterráneo, entre los ríos Guadiaro y Guadalquitón, y término municipal de San Roque”.

La superficie construida del acuartelamiento era sólo de 122 metros cuadrados, contando con una superficie periférica de 929,25 metros cuadrados. Lindaba al norte con la “Compañía Financiera Soto Grande”; al sur con la “Finca Borondo, de D. Joaquín Díaz Hidalgo”; al este con la “Zona Marítimo-terrestre”; y al oeste con la “Finca de Guadalquitón, de D. Raimundo Burguera”.

Tras hacerse constar que se denominaba como “Cuartel de la Guardia Civil de Costas”, se afirmaba que se ignoraban el número y cargas reales de dicho espacio. Si bien se le suponía un valor aproximado de 56.000 pesetas, se reconocía que no existía “título de adquisición”, haciéndose constar no obstante que “se adquirió por ocupación del extinguido Cuerpo de Carabineros, con motivo de la fusión de este con el de la Guardia Civil en el año 1940”.

Consecuente con la petición descrita, el titular del Registro de la Propiedad de San Roque diligenció el 20 de mayo siguiente que quedaba asentado dicho título, quedando “exento del pago de Derechos Reales”, conforme la normativa vigente.

Según la ficha de inventario-urbana de la Dirección General del Patrimonio del Estado, el 24 de febrero de 1978, estando dicho acuartelamiento ya en ruinas, quedó finalmente desafectado.

(Continuará).

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