Una turista inglesa dice que dos monos la agredieron sexualmente
Melissa Hart afirma que la desnudaron y la golpearon en sus partes íntimas mientras otros turistas no la ayudaron y se reían
Una madre británica que estaba de vacaciones en Gibraltar afirma haber sido asaltada sexualmente por monos. Así lo publican varios medios británicos, entre ellos el Daily Mail, que afirma que Melissa Hart, de 23 años, una panadera de Macclesfield, aseguró que fue atacada cuando fue a ver a los macacos de Berbería en el Peñón mientras lleva puesto un bikini.
Hart, que acudió de visita a la Roca mientras pasaba sus vacaciones en Marbella, manifestó que una vez se acercó a los monos, dos de ellos comenzaron a tirarle de la ropa y el pelo.
En declaraciones a Olive Press, dijo: "Me sentí totalmente impotente al ver como estos dos monos me agarraron y me patearon en mis zonas más íntimas. Luego, con un tirón, uno de ellos sacó mi parte superior del bikini directamente afuera".
Pero a pesar de su difícil situación, Hart lamentó que ninguno de los otros turistas que estaban alrededor, intervino para ayudar. En lugar de eso empezaron a reírse. "Yo estaba siendo asaltada sexualmente delante de estas personas y pensé que todo era una gran broma", agregó. Sus gritos pronto atrajeron la atención de un guardia, que la liberó de las garras de los simios. pero, insatisfecha con haber sido llevada a un lugar seguro, Hart decidió presentar una denuncia en la Policía. No pudo hacerlo, sin embargo, porque en la comisaría de policía y le dijeron que los animales salvajes no pueden ser considerados penalmente responsables, por lo cual se marchó decepcionada.
No es la primera vez que un turista británico ha sido atacado por los macacos de Berbería de Gibraltar.
En octubre del año pasado el turista Stuart Gravenell, de 53 años, reveló que había sido atacado salvajemente en un brazo por uno de los monos más grandes cuando había ido a verlos con su hijo. Relató que mientras caminaba a través de la reserva natural, un primate se alzó contra él, lo persiguió y acabó por trabar sus mandíbulas en el antebrazo izquierdo.
Los médicos en Gibraltar le dijeron que la lesión fue uno de las peores que habían visto en su vida, y cuando Gravenell regresó a Reino Unido, los médicos se quedaron igualmente sorprendidos por la crueldad de la herida.
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