Los vecinos del barrio de San Pedro de La Línea rechazan la subida de la basura de la Mancomunidad
La Línea
La asociación vecinal se coordinará con la Federación Vecinal Linense (FLAVI) para impulsar acciones de protesta
La Línea acogerá una oficina de la Diputación para la promoción de las comunidades energéticas
La Asociación de Vecinos de San Pedro de La Línea ha mostrado esta semana su rechazo a la subida en un 46% de la tasa de basuras aprobada por la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar.
La asamblea vecinal entiende que la Mancomunidad ha tomado esta decisión “sin explorar otras opciones para cuadrar el presupuesto de Arcgisa y sin consultarlo con nadie, especialmente con los representantes vecinales”, por lo que se coordinarán con la Federación Vecinal Linense (FLAVI) para impulsar acciones de protesta.
La asamblea también reflexionó acerca del trabajo realizado durante 2023. Desde la junta directiva explicaron que “tres han sido los asuntos que más tiempo han exigido: por supuesto la lucha y gestiones porque se reparasen las viviendas dañadas por una obra municipal en calle Crespo, la propuesta vecinal para cambiar el sentido de calle Italia y así mejorar la movilidad del barrio, y la recuperación del centro vecinal”.
Sobre calle Crespo, la asamblea valoró positivamente que “se empezó el año sin ninguna solución en el horizonte y se acaba con una clara victoria vecinal porque el Ayuntamiento va a hacer aquello que propuso desde el principio la asociación: una reparación directa de las viviendas afectadas mediante una ejecución subsidiaria”.
El barrio de San Pedro comenzará el 2024 con la recuperación de su centro vecinal. “Desde el mes de septiembre la asociación viene trabajando en reparar y acondicionar la histórica sede vecinal, situada en calle Santa Ana 14, que llevaba años cerrada y por fin podemos decir que reabrimos las puertas con gran ilusión”, explican.
El domingo 17 a las 18:00, el barrio celebrará este importante paso adelante con un ambigú y las actuaciones de la banda Enkalomaos y el grupo de baile Las Flamenquitas. “Esto demuestra que otro barrio sí que es posible, un barrio vivo y en movimiento, un barrio que se organice y reivindique su dignidad en lo más cotidiano”, expresa la asociación.
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