Conductores y usuarios se quejan del mal estado de los autobuses urbanos

El servicio de transporte urbano no está a la altura de las expectativas de los linenses, principalmente por el estado de los vehículos. La flota es antigua y está muy deteriorada, algo que no gusta ni a los ciudadanos, ni a los conductores, que tienen que soportar durante su jornada de trabajo las deficiencias de los vehículos.

Ángel Santiago, presidente del comité de empresa, trasladó a Europa Sur las quejas de los conductores de autobuses urbanos en La Línea, que sufren las consecuencias de llevar vehículos en mal estado que no solo afectan al desempeño de su labor profesional, sino también a su salud.

Santiago indicó que los autobuses están "obsoletos", lo que conlleva que el puesto de conducción no favorezca precisamente esta labor. De hecho, el presidente del comité de empresa destacó que los coches tienen "mal los asientos y los frenos están duros, lo que está provocando que tengamos problemas de cervicales y de rodilla". Además apuntó que tienen filtraciones de agua y no hay calefacción, "por no decir que la seguridad no es la misma que la que aporta un autobús nuevo".

"Queremos puestos de conducción en condiciones, en perfecto estado, que garanticen que hagamos nuestro trabajo sin tener que añadir más fatigas que las precisas", apuntó Ángel Santiago.

Los conductores han trasladado sus demandas al Grupo Ruiz, que les ha indicado que está en negociaciones con el Ayuntamiento puesto que la concesión del servicio del transporte público urbano finaliza el próximo año, pero el colectivo no quiere tener que esperar ese tiempo para conseguir mejoras en sus puestos de trabajo.

Este medio se puso en contacto con la concejal de Concesiones, María Cruz Atienza, que confirmó que el Ayuntamiento mantiene conversaciones con la empresa para renovar la concesión.

Atienza señaló que las exigencias municipales son que se renueve la flota de vehículos porque "están en muy mal estado" y que se reorganicen las rutas. "Queremos que estas se adapten a las nuevas necesidades de la ciudad y que se incremente el número de paradas", afirmó la concejal.

Por su parte, el Grupo Ruiz no quiso realizar declaraciones sobre las negociaciones que está llevando a cabo con el Ayuntamiento.

Este medio preguntó también a los usuarios que en la mañana del viernes estaban en la parada esperando el autobús qué opinión tienen sobre el servicio. El malestar entre los ciudadanos es generalizado y la queja principal es el estado de los vehículos. Frases como "están viejos", "son una porquería" o "están hechos polvo" fueron las más habituales. Además se quejaron de que por ejemplo en Algeciras, ciudad en la que también es el Grupo Ruiz quién tiene la concesión del transporte urbano, "los autobuses son nuevos".

Además, en La Línea no se cumplen los horarios establecidos "pero claro es que como son viejos pues se averían", lo que según los usuarios "pasa muy a menudo porque raro es el día que no se estropean".