La Estación de San Pablo, un singular restaurante a dos pasos de la vía del tren con una original carta

Gastronomía

Los platos originales y las distintas actividades que se organizan en el espacio son los principales atractivos de este restaurante

Su propietaria, Nieves Domínguez, tiene como reto impulsar el turismo local en su pueblo a través de este negocio que tiene una peculiar historia

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El comedor del restaurante / E.S.
Fran Andrades

17 de agosto 2024 - 15:17

Jimena/El encanto del restaurante La Estación reside en el lugar privilegiado que ocupa, la antigua estación de tren de San Pablo de Buceite (Jimena de la Frontera) y en el esmero de su propietaria, Nieves Domínguez, a la hora de regentar este singular establecimiento que adquirió hace más de treinta años.

Con tan solo 23 años se embarcó en una aventura al recuperar esta estación abandonada y abrirla como un café, aunque su sueño siempre fue convertir el edificio en un restaurante donde poder deleitar a sus comensales. Quince años más tarde, con mucho esfuerzo, lo consiguió.

La terraza del restaurante en pleno andén / E.S.

Ahora su principal objetivo es que su negocio sirva como puente para dar a conocer los atractivos del entorno de San Pablo e impulsar así el turismo local. "Siempre les hablo a mis clientes de la oferta de ocio, de alojamientos, de las rutas senderistas, y por supuesto, de la historia de mi pueblo", comenta.

Después de un cierre temporal, La Estación abre sus puertas de nuevo con una excelente acogida. "Estoy muy agradecida. En ocasiones la gente me dice que se siente como en su casa. No puedo pedir más", asegura la empresaria. La historia de este edificio está muy ligada a la historia personal de Nieves, una mujer emprendedora que tuvo que armarse de valor y aprender a cocinar de manera profesional para poner los primeros cimientos de su negocio.

La propietaria del restaurante Nieves Domínguez en una de las zonas ajardinadas / E.S.

Un gusto para el paladar

La carta del restaurante es muy original. La propietaria define su propuesta como "comida mediterránea con un toque personal creativo". Los productos con los que elaboran los platos son ecológicos mayormente, por lo que hay variedad de opciones para los veganos. Alcachofas confitadas con picadito de jamón, ajo y perejil o una hamburguesa vegana con ensalada, patatas y raíz de loto, son parte de su oferta gastronómica.

La estrella del verano es el tartar de tomates del huerto con dátiles, que contiene mazamorra cordobesa, una crema fría de almendras. De higos a peras, una ensalada con jamoncito ibérico y queso de cabra, es otra deliciosa opción para este tiempo.

Tartar de tomates / E.S.

Para Nieves que no haya tomates en su huerto no es impedimento para seguir innovando, recientemente ha añadido a la carta un atrayente gazpacho de cerezas.

Algunos platos como solomillo de ibérico relleno de nueces y dátiles o lomo de merluza de pincho al horno con alcachofas y gambones son un clásico del restaurante.

Las setas también están muy presentes en esta zona por lo que el establecimiento cuenta con distintos platos en temporada. "En una ocasión experimenté elaborando un original helado de trompeta negra, un comensal llegó a decirme que sabía a bosque", recuerda entre risas.

Gazpacho de cerezas / E.S.

Un restaurante con historia

Cuando en 1987 Nieves decidió darle un uso a la estación todo estaba saqueado por los amantes de trenes y estaciones. "Lo expoliaron casi todo, se llevaron piezas tan codiciadas como el reloj o la campana", señala. En cambio, pudo recuperar algunas piezas y carteles de la antigua estación que, junto a su particular toque, conforman la decoración del restaurante.

El estado que presentaba el edificio era deplorable. "La reforma fue un trabajo duro pero conforme avanzaba, me ilusionaba más. El edificio me fue guiando en cuanto a las decisiones porque es precioso", aclara.

Imagen del antiguo andén repleto de viajeros en el siglo pasado / E.S.

El andén de la estación ahora es la terraza del restaurante y conserva la marquesina. Desde este espacio se puede ver pasar el tren mientras se disfruta de la comida, lo que añade aún más encanto al lugar. Esto, junto al sonido de la naturaleza, supone una gran experiencia para los visitantes.

Cuando los ingleses decidieron pagar infraestrcuturas ferroviarias españolas con la intención de llegar a su colonia, Gibraltar, The Algeciras Railway Company construyó esta línea de ferrocarril. El lord inglés Alexander Hernderson era el financiero de esta compañia inglesa. "Tuve la suerte de conocer a sus descendiendentes. Me puse en contacto y los invité a que hicieran un recorrido del trayecto que proyectó su tatarabuelo. Fue muy bonito, vinieron tres generaciones", explica Domínguez.

El andén de la estación convertido en la terraza del restaurante / E.S.

'The Guardian' reconoce su propuesta

El boca a boca impulsó el negocio de Nieves en un principio y a día de hoy sigue siendo el principal aliciente para atraer a la clientela. "Tengo clientes de ámbito local, comarcal e internacional. Muchos acuden por recomendaciones de amigos", detalla la propietaria.

El periódico inglés The Guardian catalogó a este restaurante como uno de los diez mejores restaurantes de Europa construidos dentro de una estación de ferrocarril. En el artículo de este prestigioso rotativo, se describe el restaurante de San Pablo como un lugar "encantador y original con comida a precios razonables".

La propietaria asegura que notó más afluencia de extranjeros después de esta publicación. Nieves cuenta que acudieron clientes de Inglaterra, América y Canadá. "Cuando venían de vacaciones buscaban el sitio para reservar. Este año me ha vuelto a pasar, una familia de Norteámerica ya tiene mesa para el verano", apunta.

Vista desde la barra, al fondo un antiguo cartel de 'jefe de estación' / E.S.

Más que un restaurante

El establecimiento no solo ofrece comidas sino que acoge diversas actividades. La propietaria, que se define como inquieta, asegura que el espacio está disponible para todo lo que le resulte interesante. "No quiero enfocarme solo en que los clientes vengan a comer, me gusta ir más allá".

El restaurante es un punto de encuentro donde se realizan actividades de lectura, retiros de yoga, intercambio de idiomas, seminarios de distintas materias. También actos culturales como música en directo, teatro o presentaciones de libros y distintos talleres, por ejemplo; de cestería, de medicina natural, elaboración de cuentos. La última actividad que se desarrolló fue una seminario sobre el lenguaje corporal canino y todo lo recaudado fue integro para la perrera de Los Barrios. "Me gusta apoyar causas solidarias, es muy necesario", destaca Nieves.

El salón principal del restaurante / E.S.

El local dispone de un salón polivalente para realizar todas estas actividades. También alberga jardines amplios donde se han realizado mercadillos artesanales, exposiciones de arte o de fotografía. Nieves anuncia que próximamente habrá una exposición de una chica francesa que viene de Sudáfrica. "Me resultó muy interesante porque a través de sus imágenes muestra sus aventuras. Intento colaborar siempre con los proyectos artísticos de los clientes, ellos me hacen partícipe", apostilla.

Las actividades normalmente se desarrollan en dos idiomas, inglés y español. 

Un mercadillo artesanal en el exterior del edificio / E.S.

El apoyo de sus clientes y sus buenas valoraciones son fundamentales para que la sampableña continúe con el mismo entusiasmo que al principio.

El restaurante abre de jueves a domingo, tanto para comidas como cenas. Se recomienda reservar mesa aunque no es imprescindible. El teléfono para reservas es el 637 56 23 70.

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