Personajes ilustres, famosos y populares (LXXXIV)

La Línea/La Enciclopedia de La Línea recoge en el tomo III las biografías de 329 personajes linenses o muy vinculados a la ciudad. Están representados casi todos los estamentos y profesionales. Contiene historias de literatos, pintores, docentes, sacerdotes, médicos, cantaores, cantantes, bailaores, compositores, músicos y toreros, además de psicológicos, locutores, deportistas y actores.

Pedro Moreira (Imaginero)

Nació en Málaga en 1906 y murió en enero de 1991, también en Málaga, pero esta enterrado en el cementerio de La Línea, por deseo del mismo que siempre presumió de ser ante todo linense.

Estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo (Málaga). A los ocho años ya había obtenido un precioso premio de dibujo, por su vocación y proyección futura como dibujante, pintor y escultor.

En la barriada de La Colonia, popular zona linense, residiría durante más de treinta años con su esposa, María Montáñez Aguilar, y sus hijos Pedro, Isabel, María Dolores y Cristóbal.

Como pintor, tiene obras en colecciones particulares, iglesias, casas hermandad, casinos, museos y en domicilios particulares.

Y como imaginero, su Cristo del Santo Traslado y Nuestra Señora de la Soledad (Parroquia de San Pablo en Málaga), el Santo Crucifijo del Calvario y San Juan (Catedral de Gibraltar), la Virgen de los Dolores (Parroquia de la Inmaculada de La Línea), Nuestra Señora del Mayor Dolor (Parroquia del Sagrado Corazón de La Línea), Corazón de Jesús (Parroquia del Carmen de La Línea), la bella talla policromada de la Virgen de Belén (Málaga) y un largo etcétera de bellas y esplendidas obras.

También aquella grandiosa Virgen de Lourdes que se ubico en el cruce del Toril, con casi ocho metros de altura y miles de kilos de hormigón y granito, recubierta con más de cuarenta mil trocitos de espejos y que era visible a muchos kilómetros de distancia, propiedad de un gibraltareño.

Fue un extraordinario e irrepetible artista de la gubia y del pincel, del dibujo y del modelado, y sobre todo un linense con todos los honores.

Joselito Montoya (Cantaor)

Joselito Montoya nació en La Línea el 24 de marzo de 1994 en el seno de una familia gitana de larga tradición musical. Hijo y nieto de flamencos, a su temprana edad reúne todas las cualidades que un cantaor puede tener.

Con tan solo tres años, su padre, Morenito, se lo llevó de gira con Joaquín Cortés.

Cuentan que la madre del bailaor daba el biberón al niño en el patio de butacas durante las representaciones del espectáculo Pasión Gitana. Joselito es un niño viejo en su forma de cantar, canta de verdad, como cantan los gitanos, pero lo hace con un estilo propio.

Su padrino artístico, Tomatito, dijo de él que llega cuando canta a lo más profundo del alma y el corazón.

Ciertamente, a su edad no le pertenece cantar con esa sabiduría. A los nueve años grabó su primer disco, Alma Vieja, de la mano de Tomatito, Diego del Morao, Daniel Casares, Pepe del Morao, Paco Fernández o Josete Ordoñez. Sin embargo, por deseo de su padre, este disco producido por Paco Ortega no vio la luz hasta cinco años después.

Andrés Montoya Lebrón, Morenito de Alcalá (Cantaor)

Cantaor aficionado muy vinculado a la Peña Flamenca desde su fundación. Fue quien ilustró con sus cantes la presentación, con motivo de su fundación de nuestra peña a los medios de comunicación radiofónicos.

Tiene voz clara, natural, apropiada para la soleá de los alfareros de Triana, que él en todas sus actuaciones prodiga.

También imita perfectamente los fandangos y demás cantes de Gabriel Moreno. Actúa en fiestas y reuniones de aficionados.

Ha participado en concursos comarcales y locales, ganando algunos premios. También tiene algunas grabaciones domésticas. Es muy buena persona, honesto y formal.

Antonio Montenegro Zumaquero, Oñito (Cantaor)

Cantaor aficionado nacido en La Línea de la Concepción en el año 1918, murió en el año 2003. Fue fundador de la Peña Flamenca.

Cantaor de voz apropiada para los cantes de Pepe Marchena al cuál imitaba muy bien, aunque también hacía los cantes de Macandé estupendamente, de hecho actuó muchas veces con él y el Chato Méndez, en Ceuta y en otras poblaciones de nuestra comarca.

También cantó en teatros y salas de fiestas de La Línea. Persona alegre y dicharachera, era rico en amigos y se puede decir, que todo el que lo trató lo apreció de verdad. Regentaba el famoso Bar Oñito, que era muy frecuentado por todos los artistas y aficionados de nuestro entorno por el ambiente tan bueno y flamenco que se respiraba allí.