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Los primeros ayuntamientos

150 aniversario de La Línea

1870-2020. Miguel del Manzano recorre en una serie de entregas los principales hitos del proceso por el que se creó La Línea

La Escuela Elemental del Trabajo, en la calle Carboneros, una de las primeras sedes del Ayuntamiento
Miguel Del Manzano

18 de enero 2020 - 06:01

La Línea/El primer alcalde de La Línea fue D. Lutgardo López Muñoz, que toma posesión el día 20 de julio de 1870, en la sesión del Acta de Constitución del Ayuntamiento de La Línea, que se segrega del de San Roque, durante el Gobierno Provisional de Serrano, Duque de la Torre (1869-1870).

Le sucede D. José Peón Fernández, que fallece repentinamente al firmar el acta correspondiente a la sesión del día 1 de febrero de 1872. Sólo estuvo un día como Alcalde de nuestra ciudad. D. Luis Ramírez Galuzo ocupó la Presidencia con carácter accidental y luego fue elegido por mayoría el 14 de febrero de 1872. Posteriormente sería nuevamente alcalde el 1 de marzo de 1877, el 18 de septiembre de 1890 y el 1 de enero de 1902.

A Luis Ramírez Galuzo le sucede en el cargo José Hernández Bara, que toma posesión el día 8 de abril de 1873.

A los cuatro meses justos, el 8 de agosto de este mismo año, jura su cargo de alcalde de La Línea de la Concepción José Vázquez Soto. El 24 de diciembre de este año de 1873 (a los cuatro meses y 16 días) es elegido nuevo Presidente del Ayuntamiento de esta ciudad Francisco Arroyo Ramírez. Estos cuatro alcaldes ejercen sus cargos durante la monarquía de Amadeo de Saboya (1871-1873).

En el período de la I República Española (1873-1874) ejerce la función de alcalde nuevamente D. José Vázquez Soto desde el 7 de enero de 1874. Ya en tiempos del reinado de Alfonso XII (1874-1875) ostentan la alcaldía D. José Escalante Brito (desde 16/3/1875), D. Antonio Gutiérrez Bueno (23/3/1876), D. Luis Ramírez Galuzo (1/3/1877), Enrique Rovira Ortiz (13/5/1878), D. Lutgardo López Muñoz (10/4/1881), D. Andrés González Rojas (1/7/1881), D. Andrés Galty Luque (18/12/1883), D. Trinidad Fernández Roda (16/6/1886), D. Pablo Soler Palafón (1/1/1890), nuevamente D. Luis Ramírez Galuzo (18/9/1890), D. Francisco Vázquez Rodríguez (29/1/1893), D. Agustín Acedo del Olmo y Sarrias (26/8/1893) y D. José Cruz García (22/4/1895).

Durante la minoría de edad de Alfonso XIII en la Regencia de María Cristina (1885-1902) se suceden en el cargo D. Francisco María Ramírez Galuzo (1/7/1895) y D. José Cayetano Ramírez Galuzo (1/7/1897). El próximo alcalde, D. José Manuel Bonelo Infante, tomará posesión del cargo en pleno siglo XX.

Las Casas Consistoriales

Las sesiones del Ayuntamiento comienzan a celebrarse en los locales de la Escuela Pública de niños, única con la que contaba el municipio al tiempo de su segregación, verificándose las tareas de la administración en los domicilios particulares de cada uno de los señores encargados de aquélla.

Se nombra una Comisión, a fin de que se encuentre un local adecuado para instalar las dependencias municipales. D. Juan Recaño cede dos habitaciones, quedando en arrendar el completo de ella. La sesión del 6 de diciembre de 1870 ya se celebra en la casa del número 1 de la calle José Cadalso. Con el fin de economizar, se solicita, en junio de 1873, al Excmo. Sr. Presidente del Poder Ejecutivo, por medio del Gobernador de esta provincia, autorización para trasladar la Casa Ayuntamiento a los Pabellones Militares, ya que “siempre quedarían habitaciones bastantes para los pocos oficiales de guarnición en esta población”.

Se accede a esta solicitud y el 11 de julio se trasladan las oficinas y dependencias municipales a dichos Pabellones Militares, pero el 19 de agosto del mismo año han de desocuparse los locales cedidos, a instancia del Excmo. Sr. Comandante General del Campo de Gibraltar.

Previendo el plano general de ensanche de la localidad, en 1876 se plantea el emplazamiento de la Casa Consistorial, con todas las dependencias municipales, frente a la Iglesia Católica, que entonces se hallaba en construcción. Pese a los buenos deseos de la Corporación Municipal, van surgiendo impedimentos que primeramente demoran y por último, hacen desistir el efectuar esta construcción.

Se trasladan las dependencias municipales a la calle Ramón de Carranza, conocida por calle Carboneros, donde se instalan dichas oficinas hasta finales del siglo XIX. En este edificio había de instalarse, con el transcurso del tiempo, la Escuela Municipal de Artes y Oficios, transformada en Escuela Elemental del Trabajo y, más tarde, ocupa dicho emplazamiento el Instituto de Enseñanza Media y Profesional Diego de Salinas, conocido popularmente como Instituto Laboral. Ya en pleno siglo XX se trasladan las oficinas a la Villa San José, en los Jardines Saccone.

La Guardia Municipal

No se disponen de fechas ni datos muy concretos que acrediten la creación del Cuerpo de la Guardia Municipal, como se la conocía por aquellos años de 1870, época que por el Gobierno del general Serrano, duque de la Torre, otorgara la segregación de la aldea de La Línea de la Concepción, como Villa independiente del término municipal de San Roque. Por lo tanto, suponemos pues, que por aquel año de 1870, la recién nacida Villa, que tan solo contaba con 330 habitantes o vecinos, fuera preocupación de su primer Ayuntamiento, presidido por el que había sido antes Alcalde pedáneo, D. Lutgardo López Muñoz, abordar en una de las primeras sesiones la organización de un cuerpo de vigilancia y mantenedor del orden, ya que entonces sólo se disponía de serenos o “guardacalles, todos ellos hombres ancianos y apenas uniformados. Todo ello se viene a demostrar en los antecedentes que a continuación relatamos, por creerlos de la mayor importancia y originalidad en el contexto de nuestra historia municipal.

Francisco Guerrero, jefe de la Guardia Municipal

El 8 de noviembre de 1871, el Ayuntamiento acuerda el modelo de uniforme a usar por los Guardias Municipales de esta Villa. El acuerdo es adoptado a instancia del Cabo encargado de aquellos, D. Juan Moreno Franco, en cuyo escrito aludía a lo crudo de la estación y a las veces que se suscitaba la polémica por no ser reconocidos, particularmente de noche, fundándose en la falta de vestuario.

En el año 1872, sólo tres empleados formaban la plantilla, de la que se llamaba “Policía de seguridad”. En el año 1874, se le cambia esta denominación, por la de “Vigilantes de orden público”. La organización y el régimen de la Guardia Municipal, compete exclusivamente a los Ayuntamientos, a los cuales, ya el artículo 73 de la Ley Orgánica del 2 de octubre de 1877, encomendó entre otros servicios, los de Policía de Seguridad, Urbana y Rural. Por lo tanto, la Guardia Municipal de la Villa de La Línea de la Concepción, como la de otros municipios de España, no comienza a prestar servicio dentro de una perfecta reglamentación, hasta la promulgación de esta Ley.

Aquello no fue más que un gran paso, ya que hasta bien entrado el siglo XX no se le otorgan nuevas funciones. Por estas fechas, la Guardia Municipal era la que entonces se encargaba de hacer frente a cualquier incendio que se produjera en la ciudad, ya que todavía no había sido creado el Servicio de Bomberos en nuestro municipio.

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