El 'tabaco falso' llega desde China o África y no está sometido a controles de calidad

En los últimos años y al amparo de la falta de control y del amplio margen de beneficios que arroja ha irrumpido en la hasta hace poco restringida escena del contrabando lo que se denomina tabaco falso que no es otra cosa que cajetillas y cartones que proceden de los países más diversos, que no son manufacturados por las grandes tabaqueras aunque aparezcan con sus marcas y que llegan al Peñón sin controles sobre su naturaleza, con el peligro que ello implica.

"No se puede decir rotundamente que sea tabaco de mala calidad", aclara F.J.C.A, "pero es evidente que no pasa control alguno y que eso supone un riesgo, con independencia del asunto económico".

"Hay marcas muy determinadas de este tipo de tabaco que llegan de manera clandestina desde países del centro de África y que, con lo que cuesta allí la mano de obra, en origen un cartón apenas vale cinco euros y que una vez en el Peñón son vendidos al precio de mercado, con un margen de beneficios inimaginable cuando todo se hace dentro de la legalidad", recalca.

"Hace poco más de un año que se intervino en Sevilla la mayor fábrica clandestina de una de estas marcas y la conclusión a la que llegaron quienes las analizaron era que se trataba de tabaco normal, pero que como no está sujeto a controles ni impuestos, de costo apenas supone unos quince céntimos por cajetilla... hasta los tres-cuatro euros que puede llegar a valer", dice.

"Por no hablar de las malas imitaciones, que en su mayoría proceden de china y que una vez lo abres es que no huelen ni a tabaco", culmina. "Ellos lo falsifican todo, el tabaco no iba a ser una excepción. Es cierto que el producto es barato, pero el volumen compensa".

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