Fallece en Morón el cura salesiano don Miguel Moreno

Un buen cura. Así es como los estudiantes del colegio Salesianos definieron ayer a Miguel Moreno Gutiérrez, don Miguel, como todos le llamaban. El cura chiclanero que llegó al colegio San Juan Bosco de La Línea de la Concepción en el año 1977 falleció ayer en el casa salesiana de Morón de la Frontera, en Sevilla. Don Miguel permaneció en La Línea desde el verano de 1977 al verano de 1983. Seis años en la dirección que dejaron huella en aquellos chiquillos que ya hoy son padres de familia. Como recordaba ayer un miembro de la promoción que entró en el colegio con Miguel Moreno se trataba de un cura muy especial que removió conciencias. "Él pensaba totalmente distinto. Pensaba como los cristianos de verdad", elogió Fernando Bermúdez.

Los que tuvieron la suerte de coincidir con Miguel en el colegio elogiaron que era un cristiano auténtico y que la hipocresía no era su seña de identidad. "La gente o le quería mucho o le fastidiaba", subrayó Bermúdez. Los que estudiaban Bachillerato cuando Don Miguel era director han seguido en contacto e incluso participaron en el homenaje por los 25 años de sacerdocio. Si muchos no perdieron el contacto ninguno perdió su memoria. De hecho, hay antiguos alumnos que hacían muchos kilómetros para verle. Hace meses estos alumnos, que son amigos de toda la vida, se enteraron de que don Miguel tenía cáncer. Para todos su muerte ayer supuso un mazazo cargado de nostalgia de aquellos maravillosos años. Algunos incluso viajaron ayer a Morón para honrarle y darle las gracias.