Elecciones municipales de 1979

E N noviembre de 1975, después de la caída del régimen del general Franco, en España se abrió una nueva etapa. Supuso la vuelta a un sistema de gobierno democrático elegido mediante sufragio electoral por el pueblo.

Tras las elecciones generales de 1977, las primeras que se celebraron después de la muerte del general Franco, los españoles nos hemos ido acostumbrando al derecho democrático de acudir, cada cuatro años, a la cita con las urnas, bien sea una convocatoria municipal, autonómica o generales, y hoy es algo normal que a nadie llama la atención.

Sin embargo, ese derecho democrático desapareció durante los 35 años que duró el régimen totalitario de Francisco Franco.

Después de las elecciones generales del 15 de junio de 1977, ganadas por la UCD (Centro Democrático Social) de Adolfo Suárez y celebradas cuarenta y un años después de las últimas elecciones generales en España, celebradas durante la Segunda República, los españoles volvían a decidir su destino en las urnas, y en aquel año apuestan por la moderación, al primar a los partidos de centroderecha y centroizquierda.

La recuperación de las elecciones democráticas desde 1977 se hizo mediante un sistema electoral proporcional, en vez del mayoritario (que había sido el tradicional en España). Se aplica el sistema D'Hondt para el reparto de escaños. La principal crítica que recibe es que la circunscripción provincial, sumada a la existencia de provincias de poca población, beneficia a los partidos mayoritarios, tanto los de ámbito estatal (actualmente PP y PSOE) como en el ámbito autonómico, en perjuicio de los partidos minoritarios de ámbito estatal.

Finalmente, el 3 de abril de 1979 se celebran en La Línea, como en el resto de todas las ciudades y pueblos de España, las primeras elecciones municipales democráticas desde las que tuvieron lugar durante la Segunda República, el día 23 de abril de 1933, cuarenta y seis años después.

A nivel estatal, el ganador vuelve a ser la UCD de Suárez, pero merced al pacto global firmado por las direcciones de PSOE y PCE, la izquierda se hizo con la mayoría de los grandes ayuntamientos, incluidos Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza y Málaga. De las 50 capitales de provincia, el PSOE obtuvo 23 alcaldías, UCD 20, el PNV 3; y PCE, PSA, Unidade Galega y UPC, 1 cada uno.

En nuestra ciudad gana el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con un total de 10.474 votos, lo que le supone 13 concejales, que es justo la mayoría absoluta de los 25 escaños que posee la Corporación Municipal linense. Le sigue la UCD (Centro Democrático Social) con 5.915 votos y cinco concejales. En tercer lugar se coloca el Partido Socialista de Andalucía (PSA) con 2.338 votos y dos concejales, el mismo número de regidores para el Partido Comunista de España (PCE), que obtuvo 1.863 votos; y por último, el Movimiento Comunista de Andalucía (MCA), con un concejal y 1.157 votos.

El 19 de abril de 1979 fue constituida en La Línea la primera Corporación Municipal después del Franquismo. Aquel día, Francisco Niebla Molina tomó las riendas de la ciudad junto a veinticuatro concejales elegidos por sufragio universal por primera vez en mucho tiempo.

Estos fueron los nombres de los concejales electos:

PSOE

1. Francisco Niebla Molina.

2. Juan Carmona de Cózar.

3. Martín de Alda.

4. Guillermo León Barba.

5. Antonio J. Marmolejo.

6. Francisco Vivas.

7. Antonio Díaz Lara.

8. Antonio Pedrero.

9. María del Carmen Castillo.

10. Diego Gómez.

11. Rafael Martín.

12. Marcelino Amoedo.

13. José Leiva.

UCD

1. José Luis Villar Cerón.

2. Jaime Clavijo.

3. Julio Castilla Dorado.

4. Elena Pallarés.

5. Marcos Galiana Calvente.

6. Alfonso Garzón.

7. Manuel Sújar.

PSA-PAPCE

1. José Chicón.

2. Rafael Sibajas.

PCE

1. Francisco Beza.

2. Ramón Crespo.

MCA

1. José Estepa.

Varios de estos 25 señores no terminan la legislatura. El 31 de mayo de 1980, Francisco Niebla presenta su dimisión como alcalde por discrepancias con un sector de su partido y se retira de la política activa. En dicho Partido Socialista se producen más cambios. Martín de Alda dimite y es sustituido por José Reula, que tampoco acabó la legislatura y fue reemplazado por Dámaso Fernández Periñán. Antonio Marmolejo también dejó su puesto, al igual que Diego Gómez, sustituido por José Luis Moreno y Laureano Romero entró por José Leiva, aunque no llegó a tomar posesión de su cargo.

Del grupo municipal de la UCD (siete concejales en total), todos se mantuvieron en sus puestos hasta el 20 de mayo de 1983, fecha de la última sesión plenaria de esta primera Corporación Municipal de la democracia.

Los dos concejales de PSA-PA eran José Chicón y Rafael Sibajas. El primero de ellos no pudo acabar los cuatro años en la Corporación y fue sustituido por Jorge Pérez Tenorio, quien a su vez dejó el puesto a Francisco Mena.

Francisco Beza y Ramón Crespo eran los concejales del PCE. Ambos dejaron sus cargos el 25 de septiembre de 1980 a Juan Cano y a Manuel Bogarín.

A partir del día 31 de mayo de 1980, se hace cargo de la Alcaldía el número dos de la lista del PSOE, Juan Carmona de Cózar, que termina la legislatura en su puesto hasta el último día, el 8 de mayo de 1983, en que comienza la segunda legislatura con unas nuevas Elecciones Municipales.