"Tras el acuerdo sobre Gibraltar y la Verja, ahora toca hablar de pensiones, fiscalidad, tabaco o medio ambiente"
Entrevista | Juan Franco, alcalde de La Línea
El alcalde linense mantiene la reivindicación de una fiscalidad diferenciada para la ciudad como oportunidad para La Línea y Gibraltar, como un cauce para construir la zona de prosperidad compartida
"Es el momento de empezar a pensar en otras cosas, como las posibilidades de desarrollo con proyectos en común con Gibraltar", afirma el alcalde linense
La Línea/El alcalde de La Línea, Juan Franco, reconoce que respira aliviado tras el principio de acuerdo alcanzado entre España y Reino Unido para regular las relaciones con Gibraltar. El pacto permitirá aplicar en la Roca el tratado de Schengen y trasladar el control fronterizo europeo al aeropuerto y puerto de la colonia, dejando expedita la conexión entre La Línea y el Peñón y, a efectos prácticos, acabar con la Verja. Para que esto sea posible, ahora debe cerrarse un acuerdo que plasme esta y otras cuestiones de interés para el Campo de Gibraltar como el tabaco, las pensiones o la fiscalidad especial para la ciudad.
-¿Qué fue lo primero que se le pasó por la cabeza al conocer que había un principio de acuerdo sobre la Verja?
-La primera sensación fue como al que le quitan un peso de encima. Desde que el 23 de junio de 2016, que se dice pronto, se celebró el referéndum en el que los británicos decidieron la salida de Reino Unido de la Unión Europea sería reiterativo contar todas las cosas que han pasado. Pero, centrándonos en el Ayuntamiento, hemos estado reunidos con todo el mundo menos con el obispo: con el Defensor del Pueblo Andaluz y el de España, con el Congreso y conseguimos que vinieran a La Línea integrantes de la comisión mixta Congreso-Senado, con hasta cuatro ministros de Asuntos Exteriores, con la presidencia de la Junta de Andalucía, con consejeros y ministros, con delegados territoriales y subdelegados, con el grupo transfronterizo, los sindicatos y asociaciones empresariales... A todo el mundo se le trasladó lo que provocaría el Brexit para La Línea, aunque este principio de acuerdo supone un respiro.
-¿Cuándo conoció la existencia del acuerdo y quién le informó?
-Técnicamente, a mí no me llamó nadie. He estado informado a través de los medios de comunicación aunque sí que es cierto que en todo el devenir de este proceso hemos tenido reuniones. Ciñéndonos a los últimos puntos del acuerdo, entiendo que el Gobierno de España debía tener la máxima discreción y cautela por ser negociaciones muy serias y delicadas. Y una vez producido el anuncio por parte de la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, sí estuve en contacto con el subdelegado del Gobierno en Cádiz, con el coordinador de la Administración General del Estado en el Campo de Gibraltar y con el delegado del Ministerio de Exteriores en la comarca.
-Usted y su gobierno municipal fueron los primeros en plantarse en Bruselas para explicar las consecuencias que traería un Brexit duro para La Línea. ¿Llegó a temer en las últimas horas que todo ese esfuerzo fuera inútil?
-Sí. Y tenía un punto de desazón aunque la esperanza es lo último que se pierde. También soy creyente y confiaba en que termináramos con un final feliz.
-La resolución del Brexit, con el acuerdo comercial de la víspera de Navidad, ¿le alimentó las esperanzas?
-Tenía claro que las negociaciones eran tan complejas que se iban a apurar hasta el último minuto. Menos mal que anunciaron el acuerdo a las 13:30. Me gustaría matizar que ahora mismo estoy satisfecho y contento, pero que ahora empezamos con la parte de trabajo concreto. España, Reino Unido y Gibraltar han llegado a un acuerdo y ahora hay que empezar a ver de qué forma ese acuerdo se plasma en un documento con efectos jurídicos. Lo que hemos visto son unas declaraciones de la ministra González Laya, que valoro muy positivamente. Toca confiar en las gestiones del equipo de trabajo para que una situación inédita acabe recogiéndose de una forma adecuada que dé satisfacción a todas las partes.
-¿Cómo valora la gestión de la negociación por parte de Exteriores?
-Por una vez, hemos tenido la suerte de que tenemos a la persona más capacitada al frente. Creo que sin esta ministra, las cosas podrían haber ido de una forma muy distinta.
-¿Se ha pasado de hablar de banderas a cuestiones prácticas?
-Que nadie me malinterprete, porque me siento más español y andaluz que nadie, pero de banderas no vivimos. Haciendo un símil rápido, teníamos una fábrica con 15.000 trabajadores que ha estado a punto de cerrar. La ministra ha tenido una visión respecto del futuro de la cuestión mucho más práctica, más adecuada al siglo XXI y con una sensibilidad mayor que cualquiera de sus antecesores. Y esto que no se interprete como un reproche para nadie. Simplemente valoro la postura de González Laya.
-A la espera de que se concrete la letra pequeña con la negociación de los próximos seis meses, ¿qué supone para la ciudad de La Línea este principio de acuerdo?
-Saco dos fotos de trazo grueso. Podríamos haber tenido un acuerdo por el que los trabajadores entraban sin problemas a Gibraltar, pero cualquier visitante hubiera encontrado unos obstáculos en forma de colas y controles importantes. Hubiera provocado la pérdida de puestos de trabajo en Gibraltar y en La Línea. Lo que vamos a encontrar, una vez que se concluyan los trámites, es que España tendrá unos controles, en los que no voy a entrar sobre el cómo, el quién y el cuándo, en el puerto y el aeropuerto de Gibraltar. La realidad será que el español y el gibraltareño van a poder pasar libremente por ese puesto. No sé si cuando se habla de retirar la Verja se hace en sentido literal o figurado. Creo que la libertad de movimientos incrementará los lazos de Gibraltar con su entorno más directo, con La Línea y la comarca. Y la actividad económica se podrá reactivar en La Línea y potenciar en Gibraltar, donde ya tiene velocidad de crucero. Nos preocupa que los niveles de desempleo y renta, que por desgracia encabezamos, se vayan minorando.
-Tender hacia la convergencia económica.
-Ojo. Nosotros queremos estar como Gibraltar, no al revés.
-El acuerdo permitirá el libre tránsito de mercancías, pero no de servicios, según la ministra Laya. ¿Recupera o mantiene la demanda de una fiscalidad específica para La Línea, como la que ya tienen Ceuta y Melilla, con el fin de atraer empresas al calor de este acuerdo?
-Evidentemente, sí. Es un tema del que tendremos que hablar en breve. Uno de los puntos importantes que llevábamos en el programa electoral de 2019 era la realización de una consulta popular sobre la conversión de La Línea en ciudad autónoma. Esta ciudad autónoma planteaba una fiscalidad diferenciada. Es un tema que en el segundo semestre de 2019 hubo que esperar a que los nuevos concejales se situaran y que en 2020 se tuvo que dejar en suspenso por la situación de la pandemia. En 2021 vamos a retomarlo. Estoy seguro que sobre esto, bien explicado en los sitios correctos, podremos convencer a quien sea necesario para que vea que es una oportunidad para todos. Una oportunidad para La Línea, también para Gibraltar y que puede ser un cauce para construir la zona de prosperidad compartida.
-¿El fin de esta fiscalidad diferenciada sería para atraer solo juego online o también apuntan a otras actividades?
-Por supuesto. Tiene que ser una fiscalidad de diseño. La idea sería ver qué sectores han estado afectados por el Brexit en Gibraltar e intentar acudir a ellos para que volvieran a la zona esas empresas y que pudieran ir constituyendo un consorcio u otra figura entre La Línea y Gibraltar para que cada uno actuara dentro de su esfera. Pero esto es un tema que ahora no toca de forma tan inmediata. Veremos cómo exponerlo. La idea la tenemos clara, pero tenemos que convencer de ella.
-Hay alegría entre los trabajadores españoles en Gibraltar. ¿Toca negociar ahora diseñar cómo debe ser el futuro de estos trabajadores como pensionistas?
-Totalmente de acuerdo. Entre los problemas que tenemos en relación con Gibraltar es la situación de los pensionistas que han trabajado en el Peñón. Nos encontramos con jubilaciones muy bajas y dentro de unos años habrá una población de pensionistas pobres que no van a generar economía. Es una de las cuestiones que habrá que poner en liza. Entiendo que hasta el momento hemos estado centrados en la gran política, con las banderas, la soberanía, Schengen o Frontex. Pero ahora, tras el acuerdo sobre la Verja, hay que bajar al terreno y seguir viendo los problemas del día a día. Y uno de los más importantes es este, junto con el tabaco, medio ambiente, los rellenos de Gibraltar... Entiendo que ahora abordar estas situaciones será más fácil.
-Entre ellas el tabaco. Con una Verja permeable o sin Verja, ¿acabaría con el contrabando pero teme que se active un mercado paralelo al de España a plena luz del día?
-Confío en que este sea un tema que se trate y estoy seguro que estará en la agenda. Nadie me lo ha confirmado, pero me lo dice el sentido común. Es un asunto delicado. Para Gibraltar supone una vía de ingresos importantes y para España, un problema. A La Línea, el contrabando le supone un problema de tráfico con los cargadores que van en motos a velocidades enloquecidas. Uno de los cuatro memorandos firmados sobre el Brexit y Gibraltar está centrado en el tabaco.
-Sobre el Plan General de Ordenación Urbanística de la ciudad que está en trámites. ¿Satisface las nuevas posibilidades para generar actividad económica que se prevén con el futuro acuerdo?
-Esperamos llevar el Plan General de Ordenación Urbana para aprobación provisional para el Pleno del 14 de enero. Tenemos lo que no posee Gibraltar, que es suelo. ¿Gibraltar qué gana con proyectos para rellenos, con lo caros que son, pudiendo llevar sus empresas al otro territorio? Son cuestiones que habrá que negociar y ver cómo se pueden fortalecer los vínculos económicos entre ambos territorios. El nuevo PGOU está pensado para La Línea, pero también para atraer inversores de Gibraltar. En el actual recinto ferial se plantea la construcción de un centro de negocios con espacio hotelero. No es por gusto, es que está pared con pared con Gibraltar y justo al lado del aeropuerto. También plantea la ampliación de suelos industriales en El Zabal y otros suelos productivos para que el cambio de rumbo económico de nuestra ciudad sea realidad por fin y podamos contar con inversores.
-¿Inversores de Gibraltar o de cualquier sitio?
-Si llegan de Gibraltar, mucho mejor. Un inversor de un tercer país, encantado. Pero se podrían ir en cualquier momento. El de Gibraltar tendrá arraigo. Por ejemplo, cuando se anunció que una empresa con capital gibraltareño entraba en el accionariado del puerto deportivo de Alcaidesa Marina, para nosotros fue muy positivo. Cualquier inversor, venga de donde venga, va a ser bienvenido. Pero lo que está claro es que si tiene vínculos con el territorio, nos dará más garantías de permanencia y futuro.
-¿En ese futuro también entran las reivindicaciones a las administraciones españolas? ¿Va a ser el martillo pilón que va a recordar la existencia de los compromisos de los gobiernos de España y la Junta con La Línea y la comarca para paliar los efectos del Brexit?
-Otra cosa no, pero me caracterizo por ser una persona tremendamente reivindicativa. No me callo delante de nadie. Seguiremos con esa forma de hacer las cosas, como la gente nos demanda. Ya manifesté mi descontento con el Plan para el Campo de Gibraltar. Quedan muchas cosas por hacer y otras están avanzando. Creo que es el día de ser positivos, congratularnos y esperar que todo lo que está previsto se haga realidad.
-¿Ha intercambiado ya impresiones con el Gobierno de Gibraltar, con Fabian Picardo? ¿En qué términos?
-Nos hemos felicitado. Cuando llego a la Alcaldía, en el primer semestre de 2015, tuvimos algún encuentro con el Gobierno de Gibraltar. No me conocían al ser una persona completamente nueva en esto. Y mi apellido tampoco ayudaba mucho a generar confianza. A finales de 2015 también hubo elecciones en Gibraltar. Cuando por fin era el momento de sentarnos con gobiernos consolidados en los dos lados, estalla el Brexit. Y esto ha generado que la conversación entre el Ayuntamiento de La Línea y el Gobierno de Gibraltar haya estado centrada en el Brexit. Ahora es el momento de empezar a pensar en otras cosas, como las posibilidades de desarrollo con proyectos en común. Es un momento muy importante. Por fin dejamos hablar del Brexit y nos podemos centrar en los problemas de nuestro día a día y empezamos a crecer juntos.
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