Confirman que las pinturas rupestres de la Laja Alta son las más antiguas del Mediterráneo y revelan los primeros barcos a vela
Un equipo de investigadores de la Universidad de Granada ratifica que las representaciones de embarcaciones del abrigo de Los Alcornocales datan del IV y III milenio a. C
Las pinturas rupestres de la Laja Alta: más medievales que prehistóricas
![Las mejores fotos de la cueva de la Laja Alta](https://static.grupojoly.com/clip/cbcb3bc0-9d23-4d53-8468-7057a4f5c3be_source-aspect-ratio_1600w_0.jpg)
Jimena/Las pinturas rupestres del abrigo de Laja Alta, en Jimena de la Frontera, han sido confirmadas como las más antiguas del Mediterráneo occidental. Así lo determina un reciente estudio de la Universidad de Granada, que ha aplicado modernas técnicas de análisis y datación para situar estas representaciones de embarcaciones entre el IV y el III milenio antes de Cristo.
El abrigo de Laja Alta, enclavado en el Parque Natural de Los Alcornocales y próximo al Estrecho de Gibraltar, destaca entre los yacimientos de su tipo por la presencia de figuras navales que conforman una auténtica escena marinera. Acompañadas de símbolos propios del arte esquemático prehistórico, estas pinturas han generado un gran interés desde su descubrimiento en la década de 1970. Algunas de las embarcaciones representadas incluyen velamen, lo que las convierte en una de las primeras evidencias pictóricas de navegación a vela en la historia del Mediterráneo.
Para reforzar su hipótesis, el equipo de investigación ha empleado técnicas avanzadas como la fotogrametría, el escaneado 3D de la cavidad y el análisis espectroscópico de los pigmentos. Además, se ha aplicado la datación por Carbono 14 a micromuestras de los pigmentos, lo que ha permitido obtener una cronología directa de las pinturas, algo poco frecuente en estudios de arte rupestre. "Se trata de una de las aportaciones interdisciplinares más completas sobre el arte prehistórico reciente en el sur de España", destaca Antonio Morgado Rodríguez, coordinador del estudio.
Un debate científico abierto
El hallazgo no está exento de controversia. Durante años, diversos investigadores han cuestionado la antigüedad de las pinturas de Laja Alta. En 2023, un equipo de la Universidad de Cádiz publicó un estudio que defendía que las representaciones pertenecían en realidad a la Baja Edad Media, entre los siglos XII y XIV. "No todo lo que se pinta en una cueva de color rojo es arte prehistórico", afirmaba entonces el investigador Antonio Ruiz-Trujillo, quien, junto a la arqueóloga Ana María Gomar Barea, planteó esta reinterpretación en la revista científica Almoraima.
El debate sobre la cronología de Laja Alta no es nuevo. En 2001, el arqueólogo Martí Mas Cornellá ya manifestó su sorpresa por "el aspecto extraordinariamente fresco de las pinturas". Anteriormente, investigadores como Hamo Sasson en 1993 y Catherine Aubert en 1999 también revisaron las representaciones sin alcanzar un consenso definitivo.
Con este nuevo estudio, la Universidad de Granada pretende zanjar la discusión mediante una base científica objetiva. Sus resultados consolidan a Laja Alta como el testimonio pictórico más antiguo de navegación en el Mediterráneo occidental, ofreciendo una visión única sobre la relación de las primeras comunidades prehistóricas con el mar y el comercio marítimo.
El enigma de los barcos
En lo alto de la finca de Jateadero, se esconde este tesoro arqueológico que ha cambiado la comprensión de la historia de la navegación. Desde la cima de la montaña, rodeada de un frondoso bosque de acebuches, algarrobos y madroños, el Estrecho parece lejano, como si la mar no fuera más que un espejismo. Sin embargo, basta girar la vista hacia la roca arenisca a 370 metros de altitud para descubrir una serie de figuras talladas en la piedra, que narran un relato marítimo mucho más antiguo de lo que se había imaginado.
Las pinturas, que representan barcos de aspecto rudimentario, no son solo un testimonio de la habilidad artística de las poblaciones prehistóricas, sino una de las primeras evidencias de la navegación en la zona.
El descubrimiento del abrigo se remonta a 1978, cuando Jacinto Boza Córdoba, un funcionario local, mencionó a Salvador Corbacho Rey, depositario de fondos del Ayuntamiento de Jimena, la existencia de unas extrañas pinturas en la Laja Alta. Tras visitar el lugar, Corbacho se dio cuenta de que se trataba de representaciones mucho más significativas que las que Boza había supuesto. Fue entonces cuando contactó con Ana María Vallecillo Soriano, concejal de Cultura, quien le pidió que plasmara lo que había visto. Corbacho dibujó ocho barcos, cuyos detalles pronto cautivarían a los investigadores.
En los últimos años, estudios realizados por un equipo de científicos de la Universidad de Granada, dirigidos por los doctores Eduardo García Alfonso y el citado Morgado Rodríguez, han arrojado nuevos datos sobre la antigüedad de las pinturas. A lo largo de su investigación, los expertos identificaron un total de 59 figuras, entre las que se incluyen representaciones antropomorfas y zoomorfas, además de los barcos. Los pigmentos utilizados en las pinturas permitieron a los investigadores determinar que la escena está muy por debajo de las fechas tradicionalmente atribuidas a la llegada de los fenicios al Estrecho de Gibraltar, entre el 1.000 y el 700 a.C.
Este hallazgo sugiere que la navegación en la región podría haber sido practicada mucho antes de la fundación de Gadir (Cádiz) en el 1.104 a.C., alterando la narrativa histórica sobre las primeras rutas marítimas en el Mediterráneo occidental. Los barcos representados en la roca de Jimena no son solo una curiosidad arqueológica, sino una pieza clave para reescribir la historia de la humanidad y su relación con el mar.
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