Detenidos doce narcos en La Línea que utilizaban drones para alijar hachís en la costa
Los investigadores estiman que la organización sería responsable de la introducción de más de seis toneladas de hachís en los dos últimos meses, con un beneficio económico de unos 5 millones de euros
Agentes de la Policía Nacional han detenido en La Línea a doce integrantes de una organización criminal dedicada a la introducción de importantes cantidades de hachís mediante la utilización de narcolanchas. Se trata de dos mujeres y diez hombres investigados como presuntos autores de los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y otros delitos conexos relacionados con el narcotráfico. Algunos de los arrestados estaban altamente cualificados en el uso de vehículos aéreos no tripulados que eran empleados para el desembarco del hachís. Tras ser puestos a disposición judicial, ocho de ellos han ingresado en prisión provisional.
La investigación se inició en abril de 2018 a raíz de unas vigilancias realizadas por los agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la comisaría de La Línea. Los investigadores observaron como dos vehículos se dieron a la fuga cargados con numerosas garrafas de gasolina que presumiblemente eran utilizadas para repostar embarcaciones que se dedican al transporte de hachís y que coloquialmente se conocen como narcolanchas.
Las primeras pesquisas se centraron en descubrir la identidad de los miembros de la organización así como el papel que desempeña cada uno en la misma. Fruto de las gestiones practicadas se constató que los miembros de la organización se dedicaba al transporte, guarda y custodia de importantes cantidades de sustancia estupefaciente, concretamente, hachís.
En un primer momento, los miembros principales de la organización mantenían reuniones con ciudadanos marroquíes, viajando al país vecino para materializar la compraventa de la sustancia ilícita. Una vez negociada la cantidad y precio de la mercancía; para su transporte desde Marruecos hasta territorio nacional utilizaban las denominadas narcolanchas, contando para ello con un equipo de personas especializadas integradas en la organización que se dedicaban a ello, denominados pilotos, quienes además de ser personas de confianza de la propia organización deben contar con un elevado nivel de experiencia en el pilotaje de éstas embarcaciones.
Una vez en la costa y producido el alijo de la mercancía, se utilizaban coches tipo todoterreno de gran cilindrada para el traslado de la sustancia hasta las guarderías, inmuebles donde almacenaban el hachís hasta su posterior distribución a nivel nacional e internacional.
El seguimiento de los investigados se tornaba complicado y con muchas dificultades, debido a los numerosos medios técnicos para la realización de tales actividades ilícitas, lo que dificultaba de sobremanera la interceptación de los alijos. Igualmente se constató la estructura de trabajo perfectamente jerarquizada, realizando un reparto de tareas entre los miembros, los cuales tenían vocación de estabilidad o permanencia en el tiempo, notas todas ellas características para considerar que se trata de una organización criminal.
Los agentes observaron que los miembros de la organización, comandada por varios conocidos narcotraficantes asentados en La Línea, se desplazaban habitualmente hacia el litoral de Levante para sus ilícitas actividades. Finalmente procedía a interceptarles cuando pretendían introducir en la costa almeriense la cantidad aproximada de 600 kilogramos de hachís, que fueron aprehendidos procediendo posteriormente a intervenir la narcoembarcación empleada que portaba tres potentes motores de 350 cv cada uno.
Llegados a ese punto, una vez finalizadas las gestiones policiales ordinarias y ante la certeza de que se trataba de una organización que se dedicaba no solo al tráfico de drogas sino también al blanqueo de capitales, se procedió por el grupo de UDYCO a solicitar a las autoridades judiciales autorización para proceder a la entrada y registro de los domicilios de los miembros principales de la organización. El objetivo, por un lado, era proceder a la detención de los responsables y por otro la incautación de medios y útiles utilizados por la organización para cometer las infracciones penales.
Los agentes practicaron cuatro entradas y registros en domicilios ubicados en La Línea, los cuales culminaron con la detención de nueve personas, entre ellos los principales encartados en la investigación, a quienes además se les incautaron cuatro armas de fuego listas para ser utilizadas. En los registros practicados se incautaron ocho vehículos de alta gama, dos motos de agua de gran cilindrada, gran cantidad de dinero en efectivo y numerosos objetos que se utilizaban para facilitar la comisión de los hechos delictivos. Entre ellos, se halló un dron de última generación utilizado para efectuar diligencias, un radar, un maletín inhibidor de frecuencias, numerosos equipos de transmisión de los que utilizan los grupos dedicados al narcotráfico para comunicarse entre sí, así como numerosos teléfonos móviles de última generación.
Hasta el momento se han practicado doce detenciones. Se trata de dos mujeres y diez varones, todos ellos de nacionalidad española. Una vez finalizado el atestado policial, los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de La Línea de la Concepción, el cual ordenó el ingreso en prisión provisional de ocho de los detenidos.
Alta especialización
Dos de los principales cabecillas de la organización estaban altamente cualificados en el uso de vehículos aéreos no tripulados, tipo drones, los cuales empleaban en el momento en que la narcoembarcación repleta de sustancia estupefaciente se acercaba a la costa para realizar el desembarco de la misma.
Igualmente se descubrió que uno de los detenidos había recibido formación altamente especializada en el manejo de drones de última generación, aprovechando dichos conocimientos mientras realizaba las numerosas actividades ilícitas practicadas. Todo ello para un importante radio de acción, inspeccionando la posible presencia policial, asegurándose de tal manera la ejecución del alijo con las mayores garantías de seguridad posible.
Importante actividad delictiva
Los investigadores han comprobado la incesante actividad de la organización criminal desarticulada, siendo responsable de la introducción de más de seis toneladas de hachís durante los meses de noviembre y diciembre en territorio nacional.
Igualmente se comprobó la consumación de otros delitos conexos al tráfico de sustancias estupefacientes, como los de robo de vehículo a motor, la falsedad documental y blanqueo de capitales. Los miembros de la organización poseían lujosos bienes inmuebles y vehículos todoterreno de alta gama que habían sido sustraídos y a los cuales se les había dotado de placas de matrículas falsificadas.
La operación ha contado con el apoyo de la Fiscalía Antidroga y de los Juzgados de Primera Instancia e Instrucción de la localidad gaditana.
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