Extraños inquilinos en el parque
El fuerte viento de Poniente lleva al Princesa Sofía aves planeadoras que descansan tras cruzar el Estrecho

El parque Princesa Sofía está recibiendo durante estos días unos visitantes muy especiales. Son aves planeadoras muy llamativas que, al intentar cruzar el Estrecho de Gibraltar, son desviadas a la gran zona verde de La Línea por el fuerte viento de Poniente. Los últimos en dejarse ver entre los árboles del parque han sido un águila culebrera y un buitre. Ambos buscaron cobijo en el Princesa Sofía tras un trayecto desde el norte de África que les había dejado exhaustos.
Estas aves se encuentran con otro problema añadido al fuerte viento, las gaviotas. Ahora es la época de anidar de estas aves, cuyo número ha aumentado notoriamente por la acción del hombre -los residuos que se arrojan tienen gran culpa de ello- y al ver la presencia de aves rapaces las atacan al creer que intentan comerse a sus crías. De hecho el águila culebrera que puede verse en el parque presenta una herida que le ha causado una gaviota.
Rafael Cerpa, miembro de Los locos del parque, vigilaba ayer este ave para intentar curarle la herida y, como experto en ornitología, explica el fenómeno que vive durante estos días La Línea. "Cada año cruzan el Estrecho cerca de 49 millones de aves migratorias. Una parte de ellas son aves planeadoras, como cigüeñas y águilas, que no baten sus alas. El problema es que en esta época cruzan desde África a Europa para anidar. Para poder cruzar el Estrecho tienen que ver desde Marruecos la costa Europea. Ahí se lanzan, pero estos días está entrando viento fuerte de Poniente, y en lugar de llegar por la parte más estrecha, de 14 kilómetros, son desviadas hacia Gibraltar y la zona del istmo. Ahí se encuentran con las gaviotas, que las atacan, y buscan refugio en la primera zona de árboles que hay tras cruzar el mar".
"Si el viento las aleja de la costa tienen que batir las alas y llegan cansadas. En esta zona hay exceso de gaviotas por la acción humana, por los desechos. Además ahora las gaviotas están en época de cría y al ver a las aves rapaces creen que van a comérselas, por lo que las atacan a las rapaces", indica Cerpa.
La presencia de estas aves se viene repitiendo desde hace tiempo. "El año pasado en el Poniente no nos dio tiempo a llegar y recogimos buitres que se habían ahogado. Y la semana pasada recogimos un buitre en medio de los bañistas enfrente del hotel Mediterráneo".
Cerpa recalca la importancia que tiene La Línea como punto de descanso para las aves planeadoras que cruzan desde Marruecos. "La gente desconoce que la ciudad es importante en el tema de migraciones de aves. Pasan miles de aves por el parque Princesa Sofía, muchas de ellas planeadoras, que necesitan un sitio para descansar. Llegan tan agotadas que se posan en la playa, en medio de la gente, y se quedan paradas hasta recuperarse. También hay muchas aves pequeñas que están de paso, pero las grandes impresionan más, como los buitres de dos metros".
Para hacer una estancia más cómoda a las aves, Los locos del parque y el Grupo Ornitológico del Estrecho ha creado pequeños estanques para que puedan beber antes de emprender el viaje hasta el norte de Europa.
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